Volver a Amar. #3

Capítulo 26.

—Mira esto también te lo puedes llevar —Dice Dani pasándome más vestidos. Abro los ojos sorprendida.

—Ya estás dándome demasiado Dani —Murmuro viendo la enorme bolsa—, no quiero aprovecharme.

—Nah, son vestidos que ahora no me van a caber —Dice señalando uno azul—, te van a quedar estupendos, llévate estos también.

Asiento con una sonrisa. Danielle sonríe al ver que no discuto con ella y sigue revisando su armario.

No sé cómo agradecerle todo lo que está haciendo por mí. Darme trabajo sin siquiera conocerme. No juzgarme al enterarse de todas mis mierdas. Y por sobre todo darme un cariño maternal que necesitaba desde hace mucho tiempo. Mi celular comienza a vibrar y lo atiendo sin mirar siquiera quien es.

—Hola —Digo en forma de saludo mientras toco la tela del vestido negro.

—Geraldine, soy el Doctor Diego... Tengo los resultados de tus análisis.

El vestido se cae de mis manos y un miedo atroz recorre mis venas. Siento como mi piel se eriza y un mal presentimiento hace que me quedé sin voz. Danielle me mira y luego se levanta rápidamente para venir junto a mí.

Recobro la compostura.

—Claro —Aclaro mi garganta—, voy para allá.

Cuelgo la llamada sin esperar alguna respuesta y miro a Dani con una sonrisa falsa.

—Debo marcharme... mi tía está algo enferma.

—Oh... ¿Y cómo se encuentra? —Pregunta preocupada.

Siento una presión en el pecho al mentirle por lo cual algunas lágrimas quieren salir. Pero las contengo.

—Ahora se encuentra mejor... pero está sola y es mejor que vaya a casa.

Ella asiente y besa mi frente.

—De acuerdo cariño, cuídate.

Asiento saliendo de su habitación para bajar las escaleras, bajo con cuidado y camino hacia la puerta para salir de la casa. Una vez en la parada espero el bus. Mis nervios incrementan más cada segundo.

Tal vez esté exagerando... pero desde que me desperté no he podido sacarme ese frío e incomodidad. Sé que sonará absurdo pero es así como me siento.

Subo al autobús y me siento en el fondo, abro la ventanilla como de costumbre. Saco mi celular de mi cartera con manos temblorosas.

Frunzo el ceño al ver que Cayden no me ha respondido y veo el mensaje de Cindy.

 

Cindy♡:
¡Adivina quién es la nueva novia de Cameron!


Abro los ojos con sorpresa y suelto una risita. Algunas personas voltear a verme por lo cual tapo mi boca con mis manos.


Yo:
¡No te lo creo! FELICIDADES CINDY.

Guardo el celular nuevamente, la sonrisa de mi rostro se borra al ver que ya estoy llegando. No puedo tener tanta mala suerte en la vida... de seguro me llama para decirme que todo está bien. Al entrar al Hospital pido una cita con el Doctor Diego Herrera, el cual al enterarse que llegué me hace ingresar de inmediato. Voy al mismo consultorio que la vez pasada y al entrar veo a Diego mirar unas carpetas. Su ceño esta fruncido y suelta un largo resoplido. Levanta la vista y me ve, se para y aclara su garganta.

—Adelante Ger, necesito hablar contigo.

Asiento y cierro la puerta detrás de mí.

— ¿Y tú tía?

Relamo mis labios en busca de una mentira.

—Tiene mucho trabajo.

Él asiente.

—Geraldine, no sé cómo decirte esto. Pero hemos detectado en los análisis un linfoma relacionado con algo que veía venir...

El aliento poco a poco se va de mis pulmones.

— ¿Eso qué significa? —Pregunto aturdida.

—Mira... el linfoma relacionado con el Sida es una enfermedad en la cual se encuentran células cancerosas que son malignas en el sistema linfático de pacientes que tienen SIDA.

— ¿Eso... es ma-lo? —Pregunto tartamudeando.

El suelta un suspiro y asiente. Su mirada se vuelve triste y mi pulso va a mil por hora.

—Geraldine, debes entender que debido a que el tejido linfático se encuentra en varias partes del cuerpo, el cáncer se puede originar en casi cualquier parte y propagarse a casi cualquier órgano o tejido. Entre éstos se encuentra el hígado, la médula ósea, el bazo o el cerebro.

Suelto un sollozo, entendiendo la gravedad de todo.

— ¿Me voy a morir? —Mi pregunta hace que se acomode en su silla de una manera recta.

—No tenemos que perder las esperanzas... se harán más pruebas para determinar si el cáncer se ha diseminado de su lugar de origen a otras partes del cuerpo.

Lo primero que me viene a la cabeza es mi nueva familia, porque todos se han preocupado mucho por mí. Dios Cayden.

»Tenemos que saber la etapa de tu enfermedad, la cual puede oscilar entre las etapas uno y cuatro —Murmura y luego se aclara la garganta—, para saber qué tanto se ha diseminado la enfermedad. Debo saber la etapa para planificar el tratamiento adecuado.

Escucho lo que dice y cada palabra hace que tenga mucho más miedo.

— Los análisis no fueron claros para saber la etapa así que tengo que realizar una operación llamada laparotomía para determinar la etapa del cáncer. —Arrugo el ceño, él al ver que no entiendo me lo explica—. Consiste en abrir el abdomen y observar los órganos cuidadosamente para determinar si contienen cáncer. Hay que cortar pedazos pequeños de tejido durante la operación para observarla en un microscopio. 

— ¿Operación? —Murmuro asustada—, ¿Por qué estas cosas me pasan a mí?

Diego me pide la mano por sobre el escritorio, se la paso y él la aprieta levemente.

—Lo siento, Geraldine.

Yo también lo siento.


💎💎

Camino rumbo a casa nuevamente. Hablé con Diego sobre todo, pero no estoy todavía aceptando nada.

No quiero tener cáncer aunque sé que ya lo tengo. Suelto un grito de frustración, todo esto debe ser una maldita broma. Seco mis lágrimas con mis manos antes de seguir caminando.

No puedo con todo.

No es justo.




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