Voluntad de Guerrero

Capítulo IX - Trabajo en equipo

Casa de la familia Harper — 09:55pm.

Amaya se encuentra en su habitación acostada mientras observa el techo y se mantiene con su celular en la mano. Mientras que por otro lado, en la habitación de al lado su madre lee una revista con una pequeña lámpara al lado de su cama para que le dé luz. Melinda se detiene por un momento apartando la revista y quitándose las gafas, alzando su voz para que su hija la escuche.

          —¡Hija, ¿estás bien?! — La atención de Amaya se centra en el grito de su madre.

          —Sí, estoy bien. S—Solo que estoy aburrida y aun no tengo sueño — Esto deja a la señora de la casa un poco más aliviada ya que estaba preocupada por ella.

          —¡Ah! Así somos las madres de preocupadas — Susurraba Melinda mientras tomaba de nuevo la revista y continúa leyendo.

Mientras que en la habitación de su hija, Amaya mira una y otra vez la pantalla de su celular y su pierna derecha la mantiene en constante movimiento ya que se encuentra algo inquieta, ella espera con ansias recibir alguna noticia de lo que está sucediendo con sus queridos amigos.

<<¡Vamos, Arthur! ¿Qué estás haciendo? ¿En dónde estás? Me tienes bastante preocupada. ¡Da señales de vida, por el amor de dios!>> — Pensaba atentamente. Ella no duda ni por un segundo en tomar su celular y marcar para llamar a su mejor amigo ya que no soportaba estar sin saber nada.

En las calles de la ciudad, Arthur conduce su auto a una velocidad moderada mientras observa su celular el cual está a un lado para ver la última localización de Nathan.

En las calles de la ciudad, Arthur conduce su auto a una velocidad moderada mientras observa su celular el cual está a un lado para ver la última localización de Nathan                         

          —Estoy cerca. Casi llego — Decía Arthur en voz baja hablando consigo mismo. De pronto su celular comienza a sonar y se percata que Amaya la está llamando, él toma el celular y contesta la llamada.

          —¡Hola! ¿Estás bien? ¿Qué sucede? — Preguntaba Amaya vía telefónica.

          —Sí, estoy bien. Aún sigo no he llegado a la última ubicación de Nate pero ya estoy cerca. Espero que esté ahí o sino perdí mi tiempo en haber venido hasta acá — Contestó mientras se detenía ya que un semáforo está en rojo.

Estando en su habitación, Amaya se queda un poco más aliviada por escuchar la voz de su amiga, y ella suspira demostrando estar relajada.

          —¡Espero que lo encuentres! Y ten mucho cuidado, aun Floyd y su gente están secuestrando personas. Recuerda que te quiero mucho y que eres muy importante para mí — Exclama ella. Al decirle esto, Arthur sonríe con mucha dulzura.

Luego de terminar con la llamada, el intrépido Holland se percata en la pantalla de su celular, el punto negro en el mapa de la ciudad, que significa la ubicación de Nathan, ha vuelto a aparecer y se está moviendo rápidamente.

          —Así que has vuelto a aparecer — Susurró Arthur quien al ver que el semáforo cambió de color, pisa el acelerador para seguir al punto negro del mapa queriendo encontrar de una vez por todas a su amigo.

De regreso con Sam y Black Hood. Estos dos se encuentran dentro de las instalaciones secretas del alcalde ya que el joven O’Brian no quería aceptar lo que su amigo le había dicho.

          —¡No! No puede ser que Danny no esté aquí. Estamos en la base de Floyd Sullivan. ¿Dónde más puede estar? — Preguntaba Nathan muy molesto.

Las vigas que sostienen el lugar comienzan a derrumbarse poco a poco. Sam al darse cuenta de esto levanta sus cejas bastante sorprendido y asustado.

          —¡No tengo idea de donde esté el niño! Lo que sé es que aquí no está. ¡Salimos ahora de este lugar o moriremos! — Decía extendiéndole su mano.

Sin nada más que hacer, Nathan sube a la motocicleta con su amigo y ambos salen del lugar por la puerta del hangar el cual los lleva a una rampa elevada que parece conducir hacia una salida. Sam acelera lo más que puede mientras que los escombros caen velozmente haciendo que el polvo se alce y dificulte la vista para conducir.

          —¡Esto se está complicando! — Exclamó Sam teniendo los ojos semiabiertos para tratar que el polvo no sea un problema mayor.

Justo al frente de su camino, de pronto comienza a caer escombros haciendo que conduzca de manera que esquive las rocas y los trozos gigantes de escombros que hay.

          —¡Sam, cuidado! — Gritó Nathan para alertar a su amigo el cual estaba algo despistado.

Luego de una larga cuesta, por fin consiguen salir y llegar a la superficie. Sam se estaciona a unos diez metros lejos del lugar y comienza a respirar más rápido tomándolo aire fresco.

          —¡Vaya! Eso estuvo cerca — Susurró Sam aliviado.



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En el texto hay: heroes, aventura, suspenso.

Editado: 26.05.2020

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