Volver a creer. #1

Capítulo 3

Capítulo 3.

 
 

— ¿Murió? —Pregunto sorprendida.

—Bueno, eso es lo que me contaron. Su novia era de acá, él ya tenía a su mano la gran empresa que su amigo le vendió.

Sabía esa parte, la persona que le vendió la Empresa es Cameron, el esposo de mi Jefa. Ellos siempre fueron amigos, y por lo que sé, Cameron no quería la Empresa porque estaba en bancarrota y a él eso no le interesaba por lo que el Señor Harrison se ofreció para comprarla.

— ¿Cómo murió? —Preguntó Keith y yo lo fulmine con la mirada.

—Deja que continúe con la historia de manera adecuada —Él  rodó los ojos y yo mire al pelirrojo haciéndole un gesto con la mano para que continuará con su relato.

—Según los chismes ella murió por la culpa del Jefe.

—¿Qué? —Preguntamos mi novio y yo al mismo tiempo.

—No sé si es cierto, hay muchas teorías. Otra es que se suicidó, oh, y esta también una donde dicen que ella estaba metida en cosas turbias.

Miro mi plato de lasaña con una mueca, se ve deliciosa pero de pronto las ganas de comer se esfumaron. Bebo un sorbo de mi gaseosa y lo miro curiosa.

—Pero son solo chismes ¿no? Nadie sabe lo que en verdad sucedió.

Mi amigo se encoje de hombros. Él continúa comiendo y no sé cómo puede hacerlo luego de hablar de una persona muerta así de la nada.

—Lo de que está muerta si es un hecho. Por eso él se fue a la otra Empresa de Estados Unidos,  no podía seguir aquí sin ella. Además tenía que levantar la Empresa por lo que trabajo duró allá y ahora después de siete años vuelve.

Mis labios se fruncen, siento empatía hacía mi próximo Jefe.

—¿Cuántos años tiene? —Pregunte curiosa.

—Treinta y cinco, según mi fuente más cercana.

Me apoye en el respaldo de la silla algo confundida, pobre del Jefe. Eso quiere decir que estuvo lejos de su hogar por mucho tiempo.

— ¿Tiene familia aquí?

Mi amigo sonrió por mi interés.

—Sus padres y tres hermanas.

Me asusta que tenga tanta información sobre él. Keith busca mi mano y volteo a verlo.

—¿No vas a comer cariño? —Niego con la cabeza.

—Se me fue el hambre.

Mi amigo me mira intentando descifrarme, pero yo solo puedo pensar en esa trágica historia.

—Creo que exageró —Dice Keith encogiéndose de hombros—. Salir del país fue algo estúpido, yo no dejaría a mi familia.

Arrugue el ceño y tome el tenedor para juguetear con mi comida. ¿Yo haría algo así si Keith muere?

Un escalofrío me recorre el cuerpo por completo, no quiero ni pensarlo.

Mi amigo rodo los ojos.

—¿No harías lo mismo si perdieras a Raizel? —Preguntó con fingida indignación.

No era ningún secreto que Ethan todavía no soportaba demasiado a Keith. Fue por los comentarios que hizo sobre su sexualidad, lo molestaba antes de que yo saliera con él y desde eso a Ethan no le cae bien mi novio pero no puede decir nada. Keith está totalmente ajeno a eso.

Miro a mi novio esperando una respuesta.

Se encoge de hombros.

—En primera, nada va a sucederle a Raizel —Dice con seguridad—, pero finjamos que eso sucede. Yo estaría devastado… pero no dejaría a mi familia por eso. Debo enfrentarlo como adulto.

—Tomar esa decisión no te define como una persona adulta.

—Sí lo hace, huir es de niños.

 —Pero eso no significa que sea un niño, todavía estaba aprendiendo sobre la vida, como todas las personas lo hacemos —Dije, podía ver que nuestra discusión lo confundía-—.Creo que juzgas su decisión, no puedes saber cómo él se sintió en ese momento.

—Estoy de acuerdo con mi amiga.

Luego de eso comemos en un silencio incómodo. Sí, termino con mi lasaña ya que era eso o intentar entablar conversación con Keith y no estaba de humor para ello, ni siquiera Ethan coopera con la situación, él suele hacer comentarios tontos pero ahora se quedó totalmente mudo.

—Creo que debemos irnos a trabajar ya Raizel —Dice Ethan levantándose—. Bueno amigo, espero no dejarte en bancarrota por pagar mi almuerzo.

Keith y yo reímos lo cual agradezco, parece que la incomodidad se fue.

—No te preocupes hombre.

Nos levantamos y beso su mejilla como despida, frunce el ceño pero yo me apresuro en salir del local rápidamente. Ethan no tarda en seguirme.

— ¿Oye que fue eso? —Pregunta señalando detrás de nosotros—. ¿A cabo de presenciar una discusión con tu perfecto novio?

Ruedo los ojos.

—Solo estábamos en desacuerdo, eso es todo.

—Defendiste al Jefe ¿Eh? —Dice empujándome levemente—. Creo que eso no me lo esperaba de ustedes. Siempre son tan predecibles.

Y allí estaba esa palabra de nuevo.

—¿Que diantres es eso de predecibles? —Espete molesta.

—No te lo tomes a mal —Dice, restándole importancia con sus manos—. Solo ignórame, sabes que no lo soporto.

Suelto un suspiro cansino.

—Todo sería más fácil si logras perdonarlo. Han pasado años…

—¡Se burló de mí! —Chillo ofendido—. Tuve que soportar sus burlas por mucho tiempo Raizel.

Mis hombros caen.

—Lo siento por eso Ethan —Digo rodeando su cintura mientras seguimos caminando.

Él pasa su brazo por mi hombro.

—No es tú culpa que te hayas enamorado de un idiota.

—¡Hey! Keith no es un idiota —Reclamo.

—Está bien, si tú lo dices querida amiga.

Al llegar a la Empresa vuelvo a mi puesto y veo todo el trabajo que todavía tengo, no puedo evitar soltar un bufido, es demasiado para mí. El resto de la tarde Cindy me llama para hablar sobre mis dudas con respecto al Señor Harrison. Por lo menos ahora sé que no es alérgico,  y también me dijo que no le gusta el café con azúcar lo cual no sé cómo demonios es posible. Todo con él menos mal no me resulta nuevo, no exige mucho en eso por lo visto lo que hace que me sienta más tranquila.

"Aún no lo has conocido" Me susurra una molesta voz en la cabeza.

Y era la verdad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.