~Narra Allison~
Esa imagen golpea mi mente una y otra vez, el instrumento destrozado en el suelo y mil lágrimas inundan mis ojos ¿por qué? Solo eso puedo preguntar y aún sigo buscando la respuesta.
Siento en mi pecho un terrible dolor, no solo intentaron quitarme los sueños sino que también me arrebataron lo único que tenía de mi abuela. Y eso es demasiado dolor, no lo soporto. Tomo el pequeño paquete que me ha traído Marko se que es estupido, lo es pero ya no tengo motivos para seguir aquí. Lo único que necesito es un abrazo de mi abuela, encontrarme con ella, verla reír. Me pongo de pie y busco una botella de whisky la cual no tengo idea de como llegó aquí pero me será útil en estos momentos. Abro el envoltorio y coloco el polvo blanco sobre una mesa, ok Ally sin tanto rodeos es hora de inhalar esta mierda.
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Abro los ojos, me duele la cabeza. Veo a mis amigas rodearme tal parece estoy acostada y no en un ataúd precisamente. Ellas me observan con pena y eso me molesta, no por ellas sino conmigo misma; me siento miserable por no poder haber acabado con mi vida.
Llevo la vista a Leah y veo decepción en sus ojos, no olvide nuestra promesa amiga. Pero no pude cumplir con ella y lo siento tanto, no soy fuerte como tú. Si tan solo podría oír mis pensamientos. Sami y Clara me observan con preocupación ellas son las chicas más dulces que conozco mientras que Vane y Leah son las rudas y fuertes. Y yo intento ser ambas pero no logro ser nada.
Una enfermera llega al cuarto y les pide que se retiren. Me dice que me dejarán en observación veinticuatro horas para repetir los estudios que me han hecho, deben asegurarse de que ya no estén esas sustancias en mi organismo. También me aconseja que debo rehabilitarme en cuanto salga de aquí.
Estar sola en la clínica no me apetece para nada, de hecho desearía huir, escaparme. Miro las tristes paredes tan vacías como mi vida. Todo apesta, no debería estar aquí. No tengo idea de la hora pero supongo el reloj marcha sin prisa. Por momentos espero que la puerta se abra y entre Anthon pero soy consciente de que eso no pasará.
La abertura se abre y giro rápidamente una chica ingresa a traer mi cena, luego de sonreírle amable y decir que lo aproveche sale de la habitación dejándome en mi soledad otra vez. Tomo la cuchara con mi mano derecha pero solo remuevo la sopa de un lado a otro, no tengo hambre además la comida sin sal no es para nada rica. Tomo el vaso con agua y doy un trago, hago a un lado la bandeja y me acuesto, cierro con fuerzas los ojos esperando dormirme pronto.
~Dos días más tarde ~
Me siento en la cama y miro la hora en el celular espero que Leah aparezca pronto. Quedamos en que vendría a hablar pero supongo que ya se arrepintió; se que esta molesta en cuanto me dieron el alta ella no estuvo presente. Solo Sami y Clara me acompañaron no me creo el centro de atención o algo por el estilo pero es mi amiga y si algo le pasara estaría a su lado incluso si ella misma provoca ese mal.
-ya estoy aqui- dice sentándose a mi lado
-es lindo verte- respondo
-no pensabas decirme eso ¿cierto?- niego con la cabeza-necesitas esforzarte mas- cruza los brazos sobre su pecho
-lo sé amiga. Entiendo tu enojo y no pretendo que me entiendas. No justificare nada, solo quiero pedirte disculpas. Se que tu salvaste mi vida. Te lo agradezco aunque esperaba otro desenlace, perdón por dejarte esa penosa imagen-
-no es penosa la imagen. Es terrible Allison ¿no comprendes la gravedad? Intentaste, oh mierda no puedo siquiera mencionar esa palabra- empieza a llorar
-lo siento tanto, fui muy egoísta- me abalanzo encima y le doy un fuerte abrazo
-¿por que?- pregunta -dime que no ha sido por ese chico- se aparta un poco
-no, no fue por Anthon. Jamás rompería una promesa por un chico. Mamá me visitó esa noche y luego de discutir destrozó mi guitarra-
-¡oh por Dios! Crei que tu lo habías hecho en un ataque de demencia-
-no pude resistir, no pude evitar imaginar a mi abuela viéndome con decepción y eso fue suficiente para llamar a Marko-
-y ese imbecil te trajo tu pedido, estoy molesta Ally porque si te pasaba algo yo me muero contigo ¿lo entiendes? Lo prometimos y me fallaste. Ambas sabemos por la mierda que vivimos cuando consumiamos eso-
-lo sé y no volverá a pasar. En verdad, intenta confiar en mi- le pido una nueva oportunidad. Sin promesas esta vez, finalmente acepta y nos abrazamos nuevamente.
Pasamos la tarde jugando a las naipes. Luego vimos una película sobre una bailarina de ballet que se lesiona pero al recuperarse lucha por volver a bailar.
Su novio Cody la llama y ella anuncia que debe marcharse pero ya no teme a que lo intente de nuevo, sabe que estoy bien.
