Las cosas no pueden ir mejor. Mi vida dio un giro inesperado al aceptar ser la novia de Cayden. Todo está saliendo completamente bien y hasta creo que él es mi amuleto de buena suerte, en el colegio las burlas terminaron y como si eso fuese poco al fin expulsaron a Diana lo que significó que sus amigas tuvieron que seguirle el paso, un camino distinto al mío.
Mis tardes tristes y desoladas pasaron a ser tardes entre risas y cariños, gracias a mis amigos y en especial Cayden Harrison.
Danielle quedo maravillada al enterarse de que soy novia de Cayden. Lo malo fue la charla que tuvimos sin él. Me dijo que debía decirle la verdad.
Lo cual no puedo hacer... no es tan fácil.
Ella entendió eso, pero me dijo que debía decírselo cuando me sienta segura pero no sé.
Todo va bien. ¿Por qué debería arruinarlo todo? Nunca fui egoísta siempre pienso en los demás y en el daño que les puedo causar.
Mis reglas eran fáciles.
No encariñarme con nadie aparte de Cindy.
Y mis padres.
Pero todo se fue a la mierda cuando mi papá falleció, luego mi madre termino suicidándose, conozco a mi tía la con la cual termine mudándome, aparece Cayden para cambiarlo todo, Cameron, Danielle, Jake y Nathan se vuelven personas importantes en mi vida y como dije anteriormente, mis reglas se van a la mierda. Sé que si algo me sucede... ellos sufrirán las consecuencias pero no quiero apartarme como lo hago siempre.
Estoy cansada de eso.
Estoy cansada de huir.
—Tía enserio no debes preocuparte —Dije por milésima vez—. Yo estaré bien sola.
Ella se cruzó de brazos indecisa.
—No quiero dejarte sola, el viaje es de cuatro días Geraldine.
—Sé cuidarme sola.
—Lo sé —Se acerca para abrazarme—, pero igual me preocupas.
Mi tía tenía ojeras debajo de sus ojos mieles, el trabajo le estaba estresando de una manera impresionante, debía ir a Londres con sus nuevos diseños para presentarse en una pasarela muy reconocida.
—Estaré bien —Dije y ella se apartó para colocar bien mi cabello—. Además Cayden y Cindy de seguro no me dejaran sola.
Me daba risa como ellos se peleaban para ganar mi atención. Me alegra saber que aunque finjan no caerse bien... se hicieron amigos. Cameron se ponía celoso porque Cayden discutía y a la vez hablaba civilizadamente con Cindy.
Me puse a chillar al saber que Cameron sentía lo mismo que mi amiga. Solo que según él es demasiado rápido como para formar una relación con lo cual estuve de acuerdo.
—Un chico en la casa... eso me deja tan tranquila —Dijo con sarcasmo.
—No es cualquier chico es Cayden, mi novio —Ella suspiro—. Sabes que no pasara nada entre nosotros.
Ella me miro, pude ver tristeza en sus ojos y desvíe la mirada.
—Lo sé —Miró la hora en su celular—, ya me tengo que ir cielo mañana cuando desayunes por favor come algo nutritivo.
—De acuerdo.
Me abrazo una última vez y se marchó al aeropuerto. Fui hasta la cocina y prepare la cena. Solo un poco ya que solo estaba sola, luego de cenar lave los platos y limpie la casa ya que no lo hice temprano. Cuando estuvo todo limpio fui a darme una ducha.
Me puse un pijama liviano. Unos shorts a motas y una remera que Cayden se olvidó aquí luego de ensuciarla con pintura, para deleite de mis ojos pude ver su torso desnudo y eso fue asombroso. Me quedaba enorme pero eso jamás importo. Cuando voy a meterme a la cama oigo como tocan el timbre y frunzo el ceño. Suelto un suspiro y bajo las escaleras para ir a abrir la puerta. Ato mi cabello en una coleta, miro por la mirilla sorprendiendo al ver de quien se trata.
Cayden.
Frunzo el ceño y abro la puerta.
—Hola muñeca —Dice y levanta un pote de helado y una bolsa donde claramente se ven las oreos—. Espero que hayas cenado traje el postre.
Sonrío.
—Eres el mejor.
—Lo sé.
—Y ya llego nuevamente el Cayden egocéntrico —Murmuro en tono burlón.
Agarro una de las bolsas y luego con la mano libre agarro su mano para jalarlo hacia adentro, cierro la puerta y beso su mejilla.
—Pensé que no vendrías hoy.
Ambos caminamos hacia la sala donde dejamos las bolsas en la pequeña mesita.
— ¿Y perderme la oportunidad de dormir con mi novia? —Abrí los ojos alarmada—. Es una broma tonta —Dice y se acerca para abrazarme—. Aunque si quieres...
Quiero... Pero no puedo.
—No seas tonto —Murmuro nerviosa.
Él se ríe ajeno a mi nerviosismo.
—Dame un beso —Dice apartándose—, creo que lo merezco.
Frunzo los labios fingiendo pensarlo con seriedad, él no se aguanta y besa mi nariz, termino riendo. Me paro en puntillas y beso la comisura de sus labios, él sonríe. Está vez si beso sus labios y él rodea mi cintura con sus brazos.
—El helado va a derretirse —Murmuro sobre su boca.
—A la mierda el helado.
Vuelve a besarme lo cual me alegra, pero dejando un beso casto en sus labios me suelto de su agarre, él gruñe.
—No gruñas —Comento entre risas—, pareces un perro, un perrito adorable.
—Muy chistosita.
Sin parar de reír voy a la cocina por unos potes de helado y cucharas, cuando encuentro todo regreso a la sala me siento en el sofá junto a Cayden.
—Esa camiseta se me hace familiar.
Llevo mi vista hasta la camiseta de Cayden y me sonrojo.
—Bueno, yo quería… es que —Muerdo el interior de mi mejilla—, me gusta usarlo, aunque la lave sigue teniendo tu aroma y me gusta.
Bajo la mirada. Él no me lo permite por mucho tiempo ya que la levanta de manera delicada.
—Y a mí me gusta tu aroma —Frunce el ceño—, no te avergüences muñeca solo soy yo.
—Lo siento.
Él sonríe y besa me mejilla, muerdo mis labios porque las emociones que siento cuando estoy con él son demasiadas que creo que en algún momento explotare.
—Mejor ven y vamos a empalagarnos con esto.
Editado: 15.01.2022