Peleas y reconciliaciones

-Anne hola.

-Matías Adios.

-Anne basta ya! -lo miré - llevas más de una semana evitándome e ignorandome ¿que hice?

Definitivamente merece un golpe aunque yo merezco dos.

-No te he estado evitando.

-Entonces ¿que es esto?! -gritó.- he tratado de que me digas que hice mal contigo y tú no me explicas nada, solo un día decides que no existo más. ¿Qué te ocurre?

Estaba enojado, y yo también, pésima combinación.

-¿Así que ahora no lo sabes? -me miró confundido. - No lo sabes, pero no importa, dejalo así.-
Giré, habia pasado una semana desde ese beso, desde que no supe que hacer, desde que me sentí tan rota. Pero él no lo veía. Y quería que siguiera así. Si no salía de ahí, iba a llorar enfrente de él, y es algo que no podía permitir, porque era un sentimiento tan estúpido porque no tenia razón para sentirme mal, él era un amigo. Solo eso, por más que me doliera.

-No Anne -me tomó del brazo girandome, haciéndonos quedar muy cerca. -Necesito saber que es lo que pasa contigo. Por favor.

-Matías, sueltame por favor. -dije, las lágrimas ya habían empezado a salir. - Por favor.

-Anne. -me abrazó. Nunca me había sentido tan completa. Era la primera vez que me abrazaba y me sentí tan cómoda ahí entre sus brazos - ¿por que estás llorando?

-No entiendes...

-Explicame. -dijo separándonos y mirándome a los ojos. -Necesito saber. Yo... confieso que te he extrañado. Te volviste tan importante para mi, que yo... te necesito.

Este hombre siempre me dejaba sin palabras, y yo odiaba eso.

-Matt, no puedo ok? -dije. - tu no pareces necesitarme, eso es todo, me pareció mejor apartarme. 

-¿Que? -dice- ¿de que hablas Anne? ¿por que dices eso?

-Tu la tienes a ella. -dije y me hizo sentir aún más tonta, porque estaba siendo demasiado dramática y él parecía tan confundido, sus ojos me mostraban duda, sus bonitos ojos. Aprovechando su distracción logré soltarme de sus brazos. Quizás era el momento para explicar lo que realmente pasaba, igual esto no tenía remedio y es que ¿quien en su sano juicio se enamora tan pronto de alguien? Era la única manera de dejarlo ir, a él y mis sentimientos.

-Me lastimaste tanto, tenía también derecho a apartarme, -le dije - no puedo seguir así, no puedo seguir sintiéndome tan rota. Lo siento, pero no puedo. Porque tu no entiendes lo que estoy sintiendo ahora mismo. Lo que sentí al verte. Pero ya no importa Mat. No importa. -Un sollozo se me escapó, giré y salí de ahí, con el corazón más roto que nunca. Sintiéndome estúpida por querer a un chico que ni en sueños sería para mi, sintiéndome tan idiota por quererlo tanto.

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Fui ciertamente una estúpida dramática, y lo veo hasta ahora que Mad y yo conversamos unos días después de la ultima vez que vi a Matías.

-Anne, no tienes por que enojarte con él -me había dicho- por cruel que se escuche, ustedes dos no son nada, el tenía todo el derecho de besar a quien quisiera.

-Si Mad, lo se, fui demasiado dramática.

-Un poco si... -dijo- nada que no se pueda arreglar.

-¿Arreglar como Mad? -le dije- incluso ahora yo me odio por haber hecho lo que hice.

-Habla con él. -me aconsejó - disculpate y sigan su vida.

-Eso haré... -le dije- si es que algún día de estos me lo encuentro.

-Anne... -dijo amenazante

-Mad...

Seguimos platicando un rato, estábamos en mi casa solo ella y yo, hasta que tocaron el timbre.

-Debe ser el encargo que hizo mi mamá -le dije a Mad.- Vuelvo enseguida solo recibo el mandado y regreso.

Baje las escaleras y abrí la puerta, solo que no esperaba ver al chico de cabello castaño y ojos lindos ahí parado en la puerta de mi casa, no después del drama que hice, no lo esperaba. Hacia una semana desde que hablamos por última vez.

-Matt ¿que rayos haces aquí?

-Anne, por favor, no me corras.

-No, Matt... Yo... -empecé- lo siento, siento todas las cosas que dije, estaba molesta, y fui muy dramática, yo de verdad lo lamento.

-No tienes por que disculparte.

Escuché pasos en la escalera justo antes de que fuera a contestar, empecé a sentirme mas nerviosa.

-Anne ¿quien es? ¿por que tardas tant.... ? -Su voz se vio interrumpida al ver a Matías, justo como yo me quede, paralizada, solo que ella lo ocultó mejor que yo. -Oh, hola Matías! -dijo alegre- ¿Cómo estas?

-Uhmmm bien, gracias. -dijo con una sonrisa.

-Anne -susurró Mad en mi oído - invitalo a pasar.

-Ahhh Matt, quieres pasar?

-Mmm no se, no quiero interrumpir, solo venía a disculparme Anne, no quiero perderte.

-Espera -dijo Mad- ¿tú vienes a disculparte?

-Maddison - la regañe.

-De hecho estábamos hablando de eso Matías, justo antes de que llegaras -el color en mis mejillas no tardó en aparecer, él miraba confundido, escuchando lo que Mad le decía, y yo solo quería que se callara. - Anne decidió justo lo mismo que tú, disculparse contigo, ya sabes, por lo dramática que es mi mejor amiga, no fue un buen día para ella ¿verdad cariño? -dijo la chica aprovechando la situación para ponerme en ridículo. Mad debía callarse ahora mismo, no iba a seguir aguantando esta vergüenza... Matt solo miraba la escena que mi mejor amiga estaba montando en este momento, ella y su manía de meterse en los problemas de los demás.