Luego de estas palabras, Luka toma mi mano y los dos salimos de la oficina
Luego de que Luka y yo nos retiramos de la oficina de Andrew, nos dirigimos a mi oficina y de manera silenciosa terminamos de empacar todas mis cosas. Luego bajamos todas las cajas al estacionamiento y Luka cargo su coche con las cajas para después dirigirnos a mi pequeño departamento. Durante el camino voy perdida en mis pensamientos, tratado de acomodar de manera adecuada cada uno de mis sentimientos. No tengo claro lo que siento por Andrew, sé que es mi amigo y lo quiero incondicionalmente, pero todavía existe una parte de mi que no lo quiere perder, que siempre lo quiere conmigo por muy egoísta que parezca.
Los días pasaron, y ya no tenía ningún motivo por el cual acercarme a la editorial. Ahora que he tomado la decisión de quedarme como parte de la sub-edicion de “Love Time” con Luka y los chicos, solo me pasaba los días esperando a que el nuevo edificio que vamos a utilizar este listo en unos cuantos días para la apertura de la revista en esta parte del mundo. Así que me tome todos estos días para meditar acorde todas las situaciones que habían ocurrido en las últimas semanas. No he tenido mucha comunicación con Luka, ya que se encuentra demasiado ocupado con poner en orden el nuevo lugar, y pues he tomado la decisión de no molestarlo al paso, y así tal vez termine con más rapidez. Estos días he de decir con sinceridad que he extrañado el trabajo, estar sola con mi mente en mi pequeño apartamento me a demostrado lo que mi mente me puede llegar a embargar y no quiero llegar a una destrucción total.
Por lo que pase parte de mi tiempo leyendo novelas y viendo unas cuantas series. Le tome una afición a la cocina, al trabajar siempre solo comía fuera de casa, muy pocas veces he cocinado en mi apartamento, por lo que busque unas cuantas recetas en internet para poder perfeccionarlas.
El día de hoy tengo planeado compartir con Luka (llamándolo con tiempo de antelación) una de esas recetas que he perfeccionado, ya la he realizado unas dos veces y no me ha quedado tan mal, por lo que lo he invitado a la hora de la cena para compartirla. Así que tomo mi bolso donde coloco la cartera y mi abrigo ya que a pesar de que estamos en primavera esta un poco frio por las tardes y de paso, tomo las bolsas de la compra.
Cuando salgo a la calle, coloco mi mano en posición de tapar la luz de la tarde que me lastima los ojos y sonrió, el día esta maravilloso y la noche parece prometedora. Con animó, empiezo mi caminata para el supermercado. Por alguna razón, y de paso también mi distracción, toma la ruta del camino que me lleva a la editorial, sé que también cerca de ahí hay un supermercado. En realidad, tengo planeado ir a uno más cercano, pero por cosas de la vida y también costumbre del trabajo, tomo esta ruta. Por lo que lo dejo pasar y sigo mi camino.
Tiempo después, cuando estoy cerca de la editorial siento como si algo helado estuviera tocando mi cuerpo, y todos mis instintos son activados. Cuando estoy a una esquina de cruzar la calle para pasar a la acera de la editorial, miro como Andrew se sube a su coche que se encuentra estacionado en el aparcamiento principal de la editorial. Miro como se tambalea y como lleva su saco medio puesto, un instinto de alarma se hace presente en todo mi cuerpo se prende. Miro el semáforo peatonal todavía con el color rojo que restringe el cruzar la carretera. Y volteo mi mirada hacia la dirección de Andrew y miro que se le hace difícil el entrar el en auto, por lo que saco números. Tengo que esperar a que el semáforo pare, y si corro después cuando cambie a verde puedo evitar que se lleve el coche. Por lo que empiezo a mirar el semáforo con desesperación, y a colocar las cosas que llevo conmigo de buena manera para que nada se me caiga y nada me impida llegar a tiempo.
Como si los dioses escuchan mis palabras, el semáforo cambia un instante a verde y tomo todas las fuerzas que encuentro en mi interior para poder cruzar con velocidad el paso de cebra. Corro con tanta velocidad me lo permite mi cuerpo, y siento como mis pulmones pican del sobre esfuerzo. Golpeo una que otra persona en el camino, si fuerza una situación normal me pararía a pedir disculpas, pero no estoy en un momento para eso. Cuando logro cruzar la interminable carretera, y poder llegar a la acera que pertenece a la editorial, corro con todas mis fuerzas y logro llegar al aparcamiento con éxito. Antes de que Andrew logre tan siquiera encender en vehículo, abro la puerta del auto y miro que recuesta su cabeza sobre el volante y que su tez está demasiado pálida.
–¿Qué ha ocurrido? – Andrew no responde a mis palabras y me empiezo a asustar mucho más–Andrew responde – me acerco mas a su cuerpo y con mi mano giro su rostro para mirarlo, el cual se encuentran totalmente pálido.
–Por el amor de Dios, que alguien me diga que esta pasando– sacudo el cuerpo de Andrew sobre el asiento– ANDREW POR DIOS RESPONDE.
Mi cuerpo no para de temblar y trato de dejar mi miedo de lado para poder hacerme cargo de la situación. Al ver que Andrew en definitiva no responde, tomo la decisión de sacarlo del asiento del conductor y pasarlo a la parte trasera para poder llevar lo al hospital. A duras penas y con mucho esfuerzo saco a Andrew del asiento y lo coloco detrás. Miro su cuerpo inmóvil sobre el asiento y mi frecuencia cardiaca no para de aumentar. Por lo que me siento en el lado del conductor, y con las llaves ya colocadas en el contacto enciendo de rápida manera el auto y tomo la carretera hacia el hospital más cercano.
Tomo la carretera que me lleva al hospital. Miro mis manos temblar a más no poder, mis manos sudan de manera descontrolada y por mi mente pasan los peores pensamientos. Miro por el retrovisor del auto para verificar a Andrew una y otra vez.
–Andrew– trato de mirar con concentración el camino y a la vez tratar de recobrarle el sentido– Andrew por favor responde– siento como mis ojos se llenan de lagrimas y como estas cae calientes sobre mis mejillas.