Viviendo Un Sueño

9: No Puedo Quitar Mis Ojos De Ti

A Camile le resultaba un poco incómodo el hecho de que ahora Evan solo se dedicara a mirarla, siendo popular en la clase por ser tan guapo y todas esas tonterías. 

"Tal vez suena tonto" pensó Camile, "pero hay veces en las que teorizo "mi propio mundo" y en estos momentos... ¿¡Y si de repente le gusto a Evan!? 

— Evan... ¿Tengo algo en la cara? — preguntó Camile con ligera incomodidad. 

— No, pero si lo tienes, yo te aviso — respondió Evan y le miró con emoción. 

— Oye, como que la frase el amor está en el aire a veces tiene sus razones — murmuró una chica con expectación. 

"Genial. Ahora creen que nos gustamos" pensó Camile y se talló el puente de la nariz. 

Finalmente sonó el timbre de las 11 y apenas sonó, Camile se levantó de su asiento y saltó por la ventana para cortar camino, raspándose un poco las rodillas a pesar de estar en la primera planta, pero evitando de esta manera tener que cruzarse con alguien. En especial alguien rubio, dos castaños, un pelinegro o un pelirrojo. 

— ¿Por qué saltaste la ventana? — preguntó Evan a su lado al ver que Camile no se movía de su lugar y en su lugar se sobaba la rodilla. 

— ¡¿Qué carajos...?! ¡¿Acaso eres ninja?! — gritó Camile en modo de reclamo. 

— Yo soy el que salta ventanas y hace preguntas. Es mi costumbre. Hasta es parte de mí — rió. 

— Bueno. Ahí te ves, voy a la tienda — suspiró Camile y se fue por su lado. 

"Realmente es impredecible" pensó Evan con rostro inocente mientras se tocaba el mentón con el pulgar "¡No puedo quitar mis ojos de ti!"

Camile, por su parte solo se empeñaba en ignorar lo que pasaba o pasaría, creyendo fervientemente en la frase La ignorancia es felicidad. 

Tuvo que dibujar edificios visibles para matar el aburrimiento y escuchar cualquier tema de Green Day o Simple Plan para no morir en el intento de terminar el dibujo, como naturalmente le sucede a todo artista. 

Camile estaba muy tranquila... O bueno, eso intentaba. 

— Lo que pasó con Evan ¿Realmente vale la pena relacionarme con él? Nada bueno saldrá de hacerme amiga de personas que van a desaparecer, pero... ¿Tendría algo de malo ser amiga de la clase 1-2? — murmuró Camile. 

— Bonito dibujo — dijo una chica de cabello negro y con maquillaje algo grunge. 

— ¿Eh? ¡Cielos! ¡Me asustaste! — exclamó Alice. 

— Maxine Koey. Dibujo al igual que tú, pero nunca te había visto ¿Eres de primer curso? — preguntó la chica ahora identificada como Maxine. 

— Este... Sí ¿Y tú? — preguntó Camile con una ceja alzada. 

— Igual porque reprobé el año — dijo con simpleza y se alzó de hombros — ¡Trae acá esa libreta! — dijo y le quitó la libreta. 

— ¡Oye! — reclamó Camile. 

— Camile Valentine. Bonito nombre... ¿Tienes redes sociales? Eres muy buena. Adivinaré... ¿Llevas 11 años trabajando y ya tienes tu propio estilo? Necesitas trabajar más la teoría del color. Pero fuera de eso, eres bastante buena. En especial en escorzo y perspectiva — dijo Maxine y le sonrió. 

— Ajá. Gracias — respondió y le quitó el cuaderno algo molesta —... Puedes buscarme en IG como fine_valentine, pero te recomiendo no espiar a la gente ni arrebatarle sus pertenencias. Es de mal gusto — bufó y se levantó. 

— Lo siento, princesita — rió — ¿Eso significa que no serás mi amiga? — hizo un puchero falso. 

— No creo. Adiós — dijo Camile. 

— Por cierto ¿Eres amiga de los 4 dioses? — preguntó Maxine con una sonrisa curiosa. 

Camile se detuvo en seco. 

— ¿4 dioses? — le miró horrorizada y con mucha incredulidad. 

"¿¡Ahora ese es el jodido apodo!?"

— Sí. Supuse que por venir de Newcastle, incluso saldrías con uno de ellos — dijo con una sonrisa indescriptiblemente misteriosa. 

"¿Será de las que preguntan y roban?" pensó Camile. 

— Sí. Claro — dijo Camile sarcásticamente y se fue de allí. 

— Qué interesante chica ¿Cómo que nada bueno saldrá de hacerse amiga de personas que van a desaparecer? — murmuró Maxine y sonreía con curiosidad. 

Camile volvió a su clase igualmente por la ventana y se puso a dibujar, dispuesta, nuevamente a terminar su dibujo. 

— ¿Realmente debo mejorar en teoría del color? — murmuró. 

— Hola, Camile — habló Harry quien había entrado a la clase sin permiso. 

— ¿Eh? ¡Harry! — exclamó Camile dejando de lado su libreta — ¿Viniste solo? Creí que Alice querría venir contigo — dijo Camile viendo a todas partes. 

— Quiere traerte un presente. Y... — volteó hacia la clase — ¿Cómo vas? ¿Ya te acostumbraste a tu nueva clase? — le dio una sonrisa a Camile. 

— Un poco. Hice un amigo... Supongo — dijo Camile con una ligera sonrisa de nerviosismo y se rascó la nuca. 

— ¿¡Qué clase de amigo hiciste!? — exclamó Alice apenas entró al aula. 

— Un chico algo raro... 

— Ah. Bueno. Si es raro no hay problema — dijo Alice y rió. 

"No quiero ni imaginar qué se supone que está pensando" pensó Camile y se frotó el puente de la nariz. 

— Alice. Deja que Camile haga amigos — la regañó Harry — Camile, nos tenemos que ir. Te visitaremos después — dijo Harry y tomó un hombro de Alice dulcemente, cosa que Alice ni siquiera notó y se fue, dejando al pobre Harry con la mano extendida. 

— Ya se dará cuenta — suspiró Camile con una pícara sonrisa dirigida a Harry. 

— ¿¡D-disculpa!? — ahora Harry que se puso rojo parecía un tomate conjunto a su cabello rojo. 

— No te preocupes. Te apoyo — dijo Camile con un rostro irónico y le alzó el pulgar. 

— N-No sé de qué hablas — exclamó Harry y salió corriendo con pena. 

— Crecen tan rápido — dijo Camile en tono emotivo y exagerado. 

***

— ¿Y bien? ¿Por qué no se presentó a la primera clase, señorita Maxine? — interrogó el profesor Victor mirando a la pelinegra con desaprobación. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.