Vivo [oscuridad]

Mediodía

Nagisa: ¿Eh?  ¿P-Por qué preguntas eso? Soy una persona normal, puedo estar en cualquier parte. 
Smiley: No… 
Smiley puso su mano sobre su máscara y lentamente se la empezó a quitar, Nagisa sintió como la voz de este cambiaba. 
Smiley: Se suponía… 
Nagisa miró realmente asombrada la cara de Smiley. 
Sosei: Que estarías en el centro comercial. 
Nagisa: ¡¿T-T-Tú?! Es… Imposible… Eres… 
Sosei: Tranquila, dame un segundo para explicar. 
Nagisa: ¿Qué? ¡No! Iré con la policía inmediatamente. 
Sosei: Hagamos un trato. 
Nagisa: ¿Eh? ¿Qué quieres? 
Sosei: Escucha mi explicación y luego puedes decidir si ir a la policía o no, ¿Qué dices? 
Nagisa: Uhm… Te daré la oportunidad de hablar… Sólo por lo de esta mañana, pero no pienses que me harás cambiar de opinión. 
Sosei: Gracias… Por la oportunidad. 
Nagisa: Bien, habla. 
Sosei: ¿Aquí? ¿No tienes hambre? 
Nagisa: ¡No! 
El estómago de Nagisa hizo un ruido, esta enrojeció. 
Sosei: ¿Quieres ir a comer algo? 
Nagisa se quedó pensando, quizás era una trampa. 
Nagisa: Sí, pero que sea en un lugar concurrido. 
Sosei: Sí, dónde tú quieras. 
Nagisa: ¿Eh? 
Sosei: ¿Quieres ir delante? Digo, supongo que aún me tienes miedo, no sé… Como reaccionar ante esta situación. 
Nagisa: Está bien. 
Sosei: Sólo dame un segundo. 
Sosei fue a una orilla y sacó algo, se quitó la chaqueta, Nagisa pudo ver el torso desnudo de este, a pesar de tener una figura delgada, estaba muy marcado muscularmente, Nagisa se cubrió la cara con vergüenza, Sosei se puso una polera simple y la chaqueta que llevaba en la mañana, Nagisa no había notado que este la había ocultado ahí. 
Sosei: Estoy listo. 
Nagisa: ¡Debiste avisarme! Estaba mirando. 
Sosei: No creí que te molestaría, digo, soy un demonio después de todo. 
Nagisa: ¡Eres un chico en el fondo! 
Sosei sonrió. 
Sosei: Gracias. 
Nagisa: ¿Eh? 
Sosei: Bien, tú guía. 
Nagisa: Vale. 
Los dos bajaron como si nada pasara del edificio y llegaron a la calle, ambos caminaron, Sosei caminaba cabeza gacha y en silencio, como pensando. 
Nagisa: ¿Vas a comenzar? No te daré toda la noche. 
Sosei: Oh, lo siento, pensaba que era mejor cuando estuviéramos comiendo. 
Nagisa: Uhm… Sí, creo que es mejor, ¿Qué tal este restaurante? Es el más caro de la ciudad, Jajaja. 
Sosei: Si tú quieres, por mí está bien. 
Nagisa: ¿Eh? ¿Enserio? 
Sosei: De regular como en lugares de comida rápida o cosas así, prefiero la comodidad de la gente, pero cuando no tengo opción entre la gente engreída, tengo que venir a lugares como este. 
Nagisa: Parece que no te caen bien los ricos. 
Sosei: La mayoría son engreídos y abusadores, que, aunque se hagan pasar por ovejas son peores que la gente como yo. 
“Wow, eso es bastante profundo” 
Sosei: ¿Quieres entrar? 
Nagisa: Yo sólo lo decía de broma. 
Sosei: Me alegra que puedas bromear con alguien como yo. 
Nagisa: Creo que estoy tratando de no pensar en eso. 
Sosei: Entra. 
Los dos entraron en el restaurante, un recibidor muy soberbio los miró, Sosei llevaba la cara cubierta con la chaqueta. 
Nagisa: Hola. 
El recibidor miró a Nagisa. 
Recibidor: Niña, dudo mucho que tengas dinero para pagar este sitio, será mejor que te vayas. 
Nagisa: Pero. 
Recibidor: No creí que fueras inculta con ese uniforme escolar, ¡Fu…! 
Sosei se quitó el gorro y habló furioso. 
Sosei: ¡¿Tienes algún problema?! 
El recibidor se asustó completamente. 
Sosei: Que ella no sea de clase alta no quiere decir que sea una persona inculta o sin dinero, tú eres el inculto incapaz de tratar a una persona, agradece que no tengo tiempo para insectos insensibles como tú, ahora… Me voy de este lugar para no volver. 
Recibidor: S-S-S-S-Señorito Hamada, mis disculpas, p-p-por favor, no haga algo como eso, le daremos la mejor mesa, un descuento, lo que quiera, por favor, si saben que por mi culpa alguien tan importante como usted no volverá… 
Sosei: ¿Importante? Todos los clientes son importantes, nadie es especial, no me importa lo que te pase. 
