Volando al Viento [ Genshin Impact ]

Capítulo 01. Llévate mi tristeza

Notas del Autor:

Hola a todos, espero estén bien. El día de hoy les traigo el primer capítulo de esta nueva historia, en esta ocasión basada en el videojuego Genshin Impact, y protagonizada por mis dos personajes favoritos de éste: Ayaka y Kazuha. Esta historia ha estado rondando en mi cabeza por largo rato, y como recientemente he terminado el arco de Inazuma, he decidido darle vida de una vez por todas.

La historia será de cierta una forma un tipo de precuela del arco de Inazuma presentado en el juego, pero con varios cambios en los sucesos narrados, el trasfondo de varios personajes, y unos pocos retoques a las personalidades y motivaciones de estos. La esencia de todo lo que conocen del juego seguirá aquí, pero cabe mencionar que me tomaré varias libertades con el fin de darle a todo un toque más narrativo y, claro, ajustar las cosas a lo que deseo contar. Por ello quizás lo correcto sería decir que la historia rozará un poco en el Universo Alterno o el Canon Divergente. De mi lado lo veo más como una reinterpretación del arco de Inazuma y de sus personajes.

Como dije la historia estará principalmente enfocada en Ayaka y Kazuha, pero también será protagonizada por otros varios personajes de Inazuma como Thoma, Sara, Ayato, Tomo, y muchos más. Igualmente se introducirán varios OC (o Personajes Originales) que servirán de apoyo o complemento a la historia.

Al final de cada capítulo intentaré agregar algunas notas aclaratorias cuando lo crea necesario. Pero igual si tienen alguna duda o se requiere alguna aclaración, pueden dejármelo en los comentarios.

Sin más por el momento, empecemos…

Capítulo 01.
Llévate mi tristeza

Incluso a los ocho años, Kamisato Ayaka siempre se había distinguido por ser una niña obediente y servicial, que hacía lo que le decían y nunca daba ningún problema; ni a sus padres, ni a su hermano, ni a los sirvientes, ni a nadie. Y por ello, cuando aquella tarde de primavera le informaron que su hermano tendría una importante reunión con sus consejeros, y no debía interrumpirlos o siquiera acercarse a la sala en la que se encontraban, no dudó en acatar la instrucción tal cual se la habían dado.

Sin embargo, la ferviente tendencia a obedecer de la joven Kamisato fue puesta a prueba cuando comenzó a percibir su nombre entre los susurros discretos de los sirvientes; acompañado además de frases de gran peso como “el futuro del clan”, o palabras más… llamativas como “compromiso” y “matrimonio”.

Aunque en aquel momento Ayaka no fue capaz de conectar cómo todo aquello se relacionaba entre sí, y en especial con ella, igual bastó para hacer vibrar su curiosidad infantil, y dejar de lado su deber por primera vez en mucho tiempo.

La pequeña se encaminó sigilosa por los pasillos de la Hacienda Kamisato en dirección a la sala que le habían dicho tajantemente no se acercara. No había ningún sirviente o guardia a la vista, lo cual resultó provechoso. Se paró entonces justo afuera de la puerta de madera para intentar escuchar la misteriosa conversación que se suscitaba dentro; prácticamente tenía su oreja pegada a ésta.

La voz que le resultaba más clara y reconocible, era justo la de su hermano mayor, Ayato.

—Así que el clan Kaedehara —escuchó que murmuraba con la habitual seriedad que solía distinguirlo al estar en ese tipo de reuniones—. Sí, me parece que mi padre me llegó a hablar un poco de esa familia y de sus sobresalientes guerreros.

—En efecto —oyó justo después que respondía con moderada emoción la voz de alguien más; posiblemente la de uno de los viejos consejeros de su padre, que ahora eran los de su hermano—. Los espadachines del clan Kaedehara son de los más hábiles de toda Inazuma. Tener su lealtad únicamente hacia el clan Kamisato sería algo invaluable.

—Entiendo —murmuró Ayato, sonando en realidad algo indiferente a ese alegato—. Pero, ¿tener la lealtad de un clan de espadachines es en verdad tan importante en una época de paz como en la que vivimos? En especial si el precio es la mano de mi hermana.

«¿Mi mano?» pensó Ayaka confundida, arrugando poco su entrecejo. ¿De qué estaban hablando exactamente? ¿Y qué tenía que ver ella con todo eso?

En el interior de la habitación se encontraban, primero por supuesto el joven amo de la casa, Kamisato Ayato, de tan sólo quince años. Sentado a sus espaldas, protegiendo su retaguardia, se estaba Thoma, su guardaespaldas y amigo de su misma edad. Y delante de ellos estaban tres hombres, claramente mayores que los dos jóvenes; incluso eran más viejos de lo que era el antiguo líder del clan.

En aquellos momentos Ayato acababa hace poco de tomar el liderazgo del clan tras la muerte de su padre, y poco a poco se iba empapando de todos esos asuntos. Pero a pesar de su mente tan ágil y aguda inteligencia, era claro que aún le faltaba mucho por aprender; y en ocasiones sus consejeros parecían querer usar eso a su favor.

Aun así, tenía bastante claro que comprometer a su hermana con cualquiera, siendo ésta aún tan joven, no era una decisión que debía tomar a la ligera.

¿Qué hubiera decidido su padre estando en su lugar…?




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