Volver a Amar. #3

Capítulo 25.

Algunas personas pueden mentir con una facilidad impresionante sin sentir algún remordimiento por esa mentira.

Mentir es malo.

Eso nos lo enseñan de pequeños.

¿Entonces por qué hay tantas personas mentirosas?

Fácil.

La verdad es cruel. La mayoría de las veces que mentimos es porque somos conscientes de que si decimos la verdad nos espera algún castigo o reprimenda. Para mí, mentir, es algo ya natural.

No lo hago bien pero por lo menos siempre creen que estoy bien cuando no es así. La vida me enseñó a ser fuerte.

Ahora debo mentir ya que no deseo dañar a nadie. Esas tres personas que me esperan están muy preocupados por mí y yo no soy lo suficientemente valiente como para contar todos esos estudios que me han hecho.

Cayden al verme no sé si su rostro se torna preocupado o aliviado, como vio que no seguí avanzando camina hacia mí de manera rápida, cuando llega junto a mí me estrecha en sus brazos. El calor de su cuerpo me invade y lo abrazo fuerte.

—Me tenías tan preocupado Geraldine —Dice, puedo escuchar un suspiro de alivio.

Me apartó para mirarme. Quiero llorar, quiero llorar como un bebé en sus brazos.

—Estoy bien —Murmuro sonriendo.

"Estoy todo menos bien"

Cameron y mi amiga se acercan hasta nosotros, Cindy es la primera en hablar.

—Geraldine —Cayden me suelta a regaña dientes, ella no tarda en abrazarme—. Me tenías preocupada pequeña idiota ¿Qué demonios sucedió?

—Eso quiero saber yo —Dice Cayden—, Cam me contó que te trajo al Hospital por que tenías una pinta horrible ¿Por qué no me llamaste?

Me sentía una niña pequeña a la que regañan por comer dulces sin permiso de sus padres.

—Fue todo muy repentino —Dije acomodándome cerca de él.

Cindy sabe que estoy mintiendo. La forma en la cual cruza sus brazos me lo dice.

— ¿Qué te dijo el doctor?

Trague saliva.

—Es sólo una peste que anda rondando —Hice una mueca—, y por eso me sentía mal.

Ambos suspiraron menos ella. Sus ojos me pedían a gritos que dejara toda esta farsa y contara lo que en realidad está pasando.

Baje la mirada.

— ¿Pero porque tardaste tanto?

—Algunos análisis de sangre —Farfulle encogiéndome en mi lugar—, para asegurarse de que no fuera nada grave.

Esta vez me miraron todos con recelo.

— ¿Y ya te lo mostraron? —Asentí—. Esos análisis tardan mucho, Ger.

—El Doctor era amigo de mi padre.

Los tres callaron. El tema de mi padre era delicado por lo cual creo que no discutirán nada más conmigo.

—De acuerdo —Dijo Cayden—. Voy a llevarte a tu casa.

Asiento y los demás vienen a despedirse.

—Mañana me cuentas lo que en verdad sucedió.

Esas fueron las palabras que susurró Cindy al despedirse. Él me llevó a casa y por poco no me subió cargando las escaleras. Agotada me senté en la cama y Cayden me miró.

— ¿Te encuentras mejor?

La verdad era que el dolor de cabeza volvió apenas puse un pie en el auto. Pero es algo leve. Algo que yo puedo controlar.

—Estoy bien —Palmeo mi cama—. Ven, debes estar agotado.

—No te preocupes.

—Lo hago —Murmure recostándome en la cama—, de seguro no pudiste dormir nada.

Caminó hacia la cama y luego se sentó. No dijo nada mientras se sacaba los zapatos y la chaqueta para recostarse y posicionarse al lado mío. Su rostro estaba a milímetros del mío. Sus ojos despertaban en mí sentimientos que nunca antes había sentido.

—Te quiero Ger —Dijo juntando su frente con la mía—. Cuando Cameron me llamó... Él de verdad estaba preocupado, dijo que lucias demasiado pálida y que tu fiebre era demasiada. Tuve que salir de la clase de natación antes de lo previsto.

Mi pulso se aceleró cuando paso sus manos por mi mejilla.

—Cayden… no debes preocuparte —Miento.

—No me gustó la sensación que sentí en mi pecho muñeca —Cerré los ojos—, y me parece que ocultas algo.

—No oculto nada —Mentirosa, mentirosa, mentirosa.

—Cuando estés lista me lo dirás —Dijo y beso castamente mis labios— ¿Tienes sueño?

—Sí.

Beso mi frente para luego acostarse en la cama.

—Ven aquí.

Me acerqué más hacia él, de modo que coloque mi cabeza en su pecho, él paso sus manos por mi cintura lo cual hizo que mi piel se erizara.

—Te Quiero —Murmure al sentir como mis parpados pesaban.

—Yo te quiero el doble, Geraldine.

 

💎💎💎

 

—Ahora sí cuéntame todo Geraldine Ramsey.

La mirada letal que me lanza mi amiga me da miedo.

—Ya te lo conté todo ayer —Dije haciéndome la desatendida.

—Geraldine yo no soy idiota —Murmura cabreada— Además de que se bien lo de tu enfermedad, sé que puede agravarse.

Mordí el interior de mi mejilla.

—Por favor, dime que no se agravó.

—Te digo que no fue nada de eso —Digo fingiendo cansancio—. Sólo fue una peste, Cameron se asustó por nada.

Ella saltó hasta la cama para poder abrazarme.

—No quiero que te pase nada Ger —Dijo con la voz rota—. Eres mi hermana no sé qué haría sin ti.

—No digas esas cosas, no me pasará nada —Dije cortando el tema.

Seguimos hablando y luego de un rato mi tía Celia llegó sumamente angustiada. Me hizo un mar de preguntas las cuales respondí.

Con mentiras.

Estaba ansiosa esperando la llamada del Doctor. No quería que sean malas noticias, tal vez antes en verdad quería morir. Pero ahora ya tengo razones por las cual luchar y tendría tanta mala suerte si algo malo me esté sucediendo.

No quiero lastimar a nadie.

Hacerle daño a la gente que amo nunca estuvo en mis planes. Por eso me negaba a enamorarme... pero aquí estoy.

Terriblemente enamorada de Cayden.

Y no sé qué haría si la vida tiene preparado otros planes para mí.

 

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