Después de mis palabras Andrew sale de una manera apresurada de la oficina, por lo que solo quedamos en ella Luka y yo. Y este mismo todavía se encuentra en medio de la estancia de la oficina, por lo que después de acerca a mi escrito, y yo mientras tanto me pongo de pie para arreglar mi falda y así tomar mis cosas para la reunión.
–¿Qué quería Andrew? – al escuchar la voz de Luka levanto mi mirada – Digo, es que tenía una expresión algo desmejorada y un tanto preocupada – trato de analizar sus palabras y las expresiones que anterior mente tenía Andrew. Por lo que lo dejo pasar.
–No creo que nada del otro mundo – me salgo del hueco de mi escritorio para acercarme a Luka – A veces tiene de exagerar las situaciones, seguramente algo lo tiene con inquietud.
–Entiendo – aun así, Luka seguía con una mirada algo acusatoria y dudosa por lo que trate de cambiar el ambiente.
–Y dime – su mirada se concentro en mi – ¿Qué traes en esos folios? Espero sea el final del poemario, porque si te soy sincera nos tiene bastante atrasados. El entregar tarde algo no es de tu filosofía – lo veo sonríe ante mis palabras.
–Yo nunca llego tarde a nada señorita – me acerco sonriendo a su lado y coloco mis manos en cada lado de sus hombros – Pero esta es una situación diferente – mi sonrisa cae un poco y trato de encontrar más seriedad en el asunto – Todavía no he podido terminar, lo que traigo es una parte más del poemario.
–¿Qué? Luka Viansete – lo miro con seriedad y con un poco de enojo – Se supone que tu plazo ya venció y con ello viene el mío, ¿Sabes de los problemas que esto trae no solo para mí?
–Cariño – deja los folios que traía en sus manos para dejarlos a un costado de mi escritorio – Sé lo que editar conlleva, sé el trabajo que hay detrás de todo lo que estás haciendo y que no solo tu trabajas en ello, que detrás de ti hay muchas más personas, pero mírame – en algun momento de sus argumentos había alejado mi mirada de su persona, y es que la verdad me encuentro algo molesta – Esto es importante Alice – y volteo mi rostro para mirarlo – Es muy importante y no trata solo de escribir un par de palabras sobre el papel, trata de mis pensamientos, emociones y sentimientos, no es algo que puedo tomar a la ligera y menos llegando al final que es tan importante.
Y analizo sus palabras. Sé lo que para el esto significa, pero el trabajo no es solo mío; si no, de muchas personas más y el atraso que conlleva no es solo para mí, es para todo el equipo de trabajo.
–Tratare de ganar más tiempo en la reunión que tengo– recojo mis cosas que se encontraban sobre el escritorio y las tomo – Haré lo posible, cuando mucho me darán una semana o una semana y media más, tendrás que trabajar con ese tiempo.
Y así quedamos. Por lo que después de mi acuerdo de tiempo con Luka, corrí demasiado para llegar a tiempo al salón de juntas. Cuando llegue al mismo, las partes del poemario se encontraban ya allí. Las personas de publicidad, mercadeo e impresión, pero una de las partes todavía no se encontraba y ese era Andrew. Por lo que les pregunte a mis compañeros.
–¿Alguien sabe acerca del señor Hall? – miro a todos mis compañeros y uno de ellos me contesta.
–Nadie lo sabe – en eso alguien más responde.
–Creo que lo vieron entrar a su oficina algo apresurado – me respondió otra compañera.
–Gracias, lo iré a buscar – por lo que después de mis palabras dejo mis cosas en mi lugar habitual y me encamino a la salida para buscar a Andrew.
Salgo de la sala de juntas y empiezo a caminar entre los pasillos para poder llegar a uno de los elevadores. Al llegar al mismo espero a que abra y al entrar al mismo toco el botón que corresponde al piso de Andrew. Al llegar al piso indicado camino a través de este para llegar a la oficina. Cuando me encuentro enfrente de la oficina toco de manera sutil pero que se pueda escuchar la puerta con mis nudillos. Varios toques más no tengo respuesta por lo que tomo la manija y abro de manera suave la puerta.
–Andrew – lo llamo – Andrew, ¿Estás aquí? – abro más la puerta y así con ello poder adentrarme más a la estancia.
–Estoy aquí – lo veo levantar su mano desde la silla giratoria. Se encontraba de espalda a mi persona, mirado a través del ventanal de su oficina. Me acerque más a su persona y llegue a la orilla de su escritorio sin todavía poder mirarle el rostro. Mis pisadas me delatan, por lo que a cierta distancia Andrew levanto una de sus manos.
–Quédate donde te encuentras Alice – dude un momento– Mira el paisaje – e instintivamente mire sobre su suya para mirar a través del cristal.
Era hermoso. El cielo se encueraba entre tonos amarillos y anaranjados, pero unas cuantas nubes se encontraban acompañando a estos mismos colores y una ligera llovizna caía a los compas del atardecer. Por alguna razón el paisaje se me torno hermoso y con sentido melancólicos. Es atrapante y un tanto triste. Nunca pensé que a esta altura del edificio estos paisajes fueran capaces de ser admirados.