En cuanto sale de casa me levanto del sofá y decido ordenar un poco solo para distraer mi mente.
-hola, hola amiga ve a bañarte, arreglarte y ponerte increíblemente guapa porque nos vamos- dice Sami entusiasmada -no puedes negarte, además será divertido. No te quedarás sola esta noche-
-¿qué plan tienes?- pregunto
-una cena familiar- sonrie
-no entiendo-
-los tíos de Ian quieren conocerme y a ti también porque saben que eres su amiga-
-lo siento Sami pero no tengo nada que hacer allí, que pena arruinarles esa cena familiar-
-son los padres de Anthon y quieren conocerte. Quizas el les hablo de ti- chilla emocionada
-eso no es cierto- farfullo
-iras conmigo- asegura
-no recuerdo haber aceptado- entrecierro los ojos
-pero lo harás- dudo bastante en hacerlo ante la insistencia de mi amiga acepto finalmente.
Despues de arreglarme Sami le avisa a Ian que estamos listas, ella ya llego muy bonita. El anuncia que nos recogerá pronto; después de unos minutos toca la bocina y salimos de casa, Sami se sienta adelante y baja un poco el volumen del estéreo Ian la mira asombrado y ella se excusa de que no le agrada esa canción que suena. Yo solo rio al llegar estaciona el auto y mi corazón se acelera, no se como actuar.
Bajamos y caminamos hacia la entrada, Ian tiene una llave por eso solo ingresamos. En la sala está Anthon junto a sus padres, la señora nos mira simpática.
Luego de saludar nos invitan a tomar asiento, es extraño estar de nuevo aquí. La señora Harris es realmente muy amable, al parecer le gusta hablar y hace la noche más grata.
Suele hacer bastante preguntas pero no me disgusta para nada, quizás lo hace para entablar una conversación. Poco después Sami y yo nos ofrecemos ayudarla en la preparación de la cena. Nos parece lo correcto, además no tendré que ver a su hijo. En realidad evitó mirarlo pero deseo hacerlo y es muy difícil seguir controlandome.
En la cocina nos cuenta como conoció al señor Harris, llevan treinta años casados. Es muy bonito oír historias de otros tiempos, todo era tan diferente y aún así logran permanecer juntos.
Ya con la comida lista encaminamos al comedor y de nuevo mi corazón golpea con fuerza, solo Anthon logra dejarme así. Tomo asiento en mi lugar, de verdad agradezco la amabilidad y simpatía de esa mujer. En cuanto cuestiona a que me dedico pienso rapidamente en omitir que canto, no me parece oportuno porque no soy reconocida además mis padres se han encargado de menospreciar ese oficio. Pero mi amiga lo hace y me sorprende la actitud de la señora Harris porque admira a quienes se dedican a la música. Poco después descubro que tiene un buen sentido del humor y me agrada aún más.
No suelo sentir pena por ser quien soy, pero me sonrojo en cuanto menciona que mi cabello es bonito solo porque Anthon está frente a mi y no deja de mirarme lo cual es incómodo. Pero se que solo lo hace para hacerme pasar una mala noche.
Siento sus ojos penetrantes sobre mi y ya no puedo evitar verlo unos escasos segundos.
En cuanto terminamos de cenar su mamá le pide ayuda y ambos se dirigen a la cocina
-quizas necesiten más manos- insinúa Ian. Sami asiente viéndome, me pongo de pie y camino hacia allí aunque no se como deba aparecer frente a ellos. Antes de atravesar la puerta los escucho hablar y me dentengo de inmediato. La señora Harris le pregunta si le gusto, y Anthon responde que no. Mi corazón late de prisa y está vez no es de nervios, es miedo a oír lo que saldrá de su boca porque se cuanto daño me causará. Ella inquiere si le avergüenza admitirlo y antes de oír su respuesta decido regresar .
-estan bien- digo en susurro al sentarme. Ambos me miran y luego vuelven a los suyo. Miles de respuestas se elaboran en mi cabeza pero trato de olvidar lo que he oído. Siento ganas de llorar, quiero salir corriendo de este lugar cuanto antes. Pero ellos aparecen con un pastel y seria descortés de mi parte largarme. Intento controlar mi angustia, solo que ya no puedo reír como antes. Intento actuar normal pero es difícil; me entregan una rebanada de pastel y llevo una cucharada a mi boca ¡es riquísimo! No puedo evitar pensar en mi abuela Rebecca, ella solía cocinar para mi.
En verdad no soporto un minuto más, necesito llorar. No es sencillo estar frente a quien te gusta y saber que jamás sentirá algo por ti o peor aún que no admitiría sentirlo por miedo a los prejuicios de los demás.
