Vivir con el recuerdo

11

El pequeño cangrejo.


 


Minho.

Los 4 íbamos de regreso a la mansión de los Moon. Moon y Noon iban enfrente, Juliet y yo detrás.
El camino era tranquilo y silencioso, al llegar a las escaleras ella tropezó, pero...
Se agarró de mi brazo con sus dos manos. Ambos nos miramos y ella inmediatamente se quitó.

- Disculpa- Dijo haciendo una reverencia.

-No pasa nada.

Mentiroso.

Si pasa algo, el corazón me latía rápidamente.
Aclaré mi garganta y seguimos caminando.

- ¿Vives cerca de aquí? -Asentí con la cabeza- ¿Dónde quedó el chico platicador de hace rato?- Reí ante ello.

Juliet es más baja que yo, me llega por el hombro. 
Pero no se fíen de eso, a pesar de que es pequeña golpea duro.

-Lo lamento señora platicadora. -Respondí sonriendo. Ella me dirigió una mirada que puede matar a cualquiera.

Ninguno volvió a mencionar algo durante el regreso.

Al llegar a la entrada de su -casa- ella volvió a hablar.

-Gracias... Muchas gracias Minho.

Sonreí -No agradezcas, ha sido un placer llevar a pasear a la gran Moon Juliet.

Ella rio.

¿Por qué es tan bonita haciendo algo tan simple?

Me miró y su sonrisa se volvió un pequeño puchero -Mañana me voy...

- ¿Estás nerviosa?- Asintió con la cabeza. -Todo va a estar bien- Dije revolviéndole el cabello.

- ¡Oye! No hagas eso -Reclamó.

Ambos reímos.
Ella seguía mirándome con una expresión que no puedo explicar.

- ¿Siempre has sido honesto conmigo?

Su pregunta me tomó por sorpresa ¿Por qué preguntaba eso?, sólo la miraba sin hablar, pero es que ¿Qué le puedo responder?

- Yo...
Y justo cuando le iba a responder, nos interrumpió alguien que manejaba de manera que si vas dentro del auto con ella pueden morir por la velocidad a la que va.

Así es, Moon Venus.

Ella bajó del auto, las puertas se cerraron. Caminó hacia nosotros y cuando estuvo frente a nosotros el ambiente se tornó tenso.

- Venus, él es Minho. -Dijo Juliet, Venus solo hizo una pequeña reverencia.

Venus se dirigió a su hermana con una pequeña sonrisa -Deberías entrar.

-En un momento voy.

-Bien...ni tardes. Y un placer verte, Minho -Respondió y se dirigió a la entrada principal, detrás de ella iban Moon y Noon.

Ju se dirigió hacia mí -Ella es mi hermana.

-Lo sé.

Ella alzó ambas cejas - ¿En serio?

-Juliet, son malditamente famosas ¿Quien no lo sabe?- Ella sonrió más.

-Aun no me acostumbro- Ella río suavemente, pero dejo de hacerlo -Como mencioné, mañana tengo que regresar.

Corrección, mañana tendremos que regresar.

- ¿Entusiasmada? ¿Ansiosa?

-Nada de eso, estoy un poco nerviosa... Tengo algo de miedo -Dijo viendo el suelo

-Todo estará bien, eres Moon Juliet.

-Cierto... Lo soy...

-Deberías entrar, puede que tú hermana necesite de tu compañía.

Juliet rio y asintió con la cabeza.
-Minho, gracias por lo de hoy.

-No hay de que agradecer, enserio.

-Hasta luego- Dijo haciendo una pequeña reverencia. Se dio la vuelta y empezó a caminar.

Hazlo o te arrepentirás aún más.

- ¡Juliet! -Ella se giró hacia mí y di unos pasos hacia dónde ella estaba. - ¿Me puedes dar tu número?

***
 


- ¡Estoy de regreso!

Dejo la guitarra en el mueble a lado de la puerta.

-Minho...

-Madre. - La abrazo y beso su frente.

- ¿Dónde estuviste?

-Fui a dar un paseo.

- ¿De casi siete horas?

Reí con ello y solo asentí con la cabeza.

-Iré a mi habitación, mañana tengo que regresar.

-Minho...

Por el tono de su voz supe que estaba preocupada. - ¿Qué ocurre?

- ¿Es por ella?- Me giré cuando escuché.

- ¿Qué cosa?

-Ella... Sé que ella está de regreso, lo sabe todo el pueblo...

No tuve valor para decir algo.

-Minho... No eres su niñero como para cuidarla cada vez que ella venga.

-Madre-

-No Minho- Dijo interrumpiendo -Sé que la quieres, pero esto debe acabar.

-No entiendes-

-Tu empresa llamó.
Minho... Tu carrera puede arruinarse, entiéndelo.

-Madre, nada pasará solo por faltar unos días, está todo bien.

-Minho-

-Madre, no quiero volver a tener otra conversación sobre ella como antes.- Suspiré -Voy a mi habitación.
 


 

***
 


Tomé algunas cosas que tengo aquí y las guarde en una mochila, después fui a comer, y posteriormente tome una ducha.

El reloj marca las 8:13 pm.

No puedo evitar sonreír al recordar que hoy pase tiempo con ella.
Ha sido mi mejor día, no solo del año, de la vida entera.
Cómo bromeé con ella, diciéndole cómo era en el pasado, omitiendo algunos detalles, claro.

Si les soy sincero... Ella fue mi primer amor, aquel amor en la niñez. ¿Que si me enamoré? Espero no agobiarlos.

Sí, me enamoré.

Me enamoré de ella, de su sonrisa, porque su sonrisa aliviaba mis penas, porque me importaba una mierda lo que pasará si ella estaba sonriendo. Me enamoré de su boca y de las palabras que pronunciaba.

Me enamoré de sus ojos, sus hermosos ojos grises que, cuando estaba demasiado feliz, sus ojos lo demostraban; sacando un pequeño destello azul.
Me enamoré de cuando se enojaba y fingía que se iba, solo para que yo la envolviera con un abrazo por detrás y me sostenía fuerte solo para no soltarla...

Ojalá nunca la hubiese soltado.

Me enamoré de cuando tarareaba en voz baja porque estaba feliz pero le daba miedo que la escuchará cantar. Me enamoré de lo inteligente que era, pero también de lo tonta que era en algunas ocasiones.

Me enamoré de sus abrazos, de cómo me envolvía con cada uno. 
No les mentiré, a veces me falta uno de esos.

De cómo se cubría la boca al sonreír porque decía que no le gustaba su sonrisa.
Y de cómo igual se cubría el rostro cuando le decía que era hermosa, por miedo a ver su rostro rojo.




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