Vlad

CAPITULO 25

Mientras escuchábamos las campanadas de la iglesia, Vlad me preguntó si podía curarle las heridas, así que volvimos a su castillo.

MC- Siento haber tardado tanto. Tuve que pedirle prestado el botiquín a Charles. Además, Fausto me dio una medicina sospechosa... Déjame ver.

VLAD- Adelante.

Vlad se sentó en la cama mientras yo le desabrochaba la camisa. Le toqué la piel, pero no vi heridas por ninguna parte.

(Están todas curadas... Mintió porque no quería que me fuera...)

MC- Eres muy injusto.

VLAD- Lo sé.

Vlad se rió al ver que había caído en su dulce trampa y tiró de mí hacia él.

MC- ¡Ay!

Me inmovilizó sobre la cama, con la espalda apretada contra las suaves sábanas. Mientras me miraba, me acarició la mejilla como si estuviera tocando algo precioso.

(Vlad...)

VLAD- MC... Quiero que sepas que este es el tipo de hombre del que te enamoraste.

Se quitó la camisa y vi una cicatriz de aspecto doloroso justo sobre su corazón.

(Ahí fue donde lo apuñaló la lanza...)

El noto mi mirada y guio la punta de mis dedos a la cicatriz... la unica cicatriz en todo su cuerpo.

VLAD- El hombre del que te enamoraste tiene un cuerpo como este. Es una criatura diferente a ti. Pero...

Murmuró, sonriendo tan bellamente como una rosa recién florecida. Su sonrisa me robó el corazón, como tantas otras veces.

VLAD- MC, no puedo dejarte ir nunca más. Porque te esperé durante tanto tiempo.

MC- Mmm...

Me besó apasionadamente, una y otra vez. Nuestros cuerpos se fundieron... Estaba tan atrapada en el momento que ni siquiera me importó ser tímida.

MC- ¡Ahh!

Rodeé su cuello con mis brazos de placer y él dijo con una voz dulce como el azúcar...

VLAD- MC, mírame.

Lentamente volví mi mirada hacia él. La suave luz de la luna iluminaba su rostro. Parecía tan feliz y triste al mismo tiempo. Tantas emociones agridulces estaban en su cara que mi corazón latía como loco.

(Esto es amor)

Si esto no era amor, no sabía lo que era. Teníamos tanto amor en los ojos que no había palabras para describirlo. Nuestros cuerpos se apretaron el uno contra el otro con fuerza.

MC- ¡Mm, ahh...!

Sentía que me ahogaba de placer, pero Vlad me sujetaba con fuerza para que no me perdiera.

VLAD- MC...

Y me hizo saber con todo su cuerpo que él era el único que podía tanto romperme como protegerme. Sentí una dicha como nunca antes había experimentado. Y sólo podía pensar en él.

(Nngh...)

Cuando me desperté, me di cuenta de que aún era de noche. Vlad no estaba en la cama. Miré a mi alrededor y lo vi sentado en una silla mirando algo.

(¿Qué está mirando? Oh...)

Estaba mirando aquel retrato sin rostro... mío, de aquel día nevado. Mientras la pálida luz de la luna brillaba en su cara, parecía tan tranquilo. Me pregunté si estaría pensando en cuánto tiempo me había buscado.

(Oye, Vlad... Sé que tu lado peligroso no ha desaparecido. Puede que algún día vuelva a perderte de vista. Pero...)

De repente me miró, y sus ojos carmesí se ablandaron de afecto.

(Te encontraré, una y otra vez. Pase lo que pase. Encontraré tu corazón)

El día después de Navidad, la nieve dejó de caer y todo volvió a la normalidad. O al menos... eso esperaba.

(¿Cómo ha pasado esto...)

CHARLES-HENRI- ¿Cómo podemos robar a MC, Docteur?

FAUST- No quiero problemas. ¿Quizás podamos encerrarla en el castillo?

Cuando me he despertado esta mañana, he ido a volver a casa, a la mansión, cuando Vlad me ha mirado extrañado, y entonces ha pasado esto.

(Tengo trabajo que hacer en la mansión, necesito devolverles todo lo que me han hecho. Así que les dije que tenía que ir a casa)

Pero antes de que me diera cuenta, los tres estaban tramando cómo secuestrarme.

(Normalmente no consigues que se pongan de acuerdo en nada, pero para esto están de acuerdo).

VLAD- A MC no le gustará que hagamos nada por la fuerza.

MC- ¿Qué?

VLAD- ¡Oh, ya sé! Vayamos todos a la mansión. Podemos hablarlo y seguro que lo entenderán.

Antes de darme cuenta de lo que estaba pasando, me estaban arrastrando a un carruaje. Y los vampiros del castillo se enfrentaban a los vampiros de la mansión... Estaba muy nerviosa y me encontré tragando saliva.

(¡Esto no parece que vaya a ser una discusión pacífica en absoluto!)

Napoleón rompió el silencio.

NAPOLEÓN- Lo que habías planeado puede ser una forma de resolverlo. Pero que lo entienda no significa que esté de acuerdo... Pero tú has cambiado gracias a MC, ¿no?

VLAD- Sí. Y la necesito a mi lado para que vele por mí.

Vlad y Napoleón se miraron fijamente. De repente oí pasos.

SAINT-GERMAIN- He oído lo que tienes que decir, pero tengo una responsabilidad para con ella por haberla traído aquí.

MC- Conde...

SAINT-GERMAIN- Acabo de volver, MC. Se lo he oído todo a Sebastián.

El Conde había vuelto de las negociaciones para ayudar a los más desfavorecidos, y volvió a poner en marcha el debate.

VLAD Y CONDE- Tendremos que hablar de ello.

Y hablaron de ello... Hacía tiempo que el sol se había puesto y todos estaban agotados. Finalmente, las cosas estaban terminando.

SEBASTIAN- Muy bien, permítanme resumir nuestra reunión. MC vivirá aquí en esta mansión durante un tiempo e irá a visitar a Vlad. Avisará al Conde cuando apueste por quedarse en casa de Vlad. ¿Están todos de acuerdo?

SAINT-GERMAIN- No tengo objeciones.

VLAD- ......

FAUST- Heheh. Ha merecido la pena venir hasta aquí para ver la cara de frustración del vejestorio.

CHARLES-HENRI- Docteur, ¿era esa su verdadera razón para venir aquí? Sinceramente...

(Bueno, supongo que está arreglado, entonces...)

Todos se sonrieron. Justo en ese momento, la puerta del comedor se abrió de golpe.

SHAKESPEARE- ......

MC- ¡...!

THEODORUS- ¿Qué quieres, Shakespeare?




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