Viviendo y Haciendo

Reflexiones

Hay días en donde el destino te sorprende de la mejor forma, hay días en donde el destino te enseña una lección. Este día el destino quiso que aprendiera el valor de la vida. Me llamo Jacobo Santiago, un joven de 21 años que recibirá la gran herencia de su padre, la mayor empresa que produce textiles en Guatemala. Lo tengo todo, casa, dinero, autos, soltero un hombre totalmente codiciado, puedo tener a la chica que quiera puedo viajar a cualquier parte del mundo. Lo que no me esperaba era que el destino me cambiaria la vida.

Nací en la ciudad de Guatemala, mi padre es de Antigua y mi madre de Mazatenango. Ambos se conocieron en una excursión que hicieron cuando eran jóvenes, desde entonces se enamoraron profundamente. Vivo con 2 hermanos, mujer y hombre. Ellos todavía son niños, no saben por lo que estoy pasando. Veo a mi familia y me doy cuenta de muchas cosas. Han malgastado su vida en la riqueza, comprando cosas inútiles que llenan el vacío, cuando en verdad ellos se van a divorciar, mis hermanos teniendo problemas en el colegio y reuniones sociales. Pero ahora quiero contar mi historia.

Siempre estudie en colegios donde asistían personas de clase alta. Me sentía bien, era el más querido el más guapo, tenia miles de mujeres. Era caprichoso, siempre me consentía en lo que quería, tuve buenas calificaciones porque siempre sobornaba a los maestros, siempre fui el mejor de mi clase, pero resulta que nada de eso sirve. Siempre que salía del colegio llegaba a casa, lo primero que hacía era comer, luego jugaba Xbox o Play Station. Nunca hacía tareas en mi casa, era raro. Los fines de semana salía a pasear o viajaba para conocer mí país; Xelaju, Mazatenango, el lago de Amatitlan, Rio Dulce, Chiquimula, Jutiapa lugares que tienen belleza oculta. Es así como lo veo ahora, antes solo decía que eran ciudades sin nada de tecnología, sin desarrollo, que solo vivían de nosotros. Ahora veo la realidad.

Quiero contar cuando el destino me quiso enseñar una lección, una importante que servirá para toda la vida.

Era mi cumpleaños, un 24 de agosto, yo me levanta feliz porque recibiría muchos regalos, por fin cumpliría 21 años y recibiría mi herencia. Las empresas de mi papá estarían a mi cargo ya que él no puede por su salud. Me bañe y me arregle lo mejor que pude, bajé de las gradas hacía la cocina y me di cuenta que mi madre lloraba. Me acerqué y vi que mi papá estaba tirado. Tome su pulso y me di cuenta. Murió.

Pasaron los días, yo seguía en un estado de depresión, no podía creerlo, caí en el vicio del alcohol, drogas. Solo quería olvidar lo que paso. El alcohol y las drogas me hacían sentir mejor.

Pasaron los días y decidí ir a la universidad. Estudio Administración de empresas porque herede una gran empresa pero la verdad jamás quise estudiar eso. Quería estudiar Arquitectura, diseñar grandes edificios, crear obras de arte y no manejar personal. Pero mi padre siempre me lo dijo desde que tenía 8 años: Tú manejaras mis empresas, no quiero que sigas otra carrera, este es tu destino, yo lo construí, es turno de que tú lo sigues construyendo.

Nunca olvide esas palabras, mi sueño frustrado. Lo único que hago es evadir ese pensamiento de rencor. Mi padre antes de morir firmo el testamento y me dejo a cargo de su mayor sueño, lo mejor será que siga haciendo de su sueño una realidad.

En la universidad soy codiciado, las mujeres me desean, algunas solo quieren que tener sexo con ellas y yo nunca digo no. Para ganar mis clases soborno a los licenciados y a las licenciadas las complazco con unos favores, digamos que sus maridos no hacen un buen trabajo en la cama. Mi segundo año de universidad ya casi terminamos parciales y el semestre, con mis amigos planeamos hacer una fiesta, solo necesitábamos alcohol, drogas y condones. Me da risa de solo pensar en eso. Pero todos estamos listos.

Finalizando las clases, me dirijo a mi auto, pero veo que una pareja de novios discuten, pero veo que el hombre le pega a la mujer, tiro mi mochila y luego lo golpeo a él.

  • Largate. Le digo de forma amenazante. Digo-.

Algo que nunca soporte es que le peguen a una mujer.

  • ¿Estás bien? Pregunto-.

  • Si. dice ella con lágrimas-.

  • Tranquila, estas a salvo. Digo-.

  • Gracias, me llamo Angélica. Dice ella-.

  • Me llamo Jacobo. Es un gusto conocerte. Le digo sonriendo-.

Ella también me sonríe y luego me da las gracias y se va. La persigo.

  • ¿Si quieres, puedo llevarte a tu casa? Pregunto-.

  • Gracias. Me dice ella.

Se sube a mi carro y luego hablamos todo el tiempo, llegamos a su casa y seguimos hablando. Todas las noches pienso en ella, sus hermosos ojos, su hermoso cabello, su sonrisa. Creo que me enamore.

Cada mañana me levanto con ánimo y ese ánimo lo contagio a mi mamá y hermanos. Llego a las empresas y la gente se anima a trabajar, las cosas del amor.

Cada vez que llego a la Universidad lo primero que hago es saludarla antes de entrar a clases, hablamos, refaccionamos juntos, todo es hermoso. Pasaron 2 meses y luego decidí que ella sería mi novia. Recuerdo ese día como si fuera ayer, me incliné ante ella, tenía un cartel en la mano que decía: “Mira dentro del carro”, ella fue a mi carro, abrió la puerta del copiloto, cglobos con helio salen y mira en el asiento un oso gigante de peluche con una nota que dice: “Quieres ser mi novia”, ella llora y , me abraza y me dice sí. Me siento feliz.

Hoy cumplimos un mes de novios, soy feliz, siempre le cuento a mi madre sobre ella, como es, que hacemos, las peleas, pero ahora llevamos una linda relación. Esa misma noche fue cuando todo ocurrió, cuando mi vida tendría otro sentido.

En la noche iríamos a una fiesta de uno de nuestros compañeros, fui con Angélica y todas las mujeres la envidaban. Los hombres querían ser yo. Pero no importaba nos pasamos bien en la fiesta, mi novia y yo feliz. Aunque vi que tenia dolor de garganta, dolor de estomago. Pero no me importaba. Yo me la pasaba con ella lo mejor que podía. Luego de que terminara la fiesta me dijo que fuéramos a su casa, no quería estar sola. Llegamos a su casa y luego me dijo que quería tener relaciones conmigo. Estaba emocionado con todo, que se olvide los condones en el auto, decidí hacerlo sin condón. Se sentía diferente , era una nueva experiencia, me sentía de forma especial con ella, no era como cuando tengo sexo con otras mujeres, con Angélica todo era diferente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.