Volver A Amarte

Cálidas Brisas 6

Por alrededor de unos cuarenta y cinco minutos Luka contesta varias preguntas sin sentido, sobre a que más se dedica o cuantos años tiene. Después de pasado este tiempo una persona hace una pregunta coherente.

–¿Quién se encarga de la edición del poemario? – un chico algo joven se levanta para hacer esta pregunta – Por lo que sé editorial Hall se encargará de todo, ¿Pero quien hace el trabajo detrás de la publicación?

Luka sonríe ante la pregunta y se que le ha gusto. Sus ojos se dirigen a mi y con un ademan de manos me indica que me acerque lo cual hago.

–Mi editora es Alice Foster, mi novia – al decir la ultima palabra toma mi mano y como si fuera una adolescente me sonrojo ante sus palabras.

–Así que su novia – me da una mirada – Es también su editora, ¿Cómo es posible que puedan llevar una buena relación profesional, si son también pareja?

–No es fácil – le dirijo una mirada severa, y entre el publico se escuchas ligeras risas – Pero Alice ante todo es muy profesional, y por mi parte también lo soy, entonces nunca hemos tenido roses severos con respecto al trabajo.

El chico se queda pensativo y al parecer no hace mas preguntas. Después de una hora Luka se despide de sus lectores y nos bajamos de la tarima.                                         

Luka se enfrasca en una conversación con varios representantes de editoriales. Yo por mi parte miro alrededor como todas las personas desalojan el lugar poco a poco, al mirar a mi izquierda encuentro al chico de las preguntas, al parecer esta escribiendo algo muy rápido en su libreta, como si tratara de redactar cada detalle. Silenciosamente me acerco a él.

–Hola – el chico dura unos segundos más escribiendo en su libreta y después dirige su mirada en mí.

–Hola – lo miro un momento antes de hablar.

–¿De casualidad eres periodista?

–Digamos que sí, aunque no estudie para ello, pero escribo artículos para una revista – una leve sonrisa sale de mis labios. Esa era yo hace algún tiempo.

–Yo también escribía artículos, miras a esa persona que esta allá – muevo mi cabeza en dirección a Luka – Él era mi jefe.

–¿Así que eras la novia del jefe? – otra sonrisa sale de mis labios.

–Es algo más complicado que ser la simple “novia del jefe” – miro a Luka cuando se acercar a nosotros. Como su ropa se ajusta perfectamente a cada parte de su anatomía y como acomoda un poco su cabello negro que se encuentra más largo de lo normal.

–¿Miras algo que te guste cariño?

–Siempre miro con atención a aquello que llama mi atención – toma una de mis manos y la besa. Es un perfecto caballero. Me devuelvo al lado que se encuentra el chico.

–¿Cuál es tu nombre?

–Adriel, Adriel Park – le ofrezco mi mano en modo de presentación.

–Alice Foster – volteo donde esta Luka y también lo presento – Luka Viansete, pero creo que eso ya lo saber.

–Es un gusto – toma la mano de cada uno mientras se levanta de su asiento.

–Si algún día necesitas algo, como una entrevista privada o algo que tenga que ver con el mundo de las editoriales no dudes en contactar con alguno de los dos – al mirarlo me recuerdo a mí. Tan joven y soñadora. Me siento como si estuviera hablando como toda una señora y solo tengo alrededor de veinticinco años.

–Claro – esta ves habla Luka – Estaremos gustosos de ayudarte.

–Muchas gracias – luego de esto el chico mira su reloj – Creo que ya es hora de retirarme, les agradezco su amabilidad.

–Descuida, es bueno ayudarse entre colegas.

 

Luego de terminar todo el evento, Luka y yo nos devolvemos al hotel. Ya la tarde de hace presente a la luz de la ventana de nuestra habitación, así que me encamino al balcón para ver el anochecer.

–Tus cabellos se ve más claro a la luz del sol – siento sus manos alrededor de mi cintura y recuesto mi cabeza en su pecho.

–Y el tuyo se ve como el azul de la noche cuando la luz lo alumbra.

–Bellas palabras cariño, serviría para uno de mis poemas.

–Entonces utilízalas – lo miro y veo como una pequeña sonrisa sale de la comisura de sus labios.

–Lo haré, pero será un poema que solo tu y yo leeremos – me doy la vuelta y coloco mis manos en sus anchos hombros.

–De acuerdo – lo miro así, a la luz del sol y corroboró mis palabras. Sus cabellos se ven tan azul como la noche bajo el sol – Sera mejor que baje a recepción.

Salgo de entre sus brazos y camino por el pasillo hasta la puerta, y ante de que pueda abrir la misma siento sus manos en mi cuerpo.

–¿Qué vas a hacer a recepción?

–A pedir otra habitación, ayer dijeron que era probable que hoy desalojaran alguna – miro su cara de horror y retengo mi risa.

–¿Te iras a otra habitación? ¿Por qué? Tú de quedas conmigo.



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En el texto hay: trabajo, romance, vida

Editado: 17.08.2020

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