~Narra Ally~
Busco con la mirada a mi amigo Luke al verlo levanto mi brazo saludandolo en la distancia, camino hacia él.
-hola amigo- le doy un corto abrazo al llegar a su lado
-hola princesa ¿cómo estás?- pregunta sonriente como cada vez que lo veo. Lo aprecio tanto, es como mi hermano mayor; lo conocí hace un par de años en un estadio de fútbol, yo solía acompañar a papá, fue entonces que entablamos una conversación tan particular a cerca de nuestros cabellos, si Luke también lo tiene rubio rojizo en más de una ocacion nos preguntaban si éramos hermanos.
-bien ¿y tu?- me siento a su lado
-bien, un poco agotado mentalmente como siempre ya sabes no es sencillo lidiar con tanta gente- suelta una risita
-de hecho lo se- me río con él. Es cierto atender a ciento de personas a diario es agotador y no exagero ni un poco.
-casi olvido que vives mi misma tortura- bromea -y lo peor es discutir con alguien y luego fingir que no pasa nada, mostrar tu mejor sonrisa al siguiente- se encoge de hombros
-lo es amigo, pero necesitamos el empleo- agrego segura, de otro modo nadie soportaría gritos, quejas y malos tratos constantes, aunque también hay personas que valen la pena atender.
-¿cantaras hoy?- inquiere
-claro, para eso estoy aquí. Aunque también quiero hablarte de algo importante- suelto sin rodeos. Me observa preocupado
-dime- entorna los ojos
-bien resulta que conocí a un chico el cual es bastante insoportable además de engreído cree que puede tener a cualquier chica a sus pies...
-¿qué tiene que ver contigo?- me interrumpe frunciendo el ceño -¿te gusta?-
-dejame hablar, intento resumir pero quiero que entiendas como comenzó todo, lo importante es el final- explico, asiente dándome lugar a que continue y así lo hago sin perder más tiempo -tenemos amigos en común por eso lo veo con frecuencia, el hecho es que hicimos una tonta apuesta sobre besar a algún extraño. Yo escogí alguien para que el lo hiciera y él para que yo besara. Para finalizar y para mi mala suerte el escogio a Marko y no quería perder así que ...
-¿¡besaste a Marko Beckett!?- grita
-¡baja la voz!- miro hacia los lados -si, pero eso no es lo peor- bajo la mirada
-dime Allison- suena molesto
-me entregó unas píldoras, las cuales no tome- remarco la ultima parte -pero estoy segura que me buscará-
-si lo hace le devuelves sus estupidas pastillas y ya-
-no puedo entregárselas porque ya no las tengo-
-¿qué hiciste?-inquiere con una mezcla de enojo y dolor
-no las tome, se las di a Anthon. Al chico de la apuesta- Luke niega molesto
-¿cómo se te ocurre hacer eso?- niega cabreado
-no podía tenerlas conmigo, lo sabes ¿qué querías que hiciera? Aún me cuesta, lo sabes. Crei que me entenderias- me pongo de pie
-Ally- me imita de inmediato y me toma de los hombros impidiendo que salga de allí -te he dicho millones de veces que puedes llamarme sin importar la hora, sabes que para ti estoy disponible siempre ¿no pensaste en mi? Yo habría sido la mejor opcion- me regaña
-lo siento, sabes que no quiero involucrarte en esto- bajo la mirada apenada
-si ese idiota intenta acercarse a ti me lo dices-
-lo prometo- respondo. Nos damos un fuerte abrazo,el cual me hace sentir un poco mejor. -sabes que haré ahora ¿cierto?- cuestiono
-cantar- afirma, yo sonrio
-exacto, gracias por escuchar cada palabra. Te quiero tanto- dejo un beso en su mejilla. Me dirijo hacia mi lugar de siempre esta vez lo haré sin mi amiga, será solo mi voz.
-'Eres la luz, eres la noche, eres el color de mi sangre. Eres la cura, eres el dolor, eres lo único que quiero tocar.
Jamás crei que podría significar tanto, tanto.
Eres el miedo, no me importa, porque jamás he estado tan alto.