El recibidor temblaba de miedo. 
Sosei: Nagisa, ¿Te parece ir a un lugar que si valga la pena? 
Nagisa: Sosei, creo que deberíamos aceptar lo que dice. 
Sosei: ¿Después de cómo te trató? 
Nagisa: No importa, así es la gente. 
Sosei: Si a la gente se le deja ser como es, nunca cambiarán. 
Nagisa: Vamos, tranquilízate, no me molestó, entiendo que la gente es así a veces. 
Sosei: Bien, comeremos aquí, sólo si veo que te pide una verdadera disculpa. 
Nagisa: ¿Eh? 
Recibidor: ¡Sí! Haré lo que sea. 
Sosei: Tiene que ser sincero, sino, no sólo no entraré, hablaré con tu jefe. 
Recibidor: Sí. 
Nagisa: Sosei. 
El recibidor salió de su lugar y se arrodilló en reverencia hacia Nagisa. 
Recibidor: ¡Señorita! Perdóneme por mi estupidez, no debí tratarla de esa manera, está fuera de las normas de conducta de este establecimiento, y de la humanidad en sí, lamento todo lo que dije. 
Nagisa sonrió. 
Nagisa: No es problema, todo perdonado. 
Sosei miró a Nagisa y enrojeció, miró hacia otro lado. 
Sosei: E-E-Estás bien, ¿Vamos? 
Nagisa: ¿Qué pasa? ¿Por qué te ruborizaste? 
Sosei: Sólo pienso que te veías muy linda sonriendo. 
Sosei se cubrió la boca. 
Nagisa dejó salir una pequeña risa. 
Sosei no podía ocultar la vergüenza que tenía, su piel blanca estaba completamente roja, el recibidor tocó una campanilla y una camarera llegó inmediatamente. 
Recibidor: Lleva al señorito Hamada y su amiga a una mesa donde nadie los moleste. 
La camarera asintió. 
Camarera: Síganme por favor. 
Los dos siguieron a la camarera. 
Nagisa: Uhm… Gra… 
Sosei: Lamento eso, no me gusta usar mi posición social como algo para asustar a la gente, pero odio que se burlen de la gente, y menos que lo hagan de la única persona que me ha dado una oportunidad de explicar todo. 
“Estaba hablando tan calmada con él, que olvidé por completo por qué estábamos aquí” 
Nagisa: No te preocupes. 
Los dos fueron llevados a una mesa muy bien adornada, cerca de una ventana, Nagisa pudo ver el día morir y la noche estar empezando a nacer. 
Nagisa: Bien, aquí estamos. 
Mesera: ¿Puedo tomar su orden? 
Sosei no miró si quiera el menú. 
Sosei: Página tres, menú, uno, uno, nueve. 
Mesera: ¿Y la señorita? 
Nagisa: ¿Eh? Pues… 
Nagisa miró el menú, todo parecía tan caro. 
Sosei: No te preocupes por el precio, tranquila, invito yo, sin límites. 
Nagisa: Eh… Quiero este mousse de chocolate. 
Mesera: ¿Algo más? 
Sosei: Luego pediremos algo más, gracias. 
La mesera asintió y se retiró. 
Sosei: Bien, lo que te dije que iba a decir. 
Nagisa: Si te soy sincera, desde cuando salimos, hasta acá, tengo una gran curiosidad por lo que dirás, siento que pase lo que pase no diré nada. 
Sosei: ¿Eh? Yo… 
Nagisa: Por lo que has mostrado, no eres tan malo como dicen, y tengo intriga. 
Sosei: Bien, te lo diré… Hace miles o tal vez millones de años, este planeta fue el punto de encuentros de los demonios, seres increíblemente poderosos y temibles, pero el creador tenía otros planes para este lugar, con su poder, sacó a los demonios de esta realidad y reorganizó tercero de una manera que todo quedó como se conoce ahora, y puso al primer ser poderoso a vivir aquí, “Tierra” a lo que se debe el nombre de este planeta. 
Mesera: Perdón, aquí están sus postres, un mousse de chocolate para la dama y para el señorito, fresas con crema. 
Sosei: Muchas gracias. 
La mesera se retiró. 
Sosei: Bien, ¿En qué iba? Ah, sí, el creador puso a los humanos aquí y todo fue bien, hasta que los demonios, molestos, quisieron volver, vieron el planeta tan cambiado, que quisieron tomarlo, obviamente los humanos opusieron resistencia, el objetivo era destruir a “Tierra”, pero los humanos no podían defenderla solos, rezaron al creador y él envió a su ejército de ángeles, la batalla no duró más que esto, los ángeles enviaron de vuelta a los demonios al infierno, pero como ángeles, no podían quedarse aquí, así que se retiraron… 
Nagisa: ¿Qué tiene que ver todo esto? 
Sosei: ¿Eh? Es parte de la historia… Todo tiene que ver. 
