Prólogo

No soy quien crees que soy.

Cuando leas estas palabras, probablemente pensarás que se trata de una obra de ficción, un simple libro lleno de historias para entretenerte. Quiero que lo creas así. Porque si por un segundo sospechas que lo que aquí escribo es real, te verás tentado a buscar respuestas, y eso sería un error.

Todo lo que necesitas saber es esto: cada relato que encuentres en estas páginas es más que una narración. Es un eco de algo que ocurrió, algo que vi, algo que viví… o algo de lo que nunca logré escapar.

Las historias me encontraron, no al revés. Fueron como sombras que se deslizaban bajo la puerta de mi vida, esperando el momento perfecto para devorarme. Al principio, pensé que eran coincidencias, sueños, pesadillas de una mente agotada. Pero pronto entendí que había un patrón, una conexión que me unía a cada uno de ellos.

Estoy atrapada. Cada palabra que escribo parece cerrar una puerta, pero abre otra. He intentado dejar de escribir, pero los relatos no me lo permiten. Y ahora tú, lector, estás aquí, sosteniendo este libro. Quiero advertirte, pero las sombras no me dejarán.

No te distraigas. Presta atención. Las señales están ahí, en cada página. Porque una vez que entres, ellos también te verán.

Y en este juego, nadie sale ileso.