Viviendo con el secreto de mi vida

capitulo 7

binna
Estuvieron en el comedor hasta que subí a la habitación, preparándome para un día antes del centro comercial, registraron la inscripción a ingeniería comercial.
Valeria me encontrará en diez minutos.

En otros lugares estaba un poco ocupado y emocionado, no conocía mucho en la universidad, pero también el centro comercial de Seúl, debe ser menos genial, me sentí muy listo afuera y bajé. Estaba Basil sentado hablando con la familia de Park.

—Ya voy a salir, mi amor. Adiós besos de Do-yun—dije frente a la familia de Carrey o su familia tomando mi bolso.

—Esta bien mi amor.

—Hola Binnaa—dijo Valeria—¿lista para la tarde de chicas?. Por supuesto que sí, dijo, nerviosa por abrocharme el cinturón de seguridad.
Llegamos a la universidad para matricularnos pero también para ingeniería comercial y también pasamos casi toda la tarde en el centro comercial comprando telas para ropa.

El tiempo pasó muy rápido y nos dimos cuenta de que ya era el atardecer y estuvimos allí tanto tiempo. Cuando terminamos, nos dirigimos al conductor.

—¡Demonio retardador! Es la una de la madrugada - dije desesperada y me preocupé - Valeria, vámonos ya.
Valeria asintió. Cuando me di cuenta que estábamos afuera de la mansión de Muñoz.

—Binna, quédate aquí esta noche, mañana te llevaré temprano a la mansión de Park.

Asentí y entramos, por suerte la habitación tiene dos camas separadas, me acosté en una cama y me quedé dormida.

...✨...

Me desperté sintiendo como si algo estuviera golpeando a alguien con una almohada y grité mi nombre. Maldita sea, Valeria.

—Tienes castigo en cualquier forma, un don para despertar el maldito humor de la gente.

—Pasé al menos TRES HORAS gritando tu nombre.

—Lo siento, muchos amigos. ¿Qué hora es?— Ella dijo que sería tan amable que ni siquiera pude fingir una sonrisa falsa en ese momento, me desperté de mal humor.

—A las once de la mañana, levántate y te llevaré a casa.

—Dijo terminando de subir al baño, jalándome de los brazos.

Llegamos a casa y le dije a Valeria que entrara, si Basil y Do-yun iban a matar a alguien sería mejor que fueran dos, ¿no?

Entramos y nos sentamos en la sala sin darnos cuenta de que Basil y su familia estaban a mi lado.

— ¿Dormimos juntos? Buenos días a mí también dijo Do-yun en tono molesto mientras su familia e invitados comían.
—Por supuesto que no dormimos juntos, yo me acosté con alguien—dije esperando las reacciones de todos.

—¿Eso?— Dijo levantándose. Parecían muy enojados y preocupados por la propuesta de matrimonio con Binnaa, a quien le prometieron que estaba casada con Do-yun.

Miré a mi marido y a mi amigo y ambos nos echamos a reír.

—Deberías haber visto su cara—dijo, estallando en tonterías con ambos.

Basil todavía tenía el ceño fruncido: se había acostado con Valeria.

Me asusté.... Les cuento que alguien no es mi futuro prometido.

—Binna, me tengo que ir, mis padres me están esperando, adiós amigos— dijo mi amigo dirigiéndose a la puerta de salida. Asentí y los saludé.

—Binna, ¿podemos hablar?— dijo la bisabuela, yo solo asentí y lo miré para continuar el camino hacia la casa frente al jardín.

—Está casada con Do-yun, abuela.
Y una sonrisa sonrojada apareció rápidamente en mi rostro. ¿Por qué sonríen, tontos? Ella sonrió ante lo que estoy a punto de decir... ¡Sí! No lo digas, Binnaa... Prometo protegerte si se lo digo...

—Me gusta, a los dos chicos.

Lia estaba enojada porque abofeteó a su bisnieta cuando alguien interrumpió, ella lo siguió hasta que él dijo.

—A MÍ TAMBIÉN ME GUSTA, tu nieta—estábamos muy cerca, entraron a la cocina y juntaron nuestros labios. Basil entró a la cocina, quien lo siguió muy celoso hasta...

su celular empezó a sonar

¿Debería ser él en este momento?

Sí, porque eso no debería haberse ocultado.

Cariño, cállate, maldita conciencia.

Luego de una hora y un rato donde ninguno de ellos se adelantó a contestar la llamada, el celular comenzó a transmitir el texto del mensaje de voz frente a nosotros.

Soy Sofia Mendoza, necesito que vengas a mi casa, esta es una condición importante. Debes compran un tes de embarazo.

Sentí como si mi corazón estuviera apretado, rota y celosa. momento de sentimiento nuevo para ambos, me separé de Basil y Do-yun y caminé lentamente hasta mi habitación y la cerré. Me fui a la cama, sintiendo el paso del momento y las lágrimas que caían sobre mi tocador.

—¿Qué diablos pasó, amigo?

—¿Qué pasó?

Me dijo que le gustaban los chicos, y admitir que no dice también me gusta, ¿tú y yo hemos oído que dejó embarazada a una chica? Si buscó la verdad sobre eso hasta lastimarme, lo había hecho, todo quedaba en tus manos.

Pasaron las horas, Basil seguía tocando mi puerta pidiéndome que la abriera y él me lo explicaría. No pude abrirlo, me sentí mal.

Después de escuchar el sonido de la puerta debajo de la puerta al comienzo de la salida, salí a la sala y miré por la ventana viendo a Basil salir del auto de mi esposo. Seguramente iría a ver a esa Sofía.

Tomé mi teléfono y mis llaves y me dirigí hacia la casa de Valeria. Cuando llegue, por suerte ella la cuidará. Ella no lo habría hecho si sus padres me hubieran cuidado. Su cara estaba afiebrada de tanto llorar y tendría que enfrentar las preguntas que me harían.

—Uh Binna, te ves muy mal— dijo Valeria, dándome acceso a su casa.




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