Hangar de la Milicia — 08:34pm.
Rápidamente el sol se escondió y la luna salió. Los cinco soldados elegidos se reúnen con el teniente Snow y con Amadeus a esperar instrucciones. Al estar todos en este lugar, el científico Wilson no duda en hablar con ellos.
—Me alegra de que hayan venido. Lo que vamos a hacer es sencillo, ustedes se irán en esa camioneta que está allí estacionada hacia la dirección que tiene el señor Snow, él será el líder. Yo iré en otra camioneta a la misma dirección a la que van. Cuando lleguemos recibirán más instrucciones — Decía Amadeus mientras mostraba la camioneta en donde el equipo se ira.
—Somos “El equipo Delta”. Prepárense bien, soldados — Exclamó el teniente Snow.
Siguiendo órdenes, los cinco soldados suben a la camioneta y colocan sus mochilas en la parte de atrás. Luego los soldados se sientan listos para partir. En ese momento, Nathan observa que la cremallera de su mochila está ligeramente abierta así que decide cerrarla por completo pero logra percatarse que adentro hay algo que no había antes. Al ver de qué se trata, sonríe y decide cerrar lentamente la cremallera del bolso.
<<El collar de Sharon está en mi mochila. Ese collar que tiene la palabra Voluntad en ella. Esa mujer lo puso allí sin que yo me diera cuenta, cada vez me sorprende más>> — Pensaba con una ligera sonrisa en su rostro.
El teniente Snow decide conducir y sin tantos rodeos se marchan hacia la dirección asignada. Salir de la academia militar parece algo increíble para muchos de los que están allí ya que se emocionan a ver el mundo más allá de cuatro paredes. En el viaje el cadete John le habla al teniente.
—Señor, Amadeus debe de ser un gran amigo como para que usted haga un favor así. ¿Se encuentra bien? Lo noto algo molesto.
—No me pasa nada, cadete, él es un amigo. M—Mejor céntrate en la misión — Exclamó Snow mientras conducía.
Los demás soldados se encuentran en la parte de atrás de la camioneta. Nathan y Erick observan las hermosas y radiantes estrellas en el cielo.
—Hace una linda noche, ¿no lo creen? — Preguntó Erick a todo el equipo los cuales estaban en silencio. Un observador O’Brian se percata de esto y para dejar a un lado el silencio le habla a Mary la cual estaba algo pensativa.
—¡Oye, chica! Nunca he tenido la oportunidad de hablar contigo y conocernos mejor, considerando que llevamos el mismo tiempo internado en la academia. Pero te noto extraña. ¿Estás pensando en algo en específico? — Luego de escuchar esto, Mary levanta su cabeza para observar detenidamente las estrellas en el cielo y luego de suspirar le responde con una actitud muy calmada.
—No me gusta hablar de mi vida privada a soldados de primera, pero es que cada vez que tengo una misión me preocupa el hecho de que tal vez no regrese a la academia y mucho menos a casa donde me está esperando mi pareja. Mi novio me propuso matrimonio el mismo día que entré a la milicia y me da algo de miedo que pueda perderlo — Decía Mary con una voz un tanto triste. Luego introduce su mano en uno de sus bolsillos para sacar una fotografía en donde se ve a un hombre con ella y decide enseñarlas a todo el equipo.
—Así que ese hombre es tu prometido. Se ven muy felices juntos — Dijo Mac de manera honesta.
En ese momento la camioneta se detiene. John y el teniente Snow bajan y ordenan a los demás a bajar también de la camioneta. Al bajar observan que están en la orilla de una playa la cual esta desolada debido a lo tarde que es. A lo lejos se puede ver algo flotando en el mar.
—¿Qué es esa cosa que se ve allá? — Preguntó el cadete John. De pronto aparece Amadeus atrás del equipo para responder la pregunta.
—Eso que se ve allá es un submarino de la Unión Soviética. Allí es donde tienen que ir a recuperar todas mis pertenencias que esos desgraciados me robaron. Quiero que recuperen mis documentos, mis recipientes, mis químicos, todo el equipo que suelo usar para mis cosas. ¿Quedó claro? El señor Snow irá con ustedes y yo iré atrás siguiéndolos.
El equipo escucha las instrucciones y como buenos soldados obedecen. Todos entran a una lancha que estaba en la orilla de playa para poder acercarse al submarino y abordarlo. Luego de que todos están dentro, arrancan los motores de la lancha y parten. En el viaje Erick le comenta al cadete John.
—¡Hey! Musso. ¿Es tu primera misión? Pareces algo ansioso.
—Sí, señor. Es mi primera misión y estoy bastante asustado pero ansioso a la vez. Solo quiero hacer bien mi labor y reunirme con mi madre, eso es lo que quiero. Ella lo es todo para mí — Respondió John muy ansioso.
Rápidamente el equipo llega al submarino y detienen la lancha en la parte izquierda donde hay un punto muerto y nadie los puede ver abordar. El teniente ayuda a sus soldados a entrar al submarino y una vez ya dentro observan que se encuentran en una habitación.
Editado: 26.05.2020