Aparco el coche frente al club, antes de bajar busco en la guantera unos folletos que guarde, en la tarde planeo comprarle algo para mi ahijado. Aún no nació pero quiero regalarle algo y no tengo idea de que, Emma y John ya compraron la cuna, Sarah le regalo el coche y yo no se que obsequiarle; después de buscar en internet cientos de cosas para bebés decido mejor ir a un local y pedirle asesoramiento a alguna de las vendedoras. Dejo los folletos de algunas tiendas sobre el asiento de copiloto para recordarlo.
Escucho voces desde el exterior y levanto la vista, veo una chica de cabello naranja hablando con el entrenador. Esa cabellera no es muy facil de confundir en pocos segundos caigo en cuenta de que es la misma chica que casi atropellé ayer. Por alguna razón mis nervios aumentan y no puedo despegar la vista de ellos ¿y si me reconoció y quiere sacar provecho de la situación? Talvez quiere que me suspendan. Una y mil teorías se forman en mi mente, ellos discuten sobre algo. Ella intenta tocarlo pero Nestor se aparta bruscamente y solo una hipótesis llega a mi mente ¿es su amante? Bajo un poco el cristal de mi vehículo y solo logro escuchar a mi DT gritar
-¡no quiero volver a verte Allison!- la chica palidece al oír esas palabras pero sin decir nada da la vuelta y sale corriendo de allí. Lo bueno es que su tobillo está bien; Nestor entra y habla con Cesar, seguramente para pedirle discreción. Espero que los dos estén distraídos para bajar del auto. Paso por su lado y los saludo ellos responden serios.
Después de cambiarnos el entrenador camina hacia nosotros cargando la bolsa de balones. Las deja a unos metros y nos hace formar un medio círculo delante suyo. Lo observo fijamente y está como siempre normal, como si la discusión de hace minutos nunca existió, me concentro en lo que dice
-mañana tenemos un partido difícil, los quiero concentrados enfocados en cada jugada. Recuerden que debemos ser inteligentes. Estamos muy cerca de ganar el campeonato y no se olviden que el talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno. Ahora a estirar y dejar todo en el entrenamiento- Todos asentimos mientras comenzamos a elongar. Tras estirar los músculos unos minutos empezamos a correr.
Durante la práctica intento no pensar en nada, mantener la mente sin distracciones y lo consigo. Al terminar me despido de los chicos y repito mi rutina diaria paso a buscar mi almuerzo y regreso a casa.
Después de comer me acuesto a dormir una siesta.
Suena el timbre tomándome por sorpresa ya que no espero a nadie. Me dirijo a la entrada principal sin siquiera colocarme una camiseta ni arreglarme el cabello, me encuentro con mi primo es raro que toque antes de entrar.
-perdona que llego sin avisar ¿todo bien?- pregunta. Yo asiento bostezando
-sabes que eres bienvenido- respondo. Ian sonríe
-¡por supuesto que lo sé! Este viernes hay una fiesta en las afueras de la ciudad y claramente pensé en ti ¿te apuntas cierto? - cuestiona divertido
-no, que va. Mañana tengo un partido y ...
-dije el viernes y mañana es jueves- me interrumpe
-¡vaya! Sabes los días- bromeo. Él no rie -depende de ese partido que te acompañe o no- respondo
-no te hagas el serio ¡iremos porque iremos!- replica
-puedo decirle a Isaac y Aaron que nos acompañen-
-hay chicas para todos- guiña un ojo. -¿hoy que hacemos? Ah primo me quedo aquí esta noche- anuncia
-bien, yo voy a salir debo comprarle un regalo a mi ahijado- respondo.
-te acompaño- dice. Subo a darme una rápida ducha y tras vestirme salimos de casa y nos dirigimos a mi Mercedes- AMG GT de dos puertas color gris. Tengo dos coches, éste lo ocupó para ir a entrenar o salir con amigos y un Audi- R8 V10 color negro para salir a bares, boliches y regresar acompañado, En el primero mencionado no subo chicas es como una regla que me cree.