Poco después anuncio que debo retirarme, Anthon sale detrás de mi. De pronto solo estamos frente a frente discutiendo y me confunde tanto su actitud aunque esas palabras hacen eco en mi mente una y otra vez
"Conocerte fue una desgracia"
"te amo, maldita seas, me maldigo una y mil veces por sentir esto por ti, pero ya no puedo controlarlo" es demasiado hiriente su forma de querer. En cuanto Ian sale siento que es el momento ideal para huir y sin pensarlo empiezo a correr. ¿en qué momento me convertí en una cobarde? Debería enfrentarlo y decirle que no quiero su amor, no necesito más problemas en mi vida. Ni siquiera está dispuesto a intentar dejar atrás el pasado. Finalmente llego a casa y abro la puerta, simplemente corro hacia mi cuarto y me acuesto en la cama a llorar. Mi pecho duele, así no es el amor. Solo esta confundido e intentar crear falsas esperanzas en mi. Pero no voy a permitir que juegue con mi corazon. Mis ojos comienzan a cerrarse pero llega un mensaje y la intriga es más grande, busco el aparato en mi bolso y lo desbloqueo con la tonta ilusión de que sea un mensaje suyo diciendo que esta afuera, o que desea verme. Pero al encender la pantalla compruebo una vez más que Anthon es solo una alucinación, es un texto de mi amiga
'Ally siento tanto haberte traído. Mañana temprano iré a verte. Anthon es un cretino. Acaba de entrar molesto y le ha dicho a su madre que si quería conocer a alguien especial para él debía avisarle y habría invitado a sus amigos y a su ahijado. Esta claro que no te merece' tras leerlo mi corazon quema, las lágrimas inundan mi rostro; me levanto y decido darme un baño.
Abro el grifo esperando que el agua se caliente un poco, me quito la ropa y no puedo pasar desapercibido en el espejo mi rostro pálido, mis ojos hinchados de tanto llorar, en cuanto el labial se desvanece mis labios lucen resecos. Me observo y solo me doy pena a mi misma, bajo la vista hasta mis manos y veo las uñas sin pintar le he quitado el color a mi vida. ¿Cuando cambie tanto?
~Narra Anthon~
-Buenos días hijo ¿podemos hablar?- dice mamá sentándose a mi lado. Ni siquiera me he levantado. Llevo apenas pocos segundos despierto
-¿sobre que?- pregunto
-podrías por favor quitarte el cojín del rostro- habla dulcemente. Lo aparto y me mira sonriente -Anthon te conozco demasiado bien y se cuando mientes y cuando dices la verdad. ¿Por qué no admites que sientes algo por esa chica?-
-no insistas mamá, no siento nada por ella- me siento para verla mejor -debes aceptar que yo no amaré a nadie como ame a Leslie. Como ella no habrá nadie igual- puntualizo
-no necesitas otra chica igual a ella. No tiene porque serlo, debes encontrar una persona que saque lo mejor de ti, alguien que te haga florecer con solo una mirada. Leslie era increíble pero ya no regresara, tu sigues aquí y mereces encontrar un nuevo amor-
-no puedo, ella siempre vivirá en mi- mis ojos se cristalizan
-¿por que te aferras a sus recuerdos como si fuera un ancla en un mar profundo? ¿A caso quieres hundirte? - se cuanto le duele mi actitud -porque no lo ves como una parte especial en ti. Algo realmente bonito, pero no permitas que te cierre a un nuevo comienzo, he visto que Allison significa algo para ti, pero eres egoísta en guardar todo ese amor que tienes para dar- se inclina hacia mi y me cobija con sus brazos, se sienten tan bien. Es tan reconfortante para mi alma. Cierro los ojos mientras acaricia mi mejilla, su tacto es tan angelical. -nos quedaremos unos días más. Será hasta tu próximo partido- deja un beso en la coronilla. No puedo responder que me agrada la idea, me siento ahogado en mis palabras.
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Es increíble saber que están mis padres viéndome jugar, el árbitro da un pitido que indica el final del encuentro, saludamos al equipos rival y luego nos dirigimos al vestuario, ganamos tres a cero. Festejamos un poco aunque recuerdo que mis padres esperan por eso decido ducharme sin perder tiempo. No acostumbran ir a los estadios, en cuento termino de cambiarme. Me dirijo hacia ellos
-felicidades hijo, eres increible- habla emocionada mamá
-el mejor delantero de toda la liga europea. Me enorgulleces tanto- me dan un abrazo al cual respondo sonriente.
-es un placer conocerlos- dice Nestor, giro pero no esta solo. Esta junto a su esposa y a una de sus hijas. Si no los conociera les creería el juego de la familia feliz. Evado la vista ya que no me interesa para nada verlos, ni oírlos. Doy unos pasos hacia atrás.
-ya tengo el gusto de conocerte pero me presento. Mi nombre es Cindy- dice la rubia, se acerca y deja un beso en la comisura de mi labio. La observo extrañado pero no respondo.
-eres muy guapo y encantador- dice en tono sexy. Sigo callado, solo espero que mis padres dejen de platicar pronto pero giro a verlos y parecen a gusto en compañía de la pareja. -estaba pensado ... quizás podamos salir alguna vez, si lo deseas- lo pienso unos segundos, volteo a verla y muerde su labio inferior.
-me parece bien- replico. Me pide mi celular para anotar su número y así lo hago. Poco después se retiran, en cuanto quedamos solos mamá me mira seria
-esa chica me parece demasiado falsa- menciona haciendo un mojin de desagrado. Y suelto una carcajada ante la sinceridad de esta mujer.