Sígueme a través de la oscuridad, déjame llevarte más allá de los satélites.
Puedes ver el mundo que trajiste a la vida, a la vida.
Así que ámame como tu lo haces, ámame ámame como tu lo haces, ámame como tu lo haces. Tocame como tú lo haces.
¿Que estás esperando?
Desapareciendo, desvaneciéndose, al borde del paraíso cada centímetro de tu piel es un lugar sagrado que debo encontrar.
Solo tú puedes poner mi corazón en llamas, en llamas.
Te dejaré marcar el ritmo, porque no estoy pensando claramente, mi cabeza esta dando vuelta, ya no puedo ver con claridad.
¿Que estás esperando?
Ámame como tu lo haces' -
Mi corazón se acelera en cuanto la imagen de su rostro aparece en mi mente, intento concentrarme pero no es sencillo su cabello rubio, sus ojos verdes me distraen más de que deberian ¡basta Allison! Los aplausos de las personas hacen que vuelva a la realidad. Les agradezco y decido regresar a casa, saludo con la mano a Luke quien atiende a dos chicas pero de todos modos imita mi euforico gesto.
-que alegría verte querida Allison- dice Marko a mi espalda, volteo a verlo -luces hermosa- agrega
-hola no esperaba verte por aqui- farfullo
-ya lo sé, pero te fuiste sin despedirte de mi y quería saber si estabas bien- da un paso hacia mi
-si estoy bien, gracias- sonrio por cortesía o miedo quizás
-sabes recuerdo que deje algo en tu mano ¿cierto?- yo asiento -sabes que no suelo hacer regalos sin obtener nada a cambio. Tienes que pagarme de algún modo-
-no tengo dinero en estos momentos pero prometo pagarte- suelto nerviosa
-no lo necesitas lo sabes, como también sabes que a mi lado puedes ser la chica más respetada de la ciudad, llena de lujos, eso depende de ti- me guiña un ojo y solo me provoca ganas de vomitar -tienes tiempo hasta mañana, de lo contrario me obligaras a tomar otras medidas- sigue su camino y yo también lo hago. ¡maldita sea! Todo por tres tontas píldoras.
~Narra Anthon~
-Me haces demasiada falta, te hecho tanto de menos- observo su foto y aún me cuesta creer que jamás volveré a verla, a tocarla, abrazarla, besarla. Es difícil cuando se ama tanto a alguien hacerse la idea de que ya no regresara pero en el fondo la sigues esperando.
-¿Anthony Harris?- pregunta una voz femenina, giro a ver de quién se trata y me encuentro con una castaña de ojos café, delgada no muy alta.
-si soy yo- respondo
-mucho gusto es un placer conocerte- estira su mano, imito el gesto y las estrechamos en un saludo formal -mi nombre es Miranda Davis estudió periodismo, escribo reportes en un diario por el momento en un sector poco destacado pero quiero crecer poco a poco y me parece interesante escribir tu historia, te he visto visitar este sitio durante mucho tiempo y me parece increíble que aún recuerdes a tu ex novia- comenta alegre
-lo siento pero no puedo ayudarte, seguramente encontraras algo más interesante que escribir- me alejo de ella, camino hacia la salida
-¡espera! En verdad vale la pena, es increíble que pases tanto tiempo aquí, la gente ama las historias romanticas y tristes, nos serviría a los dos- intenta convencerme pero no se lo dejo fácil. A nadie le interesa saber mi vida. Y en lo que que a mi respecta no me beneficia en nada que las personas estén al tanto de mis visitas a un cementerio.
