Llovizna Gélida 2

Con paso firme me dirigí a la puerta par abrirla posteriormente y salir de la oficina. Al encontrarme con la seguridad del pasillo tras de mí, trate de recuperar el aliento, sentía como si hubiese corrido ya que mi pulso se encontraba levemente acelerado y a causa de esto mi pecho subía y bajaba. Me recosté a la pared para así poder recobrar mi aliento y la inestabilidad de mi mente. Respire profundamente y llene de valor mis pulmones.

Nadie nunca dijo que las situaciones inesperadas eran fáciles. ¡Pero por Dios, que alguien se apiade de mí!

Me encontraba a la cabeza de la reunión, y si, no era una mentira para escapar de Luka, en realidad si tenía una reunión. Me encontraba distraída rotando un lapicero sobre la mesa, totalmente encauzada en mis pensamientos y en lo atractivo que me parecía el lapicero. A lo lejos podía escuchar como una voz me llamaba y es ahí cuando tuve que volver a la cruda realidad.

–¿Qué le parece la propuesta señorita Foster? – la preguntaba venia del jefe de impresión.

–Siento que al ser un escritor primerizo es muy bueno en lo que hace, así que aumentaremos 200 copias más a la primera edición del libro.

–¿No cree que es un poco arriesgado? – mire a la otra voz que se integraba, la cual era emitida por la jefa de ventas.

–La verdad no lo creo, conozco el material con el cual trabajamos así que tenga plena confianza en mis decisiones.

A pesar de que no estaba poniendo atención a la conversación, tengo esa habilidad de que todo lo que escucho queda en mi mente, así que, a pesar de mi distracción, trato de enfrentar toda esta sala de junta que se conformada básicamente por la parte de ventas, márquetin, impresión y edición.

–Pienso que es un poco arriesgado y precipitado señorita Foster – el jefe de impresión seguía un poco inseguro a cerca de mi decisión – ¿Qué tal si lo conversamos con el señor Hall?

–No creo que haya nada que conversar conmigo – en ese preciso momento Andrew hizo acto de presencia en la sala – Confió en la decisión que tome la señorita Foster – durante su pequeña caminata para llegar a mí, podía sentir lo intenso de su mirada y sensaciones indescriptibles me embargaron.

–Creo que todos hemos escuchado, por lo cual se harán el aumento de las 200 copias – dirigí mi vista a todos lo jefes que me escuchaban con atención – Así que creo que no hay nada más que hablar, vayan a almorzar y que tengan buena tarde – luego de mis palabras cada uno tomo sus cosas para salir de la sala de juntas.

Al ver a todos los jefes retirándose me recosté en el respaldar de la silla. Sin saber la razón llego a mí el cansancio y la pesadez de la reunión. Tenia tantas cosas en las cuales pensar que todo me abrumada de repente, era difícil tomar decisiones de trabajo y sentirme de esta manera, pero creo que no puedo hacer nada al respecto, solo saber enfrentarlo.

En ese momento vi una sombra arrodillarse a mi izquierda y giré mi cabeza a ese mismo lado, para encontrarme los hermosos ojos de Andrew. Su mano izquierda se alzo y coloco pequeños mechos de mi cabello detrás de mí oreja, para después esta misma colocarla en mi mejilla.

–¿Qué te parece si vamos a almorzar? – su sonrisa me regalo un ápice de paz y asentí ante su pregunta.

Pienso que a veces es normal estar ahogado en las incertidumbres de la vida. De nunca saber que esperar a pesar de las situaciones, vivir con las consecuencias siempre es algo difícil pero no imposible de enfrentar. Y así me encontraba, atravesando las incertidumbres por las cuales pasaba en este momento mi vida, con un plato lleno de comida y casi sin tocar por mi falta de apetito.

–¿Tu lo sabias?

–Saber que Lis

Mire directamente a Andrew tratando de poder descubrir la verdad

–¿Saber que Luka era el escritor del poemario del cual se supone que tengo que editar?

–Sabia cual era el nombre del escritor, pero no quien era exactamente – en ese momento deje a un lado la comida – Nunca pensé que se tratara de la misma persona.

–Bueno, ahora lo sabes y no estoy dispuesta a trabajar con él.

–Ya hablamos de esto Alice, no puedes decir simplemente que no – su mano toco la mía sobre la mesa – Esto te ayudara a superarlo.

–¿Cómo podré superar a alguien que se encuentra siempre cerca de mí? ¿Cómo podré superarlo cuando todos los días leo sus palabras?

–Sé que serás capaz de hacerlo, a como también sé que este trabajo será un éxito y quiero que tú seas parte de él.

–No me importa el éxito si trae su nombre impreso en él.

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Acá esta la actualización (aunque con un día de retraso) pero la verdad es que me he encontrado super ocupada, siento que cada día las horas son más cortas y eso empieza a generarme más trabajo. De igual manera les agradezco por el cariño que le tiene a mis novelas y por esta ahí.