Al despertarse ChanYeol sosteniendo en sus brazos a la persona que consideraba su alma gemela, sintió un poco de melancolía. Hoy era el día en que su vida terminaba.
Había sido un gran amigo, y había sonreído manteniendo la calma a pesar de estar desmoronándose por dentro, pero por fin hoy iba a dejar caer la máscara que cargaba; hoy le diría y por fin moriría.
—Despierta, dormilón —repartió pequeños besos en las mejillas de su amigo mientras lo apretaba un poco más entre sus brazos.
—¡Déjame en paz, tú! — el más bajo se removió, quitándose de encima al orejón—. Todo es tu culpa, me duele la cabeza y creo que vomitaré mi estomago, si no es que ya lo hice.
—No creo que lo hayas hecho, Soosie —reía. Todo iba a caer, pero aún no.
—Cállate, te odio por darme la perfecta despedida de soltero, como se esperaba del mejor padrino de bodas — KyungSoo le sonríe antes de irse al baño a asearse.
Hubo un momento en que creyó que el chico que estaba acostado junto a él sería la mejor opción; creyó que le amaba y tendrían un futuro brillante. Todo eso antes de conocer a su verdadero amor, la chica con la que se casaría.
Su bella So Hyun era la perfecta definición de pareja ideal. Había sido afortunado de tenerla a su lado, y en unas horas eso sería para siempre.
—Salte del baño, Soo. Necesito descargar un poco .
—Ya vete de aquí, ChanYeol. Debes prepararte porque no quiero que llegues tarde a mi boda, no te lo perdonaría por nada del mundo —. Después de decir eso solo escuchó silencio, el cual le preocupó. Su amigo no era precisamente callado, para nada. Preocupado por él, salió del baño luciendo más como él mismo en un día normal.
Se sorprendió al ver a ChanYeol vestido con su chaqueta cara, la que solo usaba para ocasiones especiales, junto a un ramo de rosas rosadas y una enorme sonrisa que parecía temblar un poco.
—KyungSoo, y-yo... solo déjame hablar y prometo que después me iré, ¿sí?— el más bajo solo asintió y ChanYeol suspiró, tomando valor. No tenía nada qué perder después de todo, solo quería ser libre de esto —. Te amo —sonrió al ver como Soo suspiraba y casi se acercaba como a punto de golpearlo, así que se apresuró a terminar de hablar.
— Al decir estas palabras significa que, de todas las personas que me rodeaban en el día a día, solo te miraba a ti. Siempre fuiste tú, Soo, mi primer y único amor. No sé cómo pasó, solo sé que, aunque tengo muchos amigos, solo tú podrías calmar mi humor. Eres el único en mi corazón y te he cuidado como lo más preciado porque eso es lo que eres para mí. Sé que debí decirlo antes, pero tenía miedo de perderte y ahora... ahora es algo real. Te voy a perder. Yo sé que las promesas que haces son para siempre, porque me prometiste ser siempre mi mejor amigo; así que te doy las gracias por eso, por darme un poco de amor, por ser mi amigo y nunca dejarme aunque creías que algunas de las cosas que hacía eran tontas. Me sentí especial en esos momentos y espero que me perdones por todo lo que haré ahora. Yo cumplí una parte como tu padrino de boda, pero te pido que no seas egoísta y me dejes libre.
Me voy a ir, Kyung; no podría estar aquí y verte ser feliz con quien consideras tu amor, dejándome de lado. Tal vez en alguna vida seamos amigos y riamos de eso, o seamos una pareja de idols que se aman en secreto, pero ésta no es esa vida —. Se acercó al menor, tomando su rostro entre sus manos y besando esos esponjosos labios que siempre le habían gustado —. Hasta nunca, mi alma gemela. Prometo que cuando me pueda controlar y te vea solo como un amigo, regresaré.
Y al salir de esa casa tal vez esperaba algo, como que el más bajo fuese detrás de él. Pero ésta es la vida real y él solo se aleja con el corazón destrozado, esperando que el tiempo pueda repararlo.
Y volver a amar.