Volver a Amar. #3

Capítulo 14.

🦋Geraldine🦋

 

¿Cayden?

No, no era él, frote mis ojos ya que por fin pude soltarme de su agarre, enfoque mejor mi vista y me percaté de que era Cameron, el amigo de Cayden.

—Eh Guapo —lo llamó Diana sonriendo con coquetería—, solo charlábamos.

Cameron apretó los labios y se acercó hasta donde me encontraba parada, se posiciono en frente mío en un gesto de protección pude respirar mejor pero todavía me sentía demasiado ansiosa por lo que seguiría luego de esto.

—Lo que vi fue algo distinto.

— ¿Ah sí? —Murmura fingiendo desinteres. Ladea la cabeza y con gesto inocente pregunta—, ¿Y que viste?

No entendía como ella podía actuar con tanta indiferencia, con tanta frialdad, como si los sentimientos de los demás no le importasen en absoluto. ¿Qué fue lo que lastimó tanto su corazón para querer dañar a los demás?

—La golpeaste —Dijo en tono acusador.

— ¿Y?

Quería parar de llorar, demostrar que no importaba lo que ella dijesen de mí, pero tocó mis puntos débiles. Sobrepasó la línea como siempre lo hace. Cameron se posiciono a mi lado y paso su brazo por mis hombros reconfortándome, me pareció algo incómodo, mi primer instinto fue alejarlo pero me contuve porque solo terminaría pareciendo una mal agradecida cuando él solo está tratando de ayudarme.

—Esta llorando —Dijo señalándome—, ¿Crees que eso es divertido? ¿Qué jugar con ella es algo normal?

Las tres rieron yo cerré fuertemente los ojos, esperando la paliza verbal de Diana.

—Sí, puedo ver perfectamente sus lágrimas, ¿Sí me parece divertido? —Sonrió con malicia—. No sabes cuánto y jugar con ella es algo normal guapo, que tú la defiendas es lo raro.

—Debería darte vergüenza... el cinismo con el cual tratas a Geraldine ¿Te gustaría que alguien te diera una paliza o te insulte? ¿Qué se diviertan a costa tuya? —Ella se quedó callada apretando la mandibula desvio la mirada hacia la calle—. Eso pensé.

—No sé quién eres, pero dudo que conozcas muy bien a esa puta para defenderla, es una maldita...

—Me das lástima —Levante la mirada para ver a Cameron—, no sé por lo que estás pasando pero espero que lo soluciones y no sigas tratando asi a las personas. Esos comentarios te lo guardas, ella no tiene el porque de escucharlos —Me miró y luego a ellas, me tendió su mano pero no la tomé—, Vamos Ger, te llevo a tu casa.

Como no acepte su mano igualmente la tomó jalándome sin esperar mi respuesta. Mire a las tres con miedo y pánico, pero por suerte solo me lanzaron miradas de odio, no nos siguieron. Me llevó hasta su auto el cual es tan parecido al de Cayden.

— ¿Este es el coche de Cayden? —Pregunte abrochándome mi cinturón.

—No, él y yo tenemos gustos demasiado parecidos.

Solo solté un apenas autible "entiendo" y cerré la boca. No quería hablar sobre lo que paso con Diana y sus perras falderas por lo cual me comencé a poner nerviosa, jugueteaba con mis dedos intentando calmarme pero era en vano.

— ¿Por qué dejas que te hagan daño?

Levante la cabeza de golpe. No sabía que decir, puso el auto en marcha y yo buscaba una respuesta en mi cabeza, pero por más que lo pensaba no sabía que decir.

—No… no losé.

Y era la verdad.

¿Podía defenderme de ellas? Lo dudo mucho. Ellas son más fuertes que yo, soy demasiado pequeña y delgaducha como para poder enfrentarme a las tres.

—No debes dejar que jueguen contigo de esa manera —Habló con cierto tono de regañina—, deberías contárselo a tus padres.

Una risa triste escapo de mis labios ¿Padres? ¿Qué padres?

Mi labio inferior comenzó a temblar y ahogue un sollozo. Él me miró alarmado no tardó en estacionar el auto a un lado de la carretera. Se desabrocho el cinturón y me miro buscando alguna pista de que acababa de decir para que comenzara a llorar nuevamente.

—No me digas que tus padres... ¡Lo siento!

Negué con la cabeza.

—No tienes por qué disculparte —Murmuro sorbiendo mi nariz—, no lo sabías.

— ¿Te molestaban por eso?

—Yo... no quiero hablar sobre eso.

Trague saliva, no me gustaba tocar este tema ni siquiera con Cindy, Cameron sigue siendo un extraño para mí, no puedo darme el lujo de soltar toda mi mierda a una persona tan buena. Sentí su mano sobre la mía y levante la mirada, mis ojos seguían aguados él me miraba triste levantó su mano de la mía para secar mis lágrimas gesto que me confundió.

—Puedes confiar en mí, Ger.

Mi rostro de seguro demostró más confusión sí eso es posible. No sabía si contarle algo, no todo obviamente... pero el dolor que sentía en el pecho parecía extinguirse cuando me hablaba, así que asentí.

—Mi papá murió hace unos años... y mi mamá —Cerré los ojos con fuerza—, se suicidó hace poco.

Espere que reaccionará con una risa, que se burlara, pero eso no fue lo que paso. Él soltó mi mano y abrió la puerta del auto, lo mire confundida pero no tardó en llegar hasta mi puerta y abrirla. Me ofreció su mano la cual tome con recelo. Al salir del auto no tardo en abrazarme, gesto que me pareció tan lindo y extraño. El nudo en mi garganta reapareció y las lágrimas volvieron a caer.

—Tranquila Ger, tal vez no nos conocemos pero no dudes que yo estaré para ti. En cualquier día, hora... En cualquier momento yo estaré para ti.

—Gracias... en serio necesitaba un abrazo.

No alcé la mirada, no tenía el valor de mirarlo a la cara.

—Espero que podamos ser amigos.

Quería decirle que no, que yo no podía tener amigos. Pero el vacío en mi corazón necesitaba cariño, a un amigo, entonces sin pensar en las consecuencias de lastimar a otra persona dije:

—Yo también espero que podamos serlo.

 

💎💎💎


Me despedí de Cameron con la mano. En todo el camino se dedicó a hacerme reír, cosa que lograba con facilidad, intercambiamos números y luego me trajo a casa. Entrar significaba que mi tía Celia me haría preguntas. No soy tonta, sé que mi reflejo no es el mejor en este momento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.