Capítulo # 5
Unos días después.
Raffaello no dejaba de pensar en Liliana, en los últimos días había estado soñando con ella y sorprendido de que estuviera deseándola tanto, se suponía que ella era su secretaria y que debía de guardar distancia para evitar lastimarla o hacerle daño.
Aunque la soñaba, tendría que alejarse de ella un poco, tampoco lo haría de una manera brusca porque podía lastimarla y no deseaba eso. Ella había sufrido demasiado para herirla de alguna forma.
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En Italia.
Lili tuvo que darse un baño en la habitación de Raffaello porque en la habitación de huéspedes se dañó una tubería y el plomero no podía ir inmediatamente porque estaba ocupado en otro departamento, además su jefe le aviso que llegaría en la noche, estaba dándose un baño completamente placentero en el jacuzzi.
Raffaello abrió la puerta de su departamento, se imaginó que Liliana debió de irse unas horas antes, la conocía perfectamente y no se quedaría a esperarlo, entonces dejó la maleta a un lado, se lavó las manos para poder tomarse un poco de agua porque tenía una sed.
Liliana salió de la tina sintiéndose relajada y se secó para colocarse la bata e irse a la habitación de huéspedes, porque Raffaello llegaría dentro de tres horas. Le daría tiempo para acomodar todo.
Después de tomarse el agua, caminó hasta la habitación para darse una ducha, cuando abrió la puerta el olor a champú lo sorprendió, sería que Lili se había dado un baño, siguió caminando y cuando iba a abrir la puerta se quedó paralizado que Liliana abrió y observó como miró a los lados sin darse de cuenta que él estaba de pie, ella caminó un poco más y choco con él, sus labios se adjuntaron y cayeron al suelo, Liliana abrió ojos con asombro porque estaba besando a su jefe, entonces él la apretó a su cuerpo y la beso ardientemente.
Aun Liliana no entendía como pudieron llegar a ese punto con Raffaello, fue un beso prácticamente accidental y como estaban besándose desesperadamente, sintió como las manos de Raffaello tocaban su cuerpo de manera tan intimida, creía que había olvidado sentirse deseaba por un hombre, era algo tan nuevo para ella, él soltó sus labios para quitarle la bata de baño, se estremeció por lo que pasaría entre ellos, era algo que ambos deseaban y volvió a besarla ardientemente ella le correspondía de la misma forma, comenzó a quitarle los botones de su camisa para que quedara como ella, él se separó de sus labios y se desvistió quedando completamente desnudo, Lili se sonrojó, eran tantos años que no tenía sexo con nadie, Joseph había sido el único en su vida y ahora tendría sexo con su jefe, entonces él la cargó.
—¿Qué haces? —preguntó alarmada
—El piso será muy incómodo para los dos —expresó y quitándole la última prenda que quedaba en ella—. Eres realmente hermosa, Lili.
—Tú no te quedas atrás —dijo ella al sentirlo de nuevo en sus brazos, cada caricia que Raffaello estaba dándole era como si fuera de nuevo su primera vez, era tan nuevo y placentero que no creía volver a sentirlo, era tan diferente a su experiencia con Joseph que él era el único que hacía todo, nunca permitía que lo tocara o que disfrutara él siempre era el protagonista en todo.
Raffaello estaba disfrutando del cuerpo de Lili, lo acarició, lo beso y lo saboreo, quería que todo el cuerpo de Liliana lo recordara y que fuera una experiencia única entre los dos, desde el primer momento que la miró con aquella ropa, supo que tenía que hacerla suya y el momento había llegado, no solo él la deseaba ella también a él.
Lili se sintió demasiado extasiada por todo lo que estaba sintiendo, no había un lugar de su cuerpo que Raffaello estuviera disfrutando, era algo nuevo para ella en todos los sentidos.
Cuando Raffaello le dio todo el placer a Lili, buscó un preservativo para poseerla por completo.
La unión fue aún más profunda, de lo que ellos imaginaron. Raffaello quedó fascinado con Lili y ella se sintió por primera vez completa. Era algo que ninguno de los dos sabía expresar; la química era extremadamente fascinante para ambos.