Voces en Casa

La Casa De La Abuela

Camino a casa de mi abuela me encontré a uno de sus vecinos don Tulipano, bueno se llama Tulio, pero yo le digo Tulipano, Tulipán, Florencio, Floripondio, etc. Es un viejo amargado y siempre se está quejando de algo.

Tulipán – ¡¡Dile a Mane que calle a los niños ya estoy cansado de escucharlos correr, gritar y brincar de cama en cama!!

Me da pereza responderle, cada vez me cuesta más trabajo responderle amablemente, pero soy un pan de Dios así que respirare profundo y me limitare a saludarlo, en fin, ya está más para allá que para acá, además no sé de qué habla, mi abuela vive sola.

Meg – Buenos días don Tulipano.

Demonios le dije Tulipano en lugar de Tulio, pero creo que no me escucho jajaja de todas formas esta sorda jajajajaja, ¡¡esoooo!! Tulipano – dije para mis adentros - camina, camina entra y cierra la puerta. ¡Se fue! ¡Adiós popo! jajajaj

Me dirigí a casa de mi preciosa abuela, al entrar vi que no estaba la bicicleta de mi tío, eso quiere decir que nadie la visita el día de hoy, que bueno porque no tengo ganas de ver a nadie, solo a mi abuelita. Verán mi abuelita tiene demencia senil así que se la pasa hablando sola y alucinando, ya casi no ve bien así que nos la llevaremos a mi casa para cuidar de ella, yo la quiero mucho y para mí es perfecta, aunque mi madre diga que no. La mayor parte del tiempo se la pasa diciendo cosas raras sobre sus alucinaciones así que hablo con ella y le pregunto cosas para ejercitar su memoria y se distraiga, siempre le digo que ignore a todas esas supuestas personas que ve, pero no me hace caso y vive enojada porque según ella los niños traviesos le esconden las cosas, en su tiempo fue una persona muy funcional pero ahora es terca como una niña y le encantan los dulces y gracias a Dios puede comerlos ya que es una persona muy sana, en general ese es el panorama.

Fui a la recamara de mi abuelita y la encontré sentada en la cama buscando un pasador para el cabello que traía perdido y estaba muy enojada, jajaja si supiera que esta atrás de ella, ¡¡Ayyy!! Me da ternura cuando no encuentra las cosas.

Meg – ¡Hola abuelita! Ya llegué.

Mane - ¡Hola! Mama mira ven y ayúdame a buscar un incaible que traigo perdido porque estos niños travesurientos me los tiraron.

Meg – ¿Este?

Manu – Sí, ¿Dónde estaba?

Meg – Atrás de ti.

Manu -aaah…

Meg – ¿Abuelita que es una julia?

En realidad, se lo que es, solo fingí no saber para que me diga y enfoque su mente en otra cosa. Comenzó a hablarme sobre lo que era una julia, dijo lo mismo de siempre, “antes al transporte publico se le llamaba julia… bla bla bla” yo estaba distraída en el celular mientras ella se desviaba del tema y comenzaba a hablarme de algunas otras cosas de sus tiempos, yo estaba sentada en  frente de ella pero la cama era algo incomoda y poco a poco sin darme cuenta me acomode dándole la espalda y ella continuaba hablando, así pasaron dos horas hasta que llego mi papa, solo escuche el sonido del claxon y la voz de mi papa llamándome.

Padre – ¡¡Meeeeeeg!!

Sali y lo vi.

Padre – Bueno muchacha cabrona, nomas estas en el cuadrito (cell) no escuchas que te estoy hable y hable.

Mes – Es que mi abuela no deja de hablar, ahora anda con que le robaron una bufanda.

Padre – Pues ve por ella para ya irnos.

Regrese a la recamara de mi abuela y ¡¡Oh!! Sorpresa no estaba, le hable y la busque por toda la habitación, mire en el baño y nada, hacia un instante ella estaba aquí, regrese con mi papa para decirle que me ayudara a buscarla, al acercarme a la camioneta la vi en el otro asiento junto a mi papa.

Meg – ¿Qué? la acabo de escuchar acá adentro.

Padre – jajajaja por estar en el celular ni te diste cuenta cuando la saque de la recamara, hasta la subí a la camioneta, pero te deje que fueras para que vieras que si se escuchan voces en esa recamara y en toda la casa, tu abuelo siempre dijo que a veces le chistaban y nunca le quisimos creer.

Meg – ¡¡queeeee!!  ¿Cuánto tiempo llevas aquí con mi abuela?

Padre – Hace media hora que me encontré a tu abuela en la puerta de la recamara y la subí a la camioneta y hasta acá se escuchan las voces.

Me quede helada cuando dijo eso, rápido me subí a la parte de atrás de la camioneta y nos fuimos, paso mucho tiempo para que siquiera pasara por esa calle, hace unos días pase por ahí, es una de las calles que me queda de paso de regreso de la escuela. Mire de lejos a don Tulio gritando como siempre.

Tulipán – Oye deberías visitar a tu abuela mas seguido, la pobre se está volviendo loca, la semana pasada la vi y casi se tropieza con una cubeta.

Al parecer don Tulio no sabe que mi abuela falleció hace cuatro meses.

 

 

 

FIN

Que linda te ves leyendo este relato Esperancita…

Pero te van a jalar las patas en la noche maldita criada.

jajajaja



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En el texto hay: fantasmas, casa embrujada, incrédulos

Editado: 04.07.2020

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