Hola bellezas, hoy por ser mi cumpleaños, les tengo un regalo!! Les voy a subir 3 capítulos <3 espero les guste!
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MARK.
¿La odio?, esa es la pregunta que me hago a menudo y tiene una respuesta que nunca he dudado en contestar… Hasta ahora.
Melody Clark no tiene nada que llame mi atención, no es atractiva, no tiene gracia, es poco sexy y lo más importante, es una rata de laboratorio que nunca ha tenido novio. Es una de esas chicas raras que siempre anda con un libro en la mano, en resumen, una chica salida de esas estúpidas comedias cursis que se pasan viendo las chicas como ella, en concreto, ella es completamente lo opuesto a las de mi tipo. De hecho ha sido mi juguete personal desde los cinco años, el molestarla es mi deporte favorito.
Pero si a estas alturas me pongo a pensar en el motivo de porque no puedo dejarla en paz, no se me viene nada a la mente. Esto ya es algo condicionado. No puedo estar sin fastidiarla.
Recuerdo que de pequeño la odiaba, y ya al crecer comencé a disfrutar verla sufrir y sobretodo me encantaba ser el causante de su llanto. Durante casi trece años me hice cargo de destruir su autoestima, me encargue de dejarla en ridículo y de hacer su vida miserable. Admito que soy completo bastardo con ella, pero no me importa. Aun así, hay algo que debo decir, o más bien reconocer, esa pequeña niña de metro sesenta tiene más coraje que cualquier tipo que he enfrentado.
Pero ahora, en este preciso momento no se si sería capaz de decir que la odio, tengo sentimientos por ella, pero no sé qué nombre debería darles. Aun me encanta ser el causante de su mal genio y disfruto cabrearla, soy el único que lo ha logrado y quiero que así sea hasta que me harte.
***
Estoy de pie frente al aula con mis amigos, están hablado sobre el juego pasado y de cómo les pateamos el trasero a los engreídos de la costa este, entonces veo el particular pelo rojo de Teresa asomar a lo lejos, sonrío para mis adentros, eso quiere decir que ella también viene.
Ella aparece al lado de la confiada Teresa Jhonson, se ve incomoda con cada mirada que recibe. Teresa parece ignorar el hecho de que las personas le abren el paso, pero Mel se da cuenta, y con cada mirada que recibe, parece querer huir. Teresa le está hablando, y Mel asiente, sin darme cuenta una media sonrisa casi invisible se forma en mis labios. Melody parece tan fuera de lugar que parece querer salir corriendo si de ella fuera la elección. Le doy puntos por aun ser amiga de la proclamada “princesa de Raven High”. Quien imaginaria que esas dos sean mejores amigas. Mi sonrisa aún no se borra de mis labios, es divertido verla avergonzada, pero mi buen humor se esfuma cuando el cara de niña se une a ellas.
Mis ojos buscan inconsciente a los de Mel, quiero que me mire, pero su vergüenza y ganas de huir parecen haberse esfumado con solo haber visto a ese bastardo de Theo. Los tres se hacen camino y ella pasa frente a mi sin siquiera notar mi presencia. Eso es suficiente para detonar mi mal humor y dirigirlo hacia ella.
— ¡Mel!—grito lo suficientemente alto para que más de uno se voltee.
Ella mira en todas direcciones hasta dar conmigo, sus grandes ojos marrones se ven asombrados.
Así me gusta, solo ten ojos para mí.
Ella esta inmóvil en medio del pasillo ya que ha dejado de caminar, mantiene sus libros aferrados a su pecho, como si esos libros la fueran a proteger de mí, pero entonces no puedo evitar que la imagen de esta mañana venga a mi cabeza. Ella, con el cabello goteando y envuelta en una toalla, una fina toalla rodeando su húmedo y recién aseado cuerpo, del cual alcance a tener una muy buena vista, al parecer nuestra pequeña Mel puede ser un poco atractiva, solo que no seré yo quien se lo diga.
— ¿Qué quieres?— pregunta desde el otro lado del pasillo.
Su tono de voz me indica que está nerviosa, pero aparenta ser ruda. ¿Cómo lo sé? Es algo sencillo de saber. Después de estar con ella casi trece años y de molestarla mucho, se cuándo su voz esta triste, enfadada o como ahora: nerviosa.
Me aparto de mis amigos y camino hacia ella con paso firme, robando una que otra mirada de las chicas que se han detenido a ver el espectáculo. Me detengo a centímetros de su rostro y ella se tensa ante mi cercanía, pero sé que esa tensión es a causa de que yo le desagrado, pero aun así me acerco lo suficiente para susurrar algunas palabras.
— ¿Por qué estás tan nerviosa?— pregunto en un susurro.
Mel da un salto, apartándose de mí y provocando que yo suelte algunas carcajadas.
— ¿Qué te hace pensar eso?—responde a la defensiva.
Sonrío de medio lado, sé que a las chicas les gusta esta sonrisa, pero de cierta forma a Mel parece irritarla, provocando que yo sonría mucho más.