Nagisa: Lo siento, prosigue. 
Sosei: El creador puso otros seres con los humanos, los guardianes, poderosos seres con más de una forma, protegieron a la humanidad por mucho, pero el poder los consumió, y quisieron ser dioses, exigieron adoración, y el creador los castigó, volviéndolos al nivel humano a muchos, y quitándoles totalmente su poder a otros, simplemente los hizo mortales, pero con eso se abría otro problema, el regreso de los demonios, así que el creador puso a los Ak’sei, o mejorados, en su lengua, seres como los humanos pero con habilidades y fuerzas diferentes, para protegerlos, por siglos una alianza entre estos dos pueblos se estableció, y nació entre ellos mestizos, que eran mejores que sus padres, eran más humanos, pero los demonios regresaron, como era de prever, pero esta vez no atacaron, vieron a los Ak’sei ser felices con los humanos e idearon un plan… Iniciaron una guerra haciéndose pasar por los Ak’sei, atacaron a los humanos, y algunos, tomando forma humana, culparon a estos, así comenzó una guerra, los Ak’sei fueron divididos y muchos tomaron un odio hacia los humanos, otros, simplemente se ocultaron a plena vista y unos pocos, siguen combatiendo en secreto contra los demonios para salvar a la humanidad. 
Nagisa: ¿Eres un A-A-A-A-Ak no sé cuánto? 
Sosei: Sí, sí… No, no… Lo que diré, tiene que ver más con mi historia. 
La mesera regresó. 
Mesera: ¿Saben ya lo que pedirán? 
Nagisa: Uhm… Déjeme ver… ¿Qué tal este? 
Sosei: Te lo recomiendo con carne de pollo en vez de res. 
Nagisa: ¿Eh? Bueno. 
Mesera: ¿Y usted? 
Sosei: Lo mismo por favor. 
Mesera: Bien, gracias. 
La mesera se retiró. 
Sosei: Lamento tenerte tanto tiempo, de verdad es difícil sin tener que decirte toda la historia de los de mi clase. 
Nagisa: Adoro la historia, y por ahora es lo más parecido a un cuento de hadas que tengo. 
Sosei: Las hadas son reales. 
Nagisa: ¿Enserio? 
Sosei: Ya nos desviamos mucho, bien… Iba en… Ya, cuando tenía cinco años, mis padres fueron asesinados, recuerdo que era un día normal, volvía de la escuela como todo niño normal, había hecho un dibujo de mi familia, mi mayordomo me recibió, me dijo que mis padres subieron a su habitación, cuando entré… Lo único que encontré fue sangre en toda la habitación, y algunas cosas que preferiría omitir… Un monstruo frente a mí, de no ser por mi mayordomo, habría muerto ahí, entonces empecé a entrenar, a los siete años me uní a la fuerza paranormal, a los vigilantes, entrené y me volví más fuerte, con un propósito, matar a los demonios, cuando supe todo eso, empecé la cacería, hacía todo lo que querían, trabajos, realmente asquerosos, pero cada vez caía más y más en la locura, asesinaba todo, sin dejar nada atrás, fue en una misión, que cambió mi vida, tenía que asesinar a una mujer, nada que no hubiera hecho, cuando estaba a punto de hacerlo, apareció la hija de la mujer, corrió a abrazarla, recuerdo que tenía diez años en ese tiempo, sólo diez, y vi a la mujer abrazar a su hija, me miró y me dijo “Dale un buen futuro a mi hija”, eso, me llegó directo, me hizo recordar lo de mis padres, entonces… Me puse a llorar, la mujer me miró y se acercó, a pesar de todo lo que había hecho antes, a pesar de haber querido matarla, me abrazó y me consoló, sintió todo el dolor que sentía y me dijo “Tranquilo, este futuro, es el mejor” ¸ acortaré aquí, le pregunté todo, ella era una Ak’sei, al menos descendiente, trataban de vivir en paz, pero los demonios querían eliminarlos, así que formaron una organización para irlos acabando a todos los Ak’sei. 
Nagisa: Dices que… Pero eso… ¿Tienes pruebas? 
Sosei: Sí, tengo pruebas, muchas, pero no puedo, después de lo que he hecho decir, “Hola, soy Smiley, y los vigilantes son demonios”. 
Nagisa: Pero… Eso no explica nada de lo que hiciste, ni de lo que haces. 
Sosei: Todos y cada uno de las personas que he asesinado, son demonios, no cualquiera, los que han causado muerte y destrucción. 
Nagisa: Pero, ¿Qué hacías en el banco? 
Sosei: Los demonios cada vez son más y más fuertes, los trajes de vigilantes dan a su portador mejores estadísticas, aumentando todo, ya sea fuerza, energía, aguante. 
Nagisa: Bien, ¿Y? 
Sosei: Cuando abandoné los vigilantes, estos destruyeron mi traje, separándolo en varias partes, durante estos años he buscado y recolectado cada una de las partes para volver a armarlo. 
