🦋Geraldine🦋
— ¿Y ahora qué se supone que haga con esto?
Él me miró con ternura, oh por favor no me mires de esa forma.
—Pues obviamente te lo llevas a la boca Geral.
Él se encontraba realmente divertido por la situación. Rodé los ojos.
—Eso ya lo sé tonto, pero no quiero.
—Te va a gustar —Sonrió—, confía en mí.
Mordí el interior de mi mejilla con recelo, mire la cosa esponjosa colorida que tenía en las manos.
—No puedo creer que nunca antes hayas probado un algodón de azúcar.
Golpeé su brazo él volvió a reírse y eso me ablando.
—Es que no le veo el chiste ¡Parece algodón rosado! No quiero probarlo.
—Ese es el chiste —Murmuro negando con la cabeza—. Vamos cómelo antes de que Nathan baje del juego y me pida que le compre uno.
—Mejor —Dije mirando la rueda de la fortuna.
—No —Dice quitándome el algodón y partiendo un pequeño pedazo—. Come.
Arqueé una ceja pero él en verdad quería que lo pruebe así que abrí la boca y el llevó el pequeño pedazo a mis labios. Cerré los ojos y me sorprendí al sentir como se deshacía en mi boca.
—Mmm —Murmure saboreándolo, abrí los ojos—, dame.
Él me tendió el palito y partí otro pedazo.
— ¡Vez! Te dije que te gustaría —Dijo riendo—, pero tú debes ser tan cerrada y negativa.
—No me gusta probar cosas nuevas —Llevé otro pedazo a mi boca el cual saboreé en segundos.
— ¿Ah sí? —Se acercó y me tomo de la mano.
Mi pulso se aceleró.
Ha pasado un tiempo desde nuestro beso. Debo admitir que desde ese día he estado más unida a Cayden. Él me lleva al colegio y luego va a su Universidad, cuando son mis días de ir a la biblioteca a trabajar vamos juntos.
No hablamos de lo que paso aquel día, lo que me alegra ya que siento algo de vergüenza sobre eso. También tuve que aclarar algunas cosas con Cameron, según Cayden él se gustaba de mí lo cual yo negué mil quinientas veces. Hasta que termine hablando con él sobre ello, me conto que se sintió atraído hacia mí, pero solo fue atracción.
Lo cual me sorprendió y alegro.
No entendía como le podía resultar atractiva a alguien como él y me alegro que no pasara a mayores.
Ahora quedamos como grandes amigos, sé que puedo contar con él y eso es bueno. Cayden y Cam ya no están peleados lo cual es un alivio inmenso.
—Sí —Dije en tono dubitativo.
Beso mi mejilla mientras reía.
—Ven vamos por Nathan.
Eso era algo a lo cual todavía me tenía que acostumbrar. Cayden estaba más cariñoso, me tomaba de la mano, besaba mi mejilla o me abrazaba en cualquier momento, una parte de mí siempre penso que luego de esa noche en donde ese hombre me mancho jamás volvería a siquiera pensar en la cercanía de otro hombre... la sola idea de imaginármelo me daba nauseas... pero con Cayden era diferente. Su cercanía era sanadora, todo él me trasportaba a un mundo diferente, uno en el cual ya no me veía triste.
Eso logra ponerme extremadamente feliz. Sé que él me trata de esa manera porque no sabe lo de mi enfermedad y ese es un secreto que no me deja tranquila. Cada día pienso en que decírselo será mala idea. Por lo cual no se lo diré.
No ahora.
No ahora que ya estoy siendo normal, que me estoy dejando llevar y no soy juzgada.
Caminamos hacia los niños que acababan de bajar del juego y vemos a Nathan venir corriendo.
—¡Algodón de azúcar!
Cayden me lanzó una mirada y yo sonreí. Se lo pase y él comenzó a comerlo.
— ¡Hey! No te lo acabes —Me queje en broma.
Él se rió provocando que los hoyuelos de sus mejillas aparezcan.
—Tú ya comiste tu parte ahora me toca a mí.
Cayden negó divertido y yo mire la hora.
—Bueno hay que ir a casa Nath, tus padres están por llegar.
Hizo un puchero pero asintió. Cayden soltó mi mano para sacar sus llaves del bolsillo y mi piel hormigueaba exigiendo el calor de sus manos devuelta. Cuando llegamos a su casa lo hicimos en el momento exacto que Danielle y Jake. Lo que me sorprendió fue ver a la copia de Danielle enfrente. Abrí y cerré los ojos, la mire nuevamente y me percaté que una niña está a su lado.
— ¡Tía Katherine! —Exclamó Nath y corrió a abrazar a la doble de Dani.
—¡Pequeño mocoso dos!
Lo abrazo riendo y luego su mirada se posó en mí y luego en Cayden.
— ¿Y esa quién es? —Me señaló sin vergüenza. Me puse nerviosa al ver que es algo intimidante.
— ¡Katherine! —La reprendió Dani—. No seas grosera.
Ella rodo los ojos con fastidió y me miro esperando una respuesta.
—Soy... soy Geraldine.
—Que nombre más raro... ¿Cayden no vas a saludar a tu hermana favorita?
Él negó sonriendo pero fue a abrazarla.
—Hola mocoso —Dijo y él se alejó de ella.
—Que sepas que Dani es mi favorit...
—Bla-bla-bla —Murmuro sonriendo—. Siempre dices lo mismo y ambos sabemos la verdad.
Cayden se agacho y abrazo a la niña.
—Hola, Esther.
—Hola Cay —Besó su mejilla con dulzura.
—Ella está antes que tu —Dijo señalando a la pequeña—. No eres muy buena hermana Kath.
Se notaba que hablaba en broma, se alejó y volvió junto a mí para pasar su brazo por mis hombros. Ella me miro ahora sorprendida.
—No me digas que ella es tu novia... ¿Chica tu eres ciega o qué?
No pude evitar reír. Cayden tenía la cara seria y con una mueca.
—Es una pesada no le hagas mucho caso.
—No, no soy su novia —Aclare rápidamente—. Es mi amigo.
Katherine rió pero de una forma escandalosa, con su vista en Cayden aun sonriente dijo:
—Directo a la friend Zone.
En eso un hombre muy apuesto baja de la camioneta que está frente a la casa, es alto y de piel pálida se acerca a Katherine, besa su mejilla para luego saludar a todos.
—Alex amigo ¿Cómo estás? —Murmura Jake.
Editado: 15.01.2022