-si deseas ficción inventa alguna tu misma. Deberías buscar en otra parte; disculpa pero yo no quiero que escribas sobre mi- subo a mi auto y conduzco hacia una plaza cerca de casa. Me siento en un banco mientras la brisa golpea en mi rostro,suelto un suspiro de cansancio. Lo que hacen las personas por escalar, intentan llegar a lo alto sin importar los sentimientos de los demás. No entiendo porque a la gente le gusta leer sobre la vida de otros, sus gustos, sus dolores o pasatiempos. Aunque concentrarse en uno mismo no parece sencillo para todos. Cuanto más pienso en esa tal Miranda y su tonta propuesta mis nervios aumentan, pero no me refiero a una inquietud sino a la ira, la rabia 'la gente ama las historias romanticas" . Intento pensar en algo que hacer antes de enloquecer. Subo a mi auto y conduzco hacia su casa, no es buena idea lo se pero ¿qué más puedo hacer? A los pocos minutos estaciono frente a la construcción bajo y camino hacia la entrada; no se que diré en cuanto abra la puerta pero aún así toco dos veces.
-hola- dice Allison al verme, me observa sorprendida
-hola ¿no me invitas a entrar?- pregunto para ganar tiempo y así pensar que diablos hago aquí.
-pasa- se hace a un lado, me siento en el sofá, su casa huele muy bien. Miro la guitarra a un lado
-¿qué necesitas? No creo que sea una visita de cortesia- se sienta a mi lado a una distancia prudente
-ya pensaste que pedir - digo
-no aún no ¿tu?-
-tampoco, no tuve tiempo para eso- espeto. Quedamos en un incómodo silencio, se remueve en su lugar
-canta algo- propongo
-¿que quieres que cante?- inquiere
-no lo sé, tu sabes más sobre canciones que yo- me encojo de hombros.
-de hecho escribo algunas- suelta de golpe pero parece arrepentirse poco después
-¿de verdad?- no tenía idea
-si, bueno no son tan buenas pero ...
-¿puedo verlas?- la interrumpo
-claro- se pone de pie y busca algo en un cajón luego me entrega un pequeño cuadernillo empiezo a leer alguna de sus páginas
-esta- le entrego el cuaderno mostrándole la cual se titula "Nadie como tu". Allison sonríe
-la escribi para Leah- comenta emocionada; toma su guitarra y empieza a cantar
-'Nadie como tu para hacerme reír
Nadie como tu sabe tanto de mi
Nadie como tu es capaz de compartir
Mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir
Tienes ese don de dar tranquilidad
De saber escuchar, de envolverme en paz
Tienes la virtud de hacerme olvidar
El miedo que me da mirar la oscuridad
Solamente tu lo puedes entender
Y solamente tu te lo podrás creer
En silencio y sin cruzar una palabra
Solamente una mirada es suficiente para hablar
Ya son mas de diez años de momentos congelados
En recuerdos que jamas se olvidaran
Nadie como tu para pedir perdón
Nadie como tu valora esta canción
Nadie como tu me da su protección
Me ayuda a caminar, me aparta del dolor' al finalizar le aplaudo, su voz es hermosa además deja sus sentimientos en cada estrofa.
-eres increible- digo, deja el instrumento a un lado
-no exageres- noto que sus mejillas se ruborizan un poco
-es cierto- vuelvo a tomar su anotador e intento darle ritmo a otra de sus canciones
-'La primera que vez que te vi,
Sentí un golpe en mi corazón
La segunda vez,
Nuestras miradas se encontraron
Fue la señal que esperaba para tocar el cielo
Es un largo camino el que debemos recorrer
Tal vez no sea lo que esperas
Pero seguro que te hace sentir mejor'
Ella comienza a reírse de mi, de mi mala interpretación
-definitivamente el canto no es lo mío, prefiero los deportes- bromeo. Ella niega divertida
-no tienes que aclararlo, de hecho me consta que no se te da muy bien- socarronea
-lo disfrutas ¿cierto?- inquiero entre risas
-no, lo siento es solo que lo hacías rápido y se supone es romántica debes darle un ritmo lento y pausado- explica viéndome a los ojos, me pierdo en ellos unos segundos. No es bueno seguir aquí, me pongo de pie
-tengo que irme- digo serio
-lo siento, no me burlaba de ti de verdad- habla preocupada. Lo que no sabe es que no me voy por eso, lo hago para no robarle un beso, deseo probar sus labios.
-olvida la apuesta, no te pediré nada- salgo de allí rápidamente sintiéndome un imbecil, acabo de arruinar un momento tan íntimo para ella como lo son sus letras.