Nagisa: Quieres volverte imparable. 
Sosei: Cuando tenga ese poder… Podré liberar la verdad, quiero que la gente sepa… Lo que se les ha ocultado. 
Nagisa: Ya veo… La historia es muy diferente desde vuestro ángulo… Esto nos lo enseñan en la escuela, y realmente no sabría a quién creerle. 
Sosei: Lo entiendo. 
Nagisa: Digo, sabría, porque de no ser que te has portado más humano que mucha gente que conozco, no te habría creído, pero creo que debes mostrarme más que eso para confirmarlo. 
Sosei: ¿Qué? Digo… Eres la primera persona que sabe quién soy en realidad. 
Nagisa: No lo habría imaginado, es muy paradójico. 
Sosei: ¿Qué deseas entonces? 
Nagisa: Ver tu traje, si ese traje existe, te creeré. 
Sosei: Uhm… No puedo decir si estás mintiendo o tratando de engañarme… Estás muy calmada, quizás por miedo o por algo que no podría saber que es… Pero bien, mañana te enseñaré mi traje o al menos lo que tengo. 
Nagisa: Hasta entonces… Estaré neutral o al menos, lo más que pueda. 
Sosei: Eres diferente a los demás… Pero no podría decir qué es. 
Nagisa: ¿Uh? 
El celular de Nagisa vibró, esta revisó inmediatamente. 
Nagisa: Es mi madre, se enteró lo del banco… Está preocupada, tengo que irme. 
Sosei: Pero aun no llega la comida. 
Nagisa: Lo siento. 
Sosei: Si es así, déjame llevarte… N-N-No pienses nada, es lo mínimo que puedo hacer después de lo que hice. 
Nagisa: Debes tener cosas que hacer. 
Sosei: No, realmente, no hago más que trabajar y trabajar. 
Nagisa: Si no es problema. 
Sosei tomó su celular y marcó rápidamente, alguien le contestó y rápidamente le habló, Nagisa no entendió mucho más que el nombre del restaurante, luego cortó y dejó el teléfono en la mesa. 
Sosei: Cinco minutos, vendrán a dejar un auto. 
Nagisa: ¿Sabes manejar? 
Sosei: No tendría licencia si no fuera así. 
Nagisa: Vaya. 
Sosei: Nagisa… ¿A-A-Al chico del banco…? ¿Lo conocías? 
Nagisa: Es mi novio... Digo… Era… 
Sosei: ¡Lo siento tanto! Creo que hoy cometí demasiados errores… Lo siento, lo siento. 
Nagisa: Se nota que no has hecho nunca esto. 
Sosei: Lo siento… No sé por qué, soy un imbécil. 
Nagisa: Wow, tranquilo, no seguiré con ese estúpido después de lo que hizo. 
Sosei: ¿Eh? No es por abrogar por él, pero estaba en una posición que no le permitía pensar bien, su corazón estaba al límite entre un paro cardiaco, tenía que tomar una decisión rápida, a diferencia de ti que estabas confundida, tus neuronas no procesaron el peligro hasta cuando dije lo que dije. 
Nagisa: Es mucha información científica. 
Sosei: Oh, es que puedo sentir muchas de las cosas que me rodean. 
Nagisa: Es impresionante, y a la vez, debe ser molesto. 
Sosei: Oh, no, lo puedo controlar. 
Nagisa: Ah… 
Sosei miró su celular. 
Sosei: Ve fuera y espera, yo iré a pagar. 
Nagisa: Sí. 
Nagisa tomó sus cosas y se dirigió a la entrada. 
Recibidor: Que tenga buena noche señorita. 
Nagisa: Igual a usted. 
Nagisa sonrió, hizo una pequeña reverencia y salió del lugar, cuando iba saliendo, un auto de lujo se estacionó frente a ella, negro y llantas doradas, un hombre, mayor, de unos cincuenta años se bajó y se paró frente a Nagisa. 
Hombre: Usted debe ser la señorita Nagisa, el señorito la mencionó, pase y tome asiento. 
Nagisa: ¿Eh? ¿En ese auto? 
Hombre: Sí… No se preocupe, el señorito conoce todas las normas de manejo, además, no expondría ninguna vida más que la suya. 
Nagisa: Creía que tenía unos gustos más simples. 
Hombre: Los tiene, estos automóviles son comprados por las empresas y enviados de regalo hacia él. 
Nagisa: ¿Cuántos tiene? 
Hombre: Hasta ahora, catorce automóviles personales. 
Nagisa: Wow, son muchos. 
Sosei: Haruo, ¿Lo trajiste tú? Ese no lo conocía. 
Hombre: Lo mandaron de la empresa hoy. 
Sosei: ¿Cuándo dejarán de hacer eso? 
Hombre: Eso no debe hablarse en presente de la señorita, no es prudente. 
Sosei: Oh… Ella… Sí… Hablaremos en casa sobre eso. 
El hombre extendió su mano y le entregó las llaves a Sosei. 
