La ciudad se encontraba en calma aun sabiendo que el terrorista Dark Demon, ahora con su identidad descubierta, anda suelto sin dar señales de vida ni nada. Los ciudadanos viven tranquilamente pero con el miedo de que Floyd ande rondando por ahí.
09 de Octubre — 08:47am. Hora antes del caos.
El departamento de policía se ha encargado de rastrearlo de todas las manera posibles para encontrarlo, sin embargo no han obtenido resultados. Mientras que los amigos más cercanos del joven O'Brian, Arthur y Amaya, se encuentran en el hospital Hope dentro de la sala donde esta acostado en la camilla con su coma aparentemente irreversible. Ambos están sentados en unas sillas al lado de su amigo charlando.
—¿Te encuentras bien? Me refiero a tu herida — Dijo Amaya preocupada por él, y no duda en responder.
—¡Ah! Sí, estoy bien. Solo fue una herida superficial, la bala solo me rozó. Los paramédicos me atendieron rápido luego de que traje a Nate así que estoy bien. ¡Gracias por preocuparte! ¿Y tú estás bien?
Esta pregunta hace que la señorita Harper se queda un momento pensativa y mire a su izquierda, donde Nathan se mantiene en la camilla.
—Sin incluir lo de Nathan, estoy bien pero... aún no puedo creer lo de Sam. ¡Se supone que él era nuestro amigo!
—Tu misma lo has dicho, "era" nuestro amigo. No sé porque lo hizo pero el caso es que presionó el gatillo y ahora está desaparecido junto con Floyd y Amadeus — Decía molesto por haber recordado la aparente traición una de las personas que más le tenía aprecio.
En ese momento el comisionado Frank entra a la sala con una bolsa de color marrón la cual tiene un logo bastante llamativo y por su actitud parece no estar de humor.
—Yo tampoco puedo creer que Sam hubiera hecho una cosa como esta. Por cierto, les traje algo de comer — Frank deja la bolsa en una pequeña mesa que estaba justo al lado. Arthur se levanta de su asiento muy inquieto.
—Usted mismo lo vio. ¡Él lo golpeó en el rostro y luego huyó sin ninguna explicación! Y además luego de ese día los detectives investigaron todo el lugar encontrando las grabaciones de las cámaras de seguridad las cuales también grabaron el momento en donde su hijo toma el arma y le dispara sin compasión a Nathan. ¡Es un hecho! No sea obtuso. ¡Acepte de una vez que Samuel nos abandonó, nos traicionó! —
Sin saber que decir, el señor se queda en silencio sabiendo en el fondo que Arthur tiene razón pero no quiere aceptar la realidad. Amaya intenta calmar a su amigo quien se había alterado un poco.
—T—Tienes razón. Lo siento. Solo que toda esta situación se me es difícil de aceptar… Discúlpenme — Exclamó Frank quien no quiere agregar nada más a la conversación, es por eso que se retira de la sala, estando a punto de comenzar a llorar. Arthur se relaja un poco al darse cuenta que su corazón se encuentra un poco acelerado.
—Fuiste muy duro con él. Recuerda que ese señor nos ha ayudado mucho con este problema. ¡Él y su equipo saben que Nate es Black Hood y aun así guardaron el secreto! Eso fue un buen gesto de su parte. Hay que ponerse en el lugar de Frank, es difícil aceptar que su hijo esté del lado del causante de tanto caos — Le dice la señorita Harper con un tono de voz bajo.
—Lo sé, me excedí esta vez. ¡Tienes toda la razón! Luego me disculparé con él, pero antes, ¡tengo mucha hambre! Veamos que nos trajo — Dijo Arthur quien se acerca a la bolsa que había dejado Frank para tomarla y sacar dos hamburguesas que lucen muy deliciosas.
—Ya le mandé el mensaje de buenos días a Moira. No he sido capaz de contarle toda esta locura, si le dijera se preocuparía mucho y tal vez vendría hasta aquí, ella está más a salvo lejos de la ciudad — Le comenta Arthur bastante seguro en lo que dice.
—T—Tienes razón, menos mal que mi padre está con ella — Dijo Amaya.
Ambos se sientan a comer al lado de la camilla de su amigo sintiendo en el fondo que la situación está empeorando cada vez más ocultando sus miedos y frustraciones en una sonrisa. En ese momento Amaya se queda mirando a los ojos a Arthur y darse cuenta que tiene una mancha de mostaza en su mejilla, ella decide quitarla con su dedo lentamente.
—¡Tienes una mancha allí! Comes como si fueras un niño pequeño, ja — Amaya le quita la mancha y luego lo comienza a mirar detenidamente, pero esta vez con otros ojos. Enseguida Arthur nota la mirada diferente de su amiga.
Editado: 26.05.2020