Ocho años después
Cuando Rebeca estaba esperando antes de escapar de la clase profesional, sus compañeros nos ayudaron a dejarlos para casarse en secreto como civiles.
Ella acababa de graduarse en criminología y estudios criminales de una carrera en una comisaría que se dedica a planificar la boda.
Esos niños son sus hijos, se llamaban Lris Elodia y Ares Alejandro
Valeria
Estaba conduciendo cuando recibí una llamada.
—Hola primo, soy Valeria
—Sra. Fernández, buscando algo.
— ¡Qué pasó, Binna!
—Necesito un favor. Quiero un abogado porque alguien es asesinado por mi marido, ¿quieres saber cómo preparar una sorpresa para Binna y necesito mantenerla fuera de casa hasta la noche, tiene tres hijos?
—Si está bien. Lo buscaré en media hora.
—¡Gracias! Adiós prima
llegar a casa y caminar hasta la tienda. Basil quedó con Rebeca para tomar un helado, en la cafetería que comprarle comida coreana casera a su marido ya se estaba quedando sin ideas.
Rebeca
Me despedí de Valeria y entré por la puerta de la casa. Conocí a Basil y Emmanuel le traje comida coreana casera.
¡Y qué pasa con ese! Un hombre... no los entiendo.
—¿Basil y Emmanuel junior?— Dije confundida.
— Binna, tienes que acompañar a tu familia. Las órdenes del señor Basil.
¿Esto debe ser una broma?
—¿Señor Carrey? ¿En realidad? — dijo Emmanuel, me ordenó mirar de mala gana —Estoy ocupada con mi familia, está bien, solo entra al comedor, déjame ir a la cocina a buscar los platos y vasos...
—La señorita de Fiore nos ha dejado la comida coreana casera y lista para comernos. Dije que te busque, que digas exactamente lo que ella te deja cambiar, que comentes y luego vayas al cuarto de sus hijos y bajes..
—Vale.
Cuando termina comemos y ponemos los platos y vasos que te dejaron los invitados, hablando de todo lo relacionado con la familia, incluso preparando el café donde está la flor de lavanda que Basil encontró sentada en el jardín.
—Ya estoy listo.
—Entonces, ya que te busqué, no vayas a Corea del Sur —dijo Basil, abriendo la puerta de la sala, poniéndonos dar el paso.
Ya terminé de hablar de las visitas y duró dos horas y media.
Me arrepentí de haber subido las escaleras de la habitación a la terraza y me entregó una nota de su marido.
Después del día siguiente llevé la nota ante el hospital y la comisaría hasta que su hija esté internada por tratamiento contra el cáncer, por favor visite a esa hija, Emmanuel entró a la casa y me apresuré a abrir la nota.
Continúa en el hospital, encuentra allí a Basil, te espero a ti, tu primer amor.
Seguí yendo al hospital a visitar a su hija, ella entró a la habitación de su hija, se volvió a desmayar porque estaba embarazada de su marido, pero tenían planes para el futuro y terminé en la habitación donde alguien estaba sentado frente a ella.
Basil qué parte de él iba a toda prisa a la cafetería, llevando incluso un café y dos zumos de fresa y naranja. Tres postres para una tarta sin azúcar y al final había dejado de contarte lo que decía.
Esto fue muy lindo. Me desperté gritando y encontré a Basil traído a casa después de cenar con un ramo de flores en la mano. Se acercó cada vez más mientras el asistente le decía a su padrastro está muerto, Basil está llorando por él, si camina, esa es la silla. La cama incluso gira, las enfermeras trabajan muy lentamente.
—¿Qué pasó? — Dijo Rebeca.
—Mi padrastro está muerto de cáncer—dijo llorando, acariciando el pecho de la rebeca frente a él.
—Por favor, cálmate y descansa en paz para tu padrastro Jeong Gyoh.
—Gracias a ti también...
Caminamos intentando entrar al cuarto de su hija, decididos a decirle que es importante contarte para Basil hasta que Lris Elodia decida, hola mamá, cómo estás, mi vida, cómo es que quisiera contarte tanto
—¿Acaso ¿Dejas de ser importante para tus hijos?
Antes de que mi esposo ingresara al hospital visité la habitación de la hija de Rebeca.
Simone fue al hospital, él se esconde a dos metros de la tienda frente al hospital, está espiando a su esposa hablando con ese hombre, Basil es su amigo, despidiéndose de ella.
—Dime, esos niños son nuestros hijos y necesito que me digas la verdad sobre nuestra vida imposible.
—Si, dónde está nuestro hijo si tiene cáncer, parecen ser ellos, sus hijos—
—¿Cuántos años tiene?—se dijo Rebeca, pero sí, tuve a los gemelos, tienen ocho años, pero su hija parece que su abuela tiene cáncer..
— Mis hijos son los herederos de la familia de mi marido, esa niña es hija de Simone Fiore.
—Esos niños son tus hijos, se llamaban Lris Elodia y Ares Alejandro
Están tristes porque su hija Lris Elodia tiene cáncer y siempre está internada para tratamientos o medicamentos.
—Rebeca, lo hice durante tantos años. — Basil dijo.
Basil abrazó a Binna y le dijo, sobre todo, que estaba embarazada de su marido
—Rebeca Fernández Mayorga de profesión de carrera, es criminóloga y criminalista, tiene tres hijos llamados Lris Elodia y Ares Alejandro o Bianca
—Mañana, cuando la visitara, conocería a esa chica. Me fui. Me apresuré a abrir la carta.
Nunca más pensé que me enamoraría tan perdidamente de ti, el ahijado de mi madrastra.
Tengo que esperar para admitir que siempre fui un mujeriego, no me importaba nada más, no tenía sentimientos hacia ninguna chica, solo pensaba por diversión. Luego viniste Binna.
Me diste sentimientos que tanto extrañaba, amor.
Me enamoré perdidamente de tu especie o sonríe que nuestra mentira, la gran mentira es más profunda que el amor fallido incluso en los momentos más antiguos.