Hombre: Lo esperaré. 
Sosei se rascó la nuca mientras reía nerviosamente. 
Hombre: Buena noche señorita. 
El hombre se fue caminando. 
Nagisa: ¿Qué fue eso? 
Sosei: Oh… Nada, no te preocupes. 
Nagisa: No me preocupa, te preocupaba a ti. 
Sosei: Jajaja… Ignóralo. 
Los dos subieron al auto, el olor a nuevo se sentía. 
Sosei: Cinturón, la seguridad es primero. 
Nagisa: Gracias. 
El auto comenzó a andar, Nagisa miraba hacia el frente, Sosei sólo estaba callado mirando fijo hacia el frente, Nagisa se giró para mirarlo y pudo ver como las mejillas de este enrojecían. 
Nagisa: Es gracioso, se te nota mucho la vergüenza. 
Sosei: ¿Y-Y-Yo? 
Nagisa: ¿Qué te da vergüenza? 
Sosei: Que me miren. 
Nagisa: Eres muy honesto. 
Sosei: E-E-Es algo q-que no puedo controlar. 
Nagisa: Eso es… Bueno, al menos eres sincero. 
Sosei: La gente miente cuando quiere proteger algo yo no necesito ocultar ni proteger nada de mí, lo mejor es que no hubiese existido… Eso es lo que dicen todos al verme. 
Nagisa: Tu vida es muy triste al parecer. 
Sosei: No me gusta que se compadezcan de mi vida, trato de mantener a la gente fuera, no quiero que nadie sufra por mi existencia. 
Nagisa: Entiendo porque eres tan solitario, pero de verdad, ¿No tienes a nadie? 
Sosei: Todos necesitamos a alguien… Incluso los como yo. 
Nagisa: No digo lo contrario, o sea, no creo que seas bueno. 
Sosei se mantuvo serio. 
Nagisa: Pero tampoco veo que seas malo. 
Sosei: Es una buena manera de verlo. 
Nagisa: ¿Sabes dónde vamos? 
Sosei se detuvo rápidamente. 
Sosei: Me perdí en mi idiotez. 
Nagisa: Jajaja, veo que a todos nos pasa, tranquilo, ¿Conoces el grupo de apartamentos que está cerca de un rio? 
Sosei: Sí, he pasado muchas veces en el trote matutino. 
Nagisa: Ahí vivo yo. 
Sosei: Wow, me sorprende nunca haberte visto, aunque no creo que hubiera servido de nada. 
Nagisa: Eso creo. 
Sosei hizo andar el auto nuevamente, Nagisa miró al frente sonriendo. 
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Nagisa: Aquí es. 
Sosei: No te dejaré en la puerta para que no creas que quiero espiarte. 
Nagisa: Jajaja. 
Sosei: ¿Dije eso? Lo siento mucho, sigo sin controlarme. 
Nagisa: Ven, te enseñaré donde vivo. 
Sosei: ¿Eh? 
Nagisa: Vamos. 
Sosei: E-E-Está bien. 
Nagisa sonrió y ambos bajaron, Nagisa caminó delante, Sosei iba completamente rojo. 
Sosei: Esto… No nos convierte en amigos ni nada, ¿V-Verdad? 
Nagisa: No. 
Sosei suspiró aliviado. 
Nagisa: Es demasiado pronto, somos algo más que conocidos, ahora que conozco toda la historia de tu vida. 
Sosei: Al menos la mayor parte. 
Nagisa: Una… ¿Conocidostad? Jajaja. 
Sosei: Nagisa yo… 
Nagisa: Llegamos. 
Se detuvieron frente a la puerta treinta y dos, quinto piso. 
Nagisa: Aquí vivo. 
Sosei: Parece un buen lugar. 
Nagisa: Es agradable. 
Sosei: Bien, debería irme. 
Nagisa tocó el timbre. 
Nagisa: Supongo. 
Sosei: Fue agradable tu compañía, lamentablemente sé que no puedes decir lo mismo. 
Nagisa: Fue agradable, excepto en la parte que creí que me matarías, pero lo demás, fue… Una nueva experiencia. 
Sosei: Sí, bueno, supongo que ahora me pedirás que nunca nos veamos nuevamente. 
Nagisa: ¿Eh? ¿Por qué diría eso? Aun me debes mostrar el traje para creerte. 
Sosei: Yo… 
La puerta se abrió y salió la madre de Nagisa. 
Mujer: ¡Nagisa! Estábamos muy preocupados. 
Nagisa: Mamá… Me asfixias. 
Mujer: ¿Qué pasó? Creí que ibas a salir con Miio, y luego vimos que sales en televisión como la chica raptada por el demonio Smiley. 
Nagisa: Pues, sí, pero luego. 
Sosei: Es mi culpa señora. 
La mujer miró a Sosei completamente extrañada. 
Mujer: ¿Quién eres? ¿Qué hacías con mi hija? 
Sosei: E-E-Eh. 
