Vivir con el recuerdo

09

Moon & Noon.


 


Juliet

Subimos las escaleras e inmediatamente abre la puerta una señora, aproximadamente 40 años. 
Hace una reverencia hacia nosotras –Me alegro de verla señorita Juliet.

Hago una pequeña reverencia –Igualmente.

–Adelante, su padre aún no llega.

–Gracias HeeSoo.

-HeeSoo- hace una reverencia mientras entramos a la casa, si se le puede llamar así.

Miro los alrededores, joder, como es posible que sea real.
Todo parece sacado de una película de princesas, es enorme y yo me quedo sin palabras.

– ¿Te gusta?

– ¡Claro!, Esto es enorme ¿Enserio viven aquí?

–Se supone, aunque papá vive en una suite y yo vivo aquí. –Respondió sonriendo de lado.

– ¿Tienes está casa solo para ti?

–Algo así, aunque igual vive HeeSoo con el señor Gun y su hijo.

–Oh...

–Mira, este es el salón.

Y así fue enseñándome cada lugar y cada rincón de la -casa-, no miento llevamos como 1 hora en este recorrido.
Es enorme, su decoración es vintage y tiene algunos toques modernos. Hay escaleras que subir, y hay una biblioteca.

–Una de mis partes favoritas- Dijo abriendo la puerta.

El viento golpeó mi cara y me sorprendió cada paso que daba. Es un balcón con una vista demasiado -agradable-, honestamente no tengo palabras para describir aquel paisaje, puedes ver todo el jardín que aún no conozco y que ya muero de ganas.
La brisa mueve mi cabello, me siento como si soñara, es... Increíble.

Estamos en el piso tres y se ve fenomenal, por lo que veo hay escaleras que van hacia abajo, el césped está bien podado, hay demasiadas flores adornándolo así como arbustos que se ven recién cortados, algunos faros y pinos en él y en el centro una fuente.

–Woow.

Venus ríe –Nuestro padre empezó a construirla cuando yo nací, pero cuando tú naciste decidió agrandarla. Quería que creciéramos aquí. – Suspiró.

– ¿Lo hicimos?

Ella sonrió y se encogió de hombros.

–No vivías aquí pero la mayor parte del tiempo estabas aquí, la vida tenía otros planes.

– ¿Cómo así?

–El y tú madre tuvieron diferencias, así que se divorciaron pero solías venir aquí a ver a tus amigos

– ¿Amigos?

Ella me miró borrando su sonrisa.

–Vamos a ver tu habitación.

Espera... ¿Qué?

–Venus, necesito saber. Es que no recuerdo nada y quiero hacer las cosas bien.

–Las cosas se saben poco a poco, no te preocupes, solo disfruta tus vacaciones. Ven vamos.

Luego de subir escaleras y caminar un laaargo pasillo, llegamos.

–Abre la puerta tú, quiero ver tu reacción. Todo está tal y como lo dejaste.

Sujete el pomo de la gran puerta y la giré, de pronto...

– ¡Noon!

Tan pronto se abrió la puerta, saltó sobre mí un pequeño perro que me hizo caer.
Sin embargo cuando me empezó a lametear la cara corrió hacia la cama y se acostó empezando a lloriquear.

Pero eso no fue todo.
Vi a un gato negro caminar sigilosamente hacia mí, me rodeo mis pies y cuando estuvo enfrente de mí se puso completamente en una posición que dio miedo, creí que me iba a atacar, es decir sentí miedo. Tenía los ojos fijos en mí y se erizó completamente mientras emitía sonidos amenazantes.

– ¡Moonlight!

El gato miró a Venus, luego a mí y salió por la puerta.

– Dios, no sé porque se ponen así. Siempre te esperan con ansias.

– ¿Son tuyos?

–Noo, son tuyos.

– ¿Míos?

Asintió con la cabeza –Esta pequeña- dijo sentandose en la cama junto con la perrita –Se llama Noon, es una yorkshire terrier. Y el gato se llama Moonlight, es un Bombay.

– ¿Noon y Moonlight?

– Sip, bueno en realidad son Mrs. Noon y Mr. Moonlight, pero es muy largo.

–Ya veo. – Respondí sentandose en la cama.

Comencé a acariciar a Noon y se relajó completamente.

–Cierto, está es tu habitación.

Las paredes son color beige, es una cama gigante para estar yo sola y es de color rosa y blanco.
Hay un tocador con varios cosméticos en él, una alfombra por debajo de la cama, un armario y una gran puerta que supongo llevará a algún balcón. También hay un gran candelabro. Oh, y también hay una estantería.

– Esta ha sido tu habitación cada vez que vienes de visita, e igual así siempre ha estado.

– ¿Desde hace cuánto no vengo aquí?

–Dos años, más o menos.

– ¿Puedo abrir esa puerta?

–Oh, claro, es tu habitación. Te dejo para que te vistas, y te des un baño.

– ¿Dónde hay un baño en este piso?

Ella sonrió y señaló una puerta que estaba en la izquierda, justo al lado de el estante -que por algún motivo no vi-.

–Gracias.

Salió de la habitación con Noon en brazos y cerró la puerta.

Abrí el armario para elegir que ponerme después de darme un baño. Y... oh vaya.
Juliet al parecer era fan del rosa -nótese el sarcasmo-. La mayoría de la ropa es negra, gris, vino, blanco y azul marino.
Abrí uno de los cajones en la parte inferior y hay más o menos, 10 pares de tenis y otros dos de botas altas.

Me dirigí hacia el -baño- y abrí la puerta.
Me encontré con un elegante y muy muy caro baño. A mi derecha se encuentra un graaan lavabo con un graaan espejo al frente.
A la izquierda está una estantería con algunas toallas y velas. 
Camine un poco por el gran baño y me encontré con una tina y un retrete.

Si se preguntan, todo es tan cálido. Los muebles son negros y las paredes y el suelo marrones.

***
 


Después de un raro baño.
Y digo raro porque nunca me había bañado en una tina.

Me miré al espejo y sinceramente aun no entiendo cómo es que aunque acabo de salirme de bañar y no estoy ni maquillada, me sigo viendo bien.

Joder, Juliet te envidio mucho.

Me comencé a vestir.
Elegí una blusa negra de mangas largas y cuello alto. Un pantalón de mezclilla oscura con tenis blanco. Y un abrigo café. -Outfit muy cliché-
Pero es que estamos en otoño y la brisa es fría.




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