Minutos después cuando me encontraba en mi respectivo asiento, me viene a la mente uno de mis temores, de inmediato fijo la mirada en la ventana la cual se encuentra abierta, y siento como una parte de mi cuerpo se congela. Había estado tan ocupada en mi trabajo y la agenda de viaje que había pasado por desapercibido esto.
–Alice, ¿Te encuentras bien?
–Ehh, si – fijo mi vista de nuevo en la ventana y después en Luka – Digo no, es que se me ha olvidado un pequeño detalle.
–Ah sí, ¿Cuál?
–Le tengo pánico a las alturas – vi como en su mirada tratada de asimilar toda la información – Siempre que tengo que tomar un vuelo, tomo una pastilla para mis nervios y la ansiedad, y por desgracia las he olvidado.
–Entiendo – alargo su mano y cerro la ventana de un solo golpe – Cuando el avión empiece a moverse toma mi mano.
–¿Qué?
–Quiero que tomes mi mano y no las sueltes hasta que estemos en el aire.
Al terminar de decir esto el avión empieza a moverse y siento como mi cuerpo reacciona ante esto, por impulso tomo de inmediato la mano de Luka y cierro mis ojos fuertemente. Noto algo caliente posarse sobre mis brazos, tiempo después noto que Luka se encuentra abrazándome. Al pasar el tiempo, poco a poco me desenvuelvo del abrazo de Luka. Al abrir mis ojos encontró los suyos posados en todo mi rostro, como tratando de definir como me siento.
Por un segundo me olvido de que nos encontramos en el aire y nuestras miradas se juntan, la suya tratando de darme seguridad y, la mía llena de angustia, pero esta vez no por saber que me encuentro a kilómetros del suelo, si no, por tenerlo tan cerca y sentir no querer soltarlo.
–¿Te encuentras mejor? – todavía tenia sus brazos aferrados a mi cuerpo y era inevitable sentir el calor de su seguridad.
–Si, mucho mejor – una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
–Me alegra – vi que pensó unos segundos mas sus siguientes palabras – Por favor, déjame estar así un segundo más – coloco su mejilla en mi cabeza y en parte me así mucha gracias, el un hombre de tan altura y yo tan pequeña.
–No te preocupes, no tenía intensión de soltarte, menos estando de esta manera.
El resto del viaje nos la pasamos conversando y estando de esa manera tan cariñosa, en algún momento del viaje quede profundamente dormida, para tiempo después ser despertada.
–Alice, despierta ya hemos llegado – un poco soñolienta me levanto y miro a Luka ya casi listo – Toma tus cosas por favor.
Rápidamente tomo mi abrigo y mis cosas para poder salir del avión. Durante este camino siento la cálida mano de Luka en mi cadera, como tratando de que no me aleje de él.
Al momento de salir totalmente del avión nos encargamos de nuestras maletas y al estar en la salida veo a un señor con un cartel donde pone “Editorial Hall”.
–Hola, ¿Usted debe de ser Luis?
–Así es y ustedes deben de ser Alice y Luka.
–Esta en lo correcto.
–Entonces dispónganse a subir al auto, mientras yo subo sus maletas – el amable chofer toma las maletas de Luka y las mías, para nosotros tomar asiento.
Después de estar nuestras maletas dentro del auto, el chofer nos lleva sobre las calles de Madrid. La cuidad esta oscureciendo, pero a pesar de eso puedo apreciar los bulevares, como desearía poder perderme en ellos y su belleza, viento como poco a poco la cuidad toma un tono rojizo
–¿Te gusta lo que ves? – me giro a Luka el cual creo no a parado de mirarme en todo el viaje.
–Es hermosa – una pequeña sonrisa sale de sus labios.
–Casi igual que tú.
No sé si es por el frio o por sus palabras, pero siento como mis mejillas se sonrojan, y lo pienso dos, la verdad es que con solo su presencia es capaz de crear ese efecto en mí. Y el camino la pasamos así, en un reconfortante silencio, mirando las calles ser llamadas por la noche, yo mirándolas a ellas y el mirándome a mí.
Al llegar al hotel, bajamos rápidamente del auto y admiro la fachada.
–Wow, por las fotos no se veía así de lujoso– miro su impresionante altura y sus hermosos ventanales.
–Será mejor que entremos Alice, hace mucho frío acá afuera.
–Tienes razón, mis piecitos lo están sintiendo.
Al entrar al hotel siento la calidez de este, como las personas van y vienen con sus abrigos. Rápidamente voy a recepción para buscar nuestras habitaciones, para luego de esto llevarme una sorpresa.
–¡¿Cómo?! ¡Estoy segura de que reserve dos habitaciones!
–Lo lamento señorita Foster, pero en nuestro sistema aparece que solo hay una habitación a su nombre – pienso en un momento en sus palabras.
–¿Eso no es un problema verdad? Deben de tener más habitaciones disponibles.
–Lo lamento, pero no hay habitaciones libres, no hasta dentro de dos noches – me lleva la que me trajo.
–Entiendo, ¿Me puede entregar la tarjeta de la habitación?
–Claro.
Miro las dos tarjetas de la habitación, pensando en que dirá Luka respecto a la situación. Estoy mas que segura que había reservado dos habitaciones. Hago memoria en ese momento, encada paso de la organización, y el momento especifico donde estoy reservando en línea las habitaciones, y como una chispa de luz un nombre viene a mi mente. Karla, ¿es posible atreverse a tanto? Cuando estábamos justo en esta parte recuerdo su insistencia en ella hacer las reservaciones. Me las pagaras…