La madre de Nagisa se lanzó sobre Sosei como un perro rabioso. 
Nagisa: Mamá, déjalo, no me hizo nada malo, él me ayudó después que Smiley me liberó. 
Mujer: Uhm, me pareces familiar niñato, ¿Estás seguro de que no hicieron nada malo? 
Sosei: Seguro señora, palabra de Hamada. 
Mujer: ¿Hamada? 
Nagisa: Eso es lo que no me dejaste decirte, él es Sosei Hamada. 
Mujer: ¿El multimillonario? 
Nagisa: Ajá. 
Mujer: L-L-Lo siento. 
Sosei: No se preocupe, lo tengo merecido, pero insistí a su hija a comer algo, después del shock debía relajarse, lo lamento mucho, señora Sanae. 
Mujer: Por favor, dígame Asuna. 
Sosei: No podría. 
Asuna: ¿No quiere pasar a beber algo? 
Sosei: Lo siento, realmente debo marcharme. 
Asuna: Oh, en ese caso… La invitación queda abierta. 
Sosei: La tendré en cuenta. 
Nagisa: ¿Nos das unos segundos? 
Asuna: ¿Eh? Oh, sí, sí, sólo no hagas nada malo. 
Nagisa: ¡Mamá! 
Sosei sólo giró la cabeza sin entender nada, Asuna entró rápidamente. 
Nagisa: Bien, supongo que es hora de irte. 
Sosei: Creo que ya te he fastidiado suficiente la noche. 
Nagisa: No creo que sea fastidiar, sólo… Fue algo inesperado. 
Sosei: Oh, bueno… Supongo que nos veremos cuando quieras. 
Nagisa: Espera mi llamado. 
Sosei: Sí, estaré atento. 
Nagisa: Mira, no me importa lo que seas, mientras seas sincero, y siento que no estás mintiendo. 
Sosei: Se notaría si miento, mi cara toma una tonalidad violeta. 
Nagisa: Jajaja, me gustaría ver eso. 
Sosei: No se ve a menudo. 
Nagisa: Eso es bueno. 
Sosei: Bien, a-adiós. 
Nagisa: Adiós Sosei. 
Sosei hizo una reverencia y caminó hacia la escalera. 
Nagisa: Es… Raro. 
Asuna: ¿Enserio? 
Nagisa gritó, Asuna rió. 
Asuna: Tranquila hija. 
Nagisa: No te formes historias que no son, somos solo conocidos. 
Asuna: Lo sé, lo sé… Sólo se conocieron hoy, aun así… Actuaba bastante amable. 
Nagisa: ¡Madre! 
Asuna: Entra, entra, va a empezar a helar. 
Nagisa: Sí. 
Nagisa entró y se fue directo a su habitación tirándose en la cama. 
Nagisa: Puedo… Respirar. 
Nagisa suspiró y sus ojos se llenaron de lágrimas. 
Nagisa: ¿P-P-Por qué a mí? 
Nagisa se cubrió la cara con ambas manos. 
Nagisa: Y-Yo sólo quería huir, y él… No puede ser él… ¿Esto es un sueño? Era un demonio y yo hablándole como si no pasara nada, ¿Qué pasa conmigo? Hice lo que tenía que hacer… Debo llamar a la policía… Debo… 
Nagisa miró el techo. 
Nagisa: ¿Faltar a mi palabra?  
Nagisa estaba en un conflicto emocional… Una parte de su mente le decía que debía llamar rápidamente a la policía, pero una pequeña parte, estaba intrigada, sabía que era malo lo que hacía, acercarse a un asesino, pero algo, una pequeña esperanza, le decía que intentara aguantar, que podría ser la iniciadora de algo importante, Nagisa se acurrucó en su cama. 
Nagisa: ¿Qué hago? 
Nagisa tomó su almohada y se durmió. 
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Yu: Entonces… ¿Eso pasó? 
Nagisa: S-Sí. 
Yu: Tengo la sensación de que hay algo que me ocultas. 
Nagisa: Nunca te ocultaría nada a ti amiga. 
Yu: Entonces, con Miio… ¿Qué harás? 
Nagisa: Creo… Que terminaré con él. 
Yu: ¿De verdad? ¿Sabes lo que significa eso? 
Nagisa: Sí. 
Un tumulto se armó, Nagisa y Yu sólo lo ignoraron. 
Nagisa: Pues… 
Voz: ¿Cómo está la novia más hermosa? 
Nagisa se giró de brazos cruzados. 
Miio: Vaya, parece que estás enojada. 
Nagisa: ¿Qué? Con un cobarde como tú, ¿Enojada? No, enojada es poco, estoy infeliz… ¿Sabes por qué? Porque has cancelado todos los eventos en el último tiempo, porque no te das el tiempo de preocuparte como estoy, o tal vez, que me capturó un demonio saber si sobreviví, estoy más que enojada Miio, estoy… Terminando contigo. 
Miio: ¿Eh? ¿Enserio? ¿Qué te hace creer que puedes? Sabes bien lo que pasará. 
