Han pasado meses desde que Louis se quedo encerrado sin libertad condicional en un manicomio, por haber dicho que escuchaba voces y que había alguien del otro mundo que lo ayudaba y que también ese alguien había matado a su madre que él no había sido el culpable.
No fue mi culpa, no fue mi culpa…-Se decía mil veces Louis mientras se abrazaba, su apariencia era horrible, su cabello había perdido brillo y color, su cuerpo estaba más delgado solo traía una bata, lo hacían tomarse unas pastillas rojas para tranquilizarse, decidió dormir tratando de no pensar más en lo que había pasado.
Hola pequeño…-Susurro una voz muy conocida para él, se despertó de inmediato, para acorrucarse bien ignorando lo que había escuchado, el no podía volver ¿oh si?.-
Volví por tu alma…-Eso hizo que Louis se sintiera lleno de miedo, sin más, Harry se convirtió como normalmente es tomo al menos del cuello, mordiéndolo, mientras sus ojos reflejaban el placer. –Tu alma es perfecta.
Sin más Louis ya estaba con él en el inframundo.