Después de la reunión volví a mi oficina con un poco más de tranquilidad. Era claro que no estaba siendo nada fácil. Esta mi lado profesional, el cual quiere que el proyecto sea un éxito y poder manejarlo de la mejor manera. Y por otro lado esta Luka, ese es el lado más difícil de enfrentar; es como tratar de llevarme la contraria, porque no me quiero interesar en él, pero recuerdo que soy su editora y me tengo que enfocar en sus intereses respecto a su trabajo, así que no soy capaz de entender en cual posición es la que me encuentro.
Por medio del ventanal miraba a las personas caminar, algunas algo atareadas, otras con un caminar muy tranquilo y sencillo. Cada persona cargaba en su caminar pesos distintos, como si cada uno de nuestros pies fueran pesas que nos atraen al suelo para no caernos, pienso que si no fuera gracias a esas pesas ya muchos estaríamos en el suelo, de la misma manera a como en otoño los arboles pierden sus hojas en una suave danza con el viento.
Siento una presencia que interrumpe mi tranquilidad, así que sin esperar demasiado me volteo.
–¿Qué haces acá?
–Necesito hablar contigo, y lo sabes – miro fijamente a Luka desde mi posición – Y no necesariamente del poemario.
Al decir esto, bajo mi mirada y trato de encontrar algo de fuerza en mi interior, para después sentarme en mi silla.
–Yo no tengo ningún asunto que tratar con usted, a menos que ese asunto se trate de su poemario – veo como Luka trata de mantener la calma y toma asiento al frente de mí.
–Sabes que hay muchas cosas que entre nosotros tiene que estar claras, además que ahora volvemos a compartir un ambiente laboral.
–Sabes – alza sus penetrantes ojos negros en mi – Puedo estar en paz, trabajar dejando esos nudos atrás y realizar de una manera eficaz la edición. Yo no necesito que tu aclares algo, el que tiene que aclarar algo eres tú mismo, porque al parecer no eres capaz de vivir con el remordimiento.
–Todos cometemos errores Alice.
–Claro eso lo puedo entender muy bien, pero no sigue siendo error que lastimes a una persona una y otra vez – baja su mirada, como buscando en el suelo mismo una salida – Mírame Luka – veo como su mirada sube temerosa por mi rostro – Me has lastimado, y estas ves has marcado con fuego el camino de tus “errores”.
–Lo siento Alice, y no sabes cuánto.
Trato de encontrar la poca fuerza que queda en mi interior, como si fuera la balsa de algún naufrago. Quiero pensar que lo podría perdonar, pero el solo hecho de recordad todo, el hecho de pensar que no es capaz de creer en mis palabras lastima. ¿y si pasa otra vez? ¿Si cree en las palabras de alguien más y no en las mías? Es demasiado por afrontar y el saber que no estoy dispuesta a más es doloroso, estoy cansada, ya ni siquiera las lágrimas son capaces de sacar el dolor, ya no hay nada, solo un profundo vacío lleno de soledad y frio.
–Si, yo también.
–A pasar de todo lo que digas, a pesar de como te estas sintiendo en este momento, quiero que sepas una cosa – trato de poner atención a sus palabras y enfocarme en su significado – Yo te amo, y no te dejare solo por un error que cometí, sé lo que hice y estuvo mal, pero sobre todo eso esta mi amor por ti, y puede llegar a ser más fuerte que cualquier situación que pasemos.
Esta vez me quedo sin habla, analizando cada una de sus palabras y tratando de comprender en la situación que me encuentro.
–Luka, no lo hagas más difícil
–Yo no lo hago difícil, tú lo haces.
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Como siempre les quiero agradecer por su apoyo, por sus “Me Gusta” y sus comentarios. También les agradecería que se pasen por la primera parte de la novela, que la comenten, que la condecoren y me regalen un “Me gusta” (aquellos que no lo han hecho) y si ya lo hicieron, se los agradezco con todo mi ser.
Nos seguimos leyendo…