Nagisa: Estoy dispuesta a estudiar en un basurero si eso me aleja de ti… No eres bueno para mí. 
Miio: ¿Sabes qué? No te dejaré cometer el peor error de tu vida, te daré una oportunidad. 
Yu: ¡Ya cállate! Nagisa, lo siento, pero toda la escuela sabe que sales con cada chica que se te da la gana, cuando dices que tienes que hacer algo por tus padres, es sólo la excusa para engañar a Nagisa, estoy harta y ahora que mi amiga no es feliz contigo es bueno poder decirlo. 
Nagisa: ¿Es eso cierto? 
Miio: No. 
Yu: Sí. 
Nagisa se acercó a Miio y lo abofeteó, un silencio total se sintió en el patio de la escuela, Miio miró a Nagisa. 
Miio: Pedazo de mal agradecida, te di la oportunidad de llegar alto… Si tan sólo no tuvieras a esta estúpida de amiga… Pero a mí nadie me golpea de gratis. 
Miio levantó la mano para golpear a Nagisa, pero otra mano lo detuvo. 
Voz: Si te atreves a intentar hacerlo, la pagarás caro. 
Miio se soltó y se giró para ver la figura encapuchada. 
Miio: ¿Quién te crees? 
Miio empujó a la figura y le dio un puñetazo, Nagisa comprendió el error de Miio al ver la capucha salirse y ver a Sosei. 
Nagisa: T-Tú. 
Sosei se acomodó la mandíbula y puso su mano en el hombro de Miio. 
Sosei: Por tu conveniencia, olvidaré esto, y dejarás a Nagisa en paz para siempre. 
Miio temblaba. 
Miio: Sí señor, no se preocupe señor. 
Sosei: Ahora, fuera. 
Miio asintió y huyó del lugar, luego Sosei se puso la capucha, Nagisa se le acercó. 
Nagisa: Gracias. 
Sosei miró hacia Nagisa y se notó inmediatamente su rubor. 
Sosei: N-No es nada- 
Yu: ¡Sosei! 
Sosei: Hola, Yu. 
Nagisa: ¿Qué haces aquí? 
Sosei: Ah, nada, es asunto de la empresa con la escuela. 
Nagisa: Oh. 
Sosei: Tranquila, no es por ti, sería extraño. 
Nagisa: Yo. 
Sosei: Bien, me retiro, debo hablar con la directora. 
Nagisa: Bien. 
Sosei se marchó tranquilamente. 
Yu: Uy, ¿Qué pasa aquí? 
Nagisa: ¡Nada! No pienses nada raro. 
Yu: Está bien, no te alteres. 
Nagisa: Fue de ayuda que estuviera aquí. 
Yu: Técnicamente la escuela es suya así que… 
Nagisa: No lo sabía. 
Yu: Ahora sólo quiero felicitarte por terminar con esa basura. 
Nagisa: No puedo creer que me estuviera engañando… Ni que me lo ocultaras. 
Yu: Mira, sé que no es excusa, pero eras tan feliz con él, cada paseo y todo, que quitarte esa felicidad me dolía, después de todo eras mi amiga, pero yo te lo advertí. 
Nagisa: Tengo que admitir que sí… Bien, veremos qué dirá mi madre ahora… Hitomi se enfadará. 
Yu: Bueno, consecuencias, niña, así es la vida. 
Nagisa: Andas con pensamientos profundos hoy. 
Yu: No, sólo estoy en modo zen. 
Nagisa: Vamos a la sala de clases. 
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Pasaba la segunda hora de la tarde, Yu tonteaba junto a Nagisa mientras esta escribía. 
Nagisa: Deberías estar más concentrada. 
Yu: Nagisa, si yo no esto en el promedio intelectual, ¿Quién lo estará? 
Nagisa: ¿De verdad me estás diciendo eso? 
Yu: Bueno, ¿Qué te voy a decir? 
Nagisa: No sé cómo sigues con buenas calificaciones. 
Profesor: ¡Señorita Sanae! 
Nagisa se levantó completamente asustada y miró al frente, junto al profesor estaba la directora Haruki. 
Nagisa: Aquí estoy. 
Profesor: La señorita Haruki tiene que hablar con usted, acompáñela por favor. 
Nagisa: E-Está bien. 
La señorita Haruki salió de la sala, Nagisa se apresuró para seguirla. 
Nagisa: ¿Qué sucede? 
La señorita Haruki la miró de reojo y no dijo nada. 
“Debe ser por Miio, apostaría lo que fuera que es por él” 
Las dos caminaron por los pasillos, la directora no dijo nada, el silencio era mortal para Nagisa, llegaron a los dos minutos a la oficina, el lugar no era muy grande ni parecía algo de lujos, estaba adornado alegremente con un escritorio, plantas y algunas fotos. 
Haruki: Señorita, tome asiento por favor. 
Nagisa se sentó en un cómodo sofá. 
