Viviendo

Capítulo 7: Barinas

1 de agosto, año 2017

Al salir de la resistencia en grupos de 10 personas, todos iban en silencio hasta los más chiquitos.

Alejandro sostenía fuertemente la mano de Andrea y a esté de vez en cuando Javier le rozaba la mano.

Faltaba poco para que lleguen al lugar acordado cuando escucharon voces que venían en el sentido contrario a ellos haciendo que se agachen y apenas respiren

— ¿Estás seguro? —Pregunta una voz ronca, la otra persona se ve que le contesta algo por que sigue hablando— Entones si los viste deben estar por acá, muy lejos no creo que hayan llegado.

Mierda, esto no tiene que estar pasando

Piensa Alejandro, pero cuando se van acercando donde se encuentran todos escondidos, se escucha un golpe seco.

—Ya pueden salir —todos se quedan quietos al escuchar la misma voz de antes —No tenemos mucho tiempo, nos están esperando en la resistencia.

Aún con desconfianza todos se van parando poco a poco, frente a ellos hay un hombre con uniforme, de cabellos negros y cara seria. Miran hacía el piso y ven el cuerpo de un hombre.

—Esta inconsciente, así que es mejor que se apuren —el hombre empieza a caminar y todos los siguen.

De repente se escucha un disparo y un grito de dolor.

Alejandro se movió al lado de Javier quién estaba en el suelo y sostenía su pierna con un gesto de dolor.

Él chico miro hacia atrás y descubrió que el hombre no estaba inconsciente, sino que estaba sentado y con un arma en la mano, esté apunto la cabeza de Alejandro, pero antes de que pueda hacer algo más se oyó otro disparo que hizo que el hombre cayera hacía atrás, muerto.

—Tenemos que movernos rápido antes que lleguen los otros por los disparos —dijo él que los ayudo acercándose al cuerpo y verificando que esta vez no se mueva.

— ¿Cómo hacemos con Javier? No se puede mover rápido —dijo Alejandro desesperado mientras Beatriz asentía dándole la razón al muchacho.

—Yo lo llevo — dice el hombre —y, por cierto, soy Álvaro.

Algo reticente para soltarlo, Alejandro se levantó al recibir una mirada de Javier y alzó a su hermana para que él pueda correr.

Álvaro agarró a Javier e hizo que este se colgará de su espalda para tener mayor movilidad en las manos por si tenía que usar el arma.

Retomaron la marcha, todos iban detrás de Álvaro ya que él conocía mejor que ellos las calles y la resistencia.

—Ya estamos cerca —dijo en voz medianamente alta para que todos, o la mayoría, escuchen.

Un par de segundos después, llegaron ante una puerta que estaba toda cubierta con árboles y si no hubiese sido por Álvaro nadie iba a siquiera sospechar que se pasaba por ahí. El efecto de los árboles y la noche ayudaba a camuflar mucho mejor la resistencia.

Álvaro tocó tres veces con las palmas de las manos y luego con un puño cinco veces. Del otro lado se escucharon fuertes pasos y luego la puerta se abrió.

La mujer del otro lado los miro a todos seria y después de hacerlo se corrió de la puerta para que puedan pasar.

—Bienvenidosa Barinas — dice con sarcasmo la mujer que les abrió.

 



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En el texto hay: tristeza, caos, amor

Editado: 04.07.2018

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