Volver a creer. #1

Capítulo 13.

Capítulo 13.


 

—No.

Sabía que convencerlo no iba a ser para nada sencillo pero él ya empezaba de manera negativa tan rápido.

—Pero Cayden…

—No, mi respuesta es un rotundo no.

Me cruzo de brazos y él ni siquiera me presta atención por estar frente la laptop, sé que solo está fingiendo trabajar para que no lo moleste pero yo sé que él ya no tiene nada que hacer hoy. Me siento en la silla frente a su escritorio y me tomo el atrevimiento de cerrar la laptop, él levanta la vista hacia mi sorprendido.

—Tú y yo hablaremos, Harrison —Imita mi gesto cruzándose de brazos y recostándose en su asiento, mierda, tengo un jefe apuesto—. Yo prometí ayudarte, más bien creo que esto es un jodido reto y como dije antes me encantan los retos.

— ¿Mi vida amorosa te parece un reto?