Haruki: Iré directo al punto, su ex novio canceló la paga de todo hacia usted… Incluso lo que corresponde a su vivienda, no debería decirle eso, pero me parece asqueroso lo que él hizo. 
Nagisa: ¿E-E-Es eso cierto? 
Haruki: Lo lamento, pero sí. 
Nagisa: No pensé que llegaría a tanto… Eso significa, que no podré seguir estudiando. 
Haruki: Eso… No es del todo cierto. 
Nagisa: ¿Eh? 
La directora revisó su escritorio y sacó un sobre que se lo entregó a Nagisa. 
Haruki: Eso es suyo. 
Nagisa: ¿Qué es? 
Haruki: Es una tarjeta de crédito. 
Nagisa: ¿Qué? ¿Por qué? 
Haruki: Desde mañana empezará a utilizar el transporte pagado, la vendrán a dejar y la irá a dejar a su nuevo departamento. 
Nagisa: ¿Q-Qué? 
Haruki: Van a vivir en otra dirección ahora, todo pagado. 
Nagisa: ¿Y esto? 
Haruki: Lo siento, verdaderamente me perdí en la conversación, una importante empresa decidió dar un regalo a un alumno a elección mía y pues viendo sus calificaciones decidí dárselos a usted. 
Nagisa: Oh, ya veo… 
Nagisa miró a la directora a los ojos, esta inmediatamente miró hacia otro lado, Nagisa miró la tarjeta. 
Nagisa: ¿Importante empresa…? Señorita Haruki… Ahora que dijo todo eso… ¿Me puede decir quien realmente mandó esto? 
Haruki: Lo siento, pero si se lo digo, él dijo que usted no aceptaría. 
Nagisa: ¿Fue el señorito Hamada? Fue Sosei, ¿Verdad? 
Haruki: Sí, fue él. 
Nagisa: ¿Mis padres saben de esto? 
Haruki: Ellos fueron los primeros en enterarse, al principio estaban confundidos, pero al enterarse de la situación, su madre dijo “Para mantener a mi hija lejos de esa basura, me iría al ártico”, son sus palabras. 
Nagisa: Madre… Yo… 
Haruki: Debo comunicarle al señorito lo que usted diga. 
Nagisa: Por un lado… Siento que es aprovecharme de él o tal vez… Otra cosa… Pero, si no acepto, me quedo sin casa ni nada. 
Haruki: Tranquila, el señorito nunca hace algo con intereses, ha ayudado a mucha gente, claro en secreto, le gusta el anonimato. 
Nagisa: Ni que lo diga. 
Haruki: ¿Y bien? 
Nagisa: Acepto. 
Haruki: Bien, le diré. 
Nagisa: ¿Puedo retirarme? Quiero hablar con él directamente. 
Haruki: Yo… Está bien, vaya tranquilamente, aquí tiene un pase para retirarse. 
Nagisa: Gracias señorita, con su permiso. 
Haruki: Retírese. 
Nagisa se levantó y salió, el profesor la esperaba en la entrada de la sala. 
Profesor: ¿Tiene el pase? 
Nagisa le entregó el papel que la directora le había dado. 
Profesor: Tome sus cosas y retírese, nos veremos la próxima clase. 
Nagisa: Gracias. 
Nagisa entró en silencio, tomó sus cosas y se despidió de Yu. 
Yu: ¿Qué pasa? 
Nagisa: Más tarde te llamo. 
Yu: Está bien. 
Nagisa se aferró a sus cosas como pudo y salió trotando de la sala, en la entrada de la escuela la esperaba la directora. 
Haruki: Buena suerte señorita… Porque la necesitará para mantenerse en calma. 
La directora entró en la escuela caminando tranquilamente. 
Nagisa: ¿A qué se refería con eso? Da igual… Ahora debo llamarlo, no puedo creer que intente comprar mi silencio, ¿No confiaba en mi palabra? 
Nagisa tomó su celular y marcó el número de Sosei, pasaron unos segundos alguien respondió, era la voz de una niña pequeña. 
Niña: ¿Hola? 
Nagisa: ¿H-Hola? ¿Con quién hablo? 
Niña: Soy Tania, ¿Quién es? 
Nagisa: Tania, ¿Está Sosei cerca? 
Tania: ¡Tío! Lo llaman. 
Nagisa escuchó una carrera y el teléfono pasar de mano. 
Sosei: ¿Nagisa? 
Nagisa: Hola, ¿Te molesto? 
Sosei: No, estoy algo libre por un minuto, ¿Qué sucede? 
Nagisa: Quería saber si podíamos hablar… 
Sosei: Ahora estoy algo ocupado, pero si quieres, puedo enviar alguien a buscarte para que vengas, si quieres. 
Nagisa: Y… Yo… Está bien. 
Sosei: Espera en la entrada, y te irán a buscar. 
Nagisa: Está bien. 
Sosei: Bien, hasta vernos. 
Nagisa cortó y miró el teléfono por unos segundos. 
Nagisa: ¿Qué hacía? 
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