Viviendo tu Muerte

Fátima - Día 1 : Tarde

Salimos de nuestro hogar con nuestras escasas pertenencias. Con su único vestido va Mariama cogida de una mano a su hermana y de la otra a su muñeca. Están felices porque van a subir en un autocar por primera vez.
Detrás vamos Naím y yo. Mi paso es lento y torpe. El embarazo está muy avanzado y me siento muy pesada. Tengo calambres por todo el vientre.

En nuestro camino puedo observar la pobreza extrema que se respira en cada rincón. Niños desnudos por las calles con aspecto desnutrido, algunos de ellos enfermos. 
Las viviendas son chabolas, muchas a medio derrumbar.
Unos muchachos se detienen al vernos pasar alzando el puño y gritando ¡Boza!
Yo les sonrío y bajo la mirada al suelo, sin saber lo que significa.

Llegamos a una especie de plaza con un autocar aparcado y una veintena de niños a su alrededor dando saltos y gritando.

Un hombre está en la puerta ayudando a la gente a subir.

- Ya estáis aquí. Subid y sentaros, hay sitio - nos dice mientras nos abre paso tras la jauría de niños.

- ¿Ousman te ha dado el dinero? - le pregunta Naím.

- Sí, todo correcto. En Rabat te espera un tal Mohamed.

- Ok. Gracias.

Subimos al autocar. Está medio vacío, por lo que no tenemos problema para sentarnos. Las niñas van delante y nosotros en los asientos de atrás.

Al cabo de unos minutos arranca y salimos de la plaza. Atravesamos las calles principales y nos dirigimos hacia el norte. La vegetación se hace más densa, abundan las acacias y los árboles de algodón. Atravesamos varios
campos de cultivo de cacahuete y maíz.

El autocar se detiene. Miro por la ventanilla y veo un cartel: "Puente senegambia". Arranca y se adentra. Debajo nuestra el río Gambia atraviesa la ciudad desembocando al Atlántico. Estamos rodeados de agua durante unos kilómetros. Dejamos Gambia y nos adentramos en Senegal.

Nuestro camino transcurre sin percances y llegamos a Mauritania. Allí hacemos una parada. La noche ha caído y las niñas se han quedado dormidas. Aprovecho para bajar, estirar las piernas y de camino ir al lavabo. Demasiadas horas sentada para una embarazada. Naím queda arriba con las niñas.

Se acercan dos chicos de piel oscura no tan intensa. Llevan una mochila con sus pertenencias. Uno de ellos se dirige hacia a mí:

- Disculpe señora, ¿este autocar va para Rabat?

- Sí, así es - contesto escueta.

De repente un calambre se intensifica y hace que me doble de dolor.

- ¿Se encuentra bien?

- Ufff, si, si. Son estos calambres que cada vez son más fuertes. El pequeñín viene con fuerzas.

- Déjeme que le ayude a subir.

- Muy amable. Gracias.

Una vez arriba los dos chicos se sitúan en los asientos contiguos.

Me apoyo en el hombro de Naím. Éste me mira y me besa.

"Tranquila mi amor. Lo conseguiremos, seremos felices y nuestras hijas tendrán una vida mejor, la que se merecen". Me dice entre susurros.

Fátima tiene suerte de tenerte a su lado. Se nota que la quieres a ella y a vuestras hijas. El bebé da un salto, otro. Parece que le ha dado hipo.

Antes de dormir miro a los dos chicos que acaban de entrar. Están con los ojos cerrados, dormidos. Sus manos están entrecruzadas y en su rostro hay una sonrisa.

El autocar sigue su destino bajo una noche estrellada llena de esperanza e ilusión.

 

Aclaraciones:

* Boza: expresión de júbilo que significa victoria, todo lo malo ha pasado.

* En Mauritania, junto a otros países africanos, la homosexualidad está condenada con pena de muerte.

* Gambia tiene los índices de pobreza más bajos del mundo.

* El puente senegambia fue creado en el 2019 para unir Senegal sur con Senegal norte, atravesando el río Gambia.



#2375 en Paranormal

En el texto hay: intriga, amor, paranormal

Editado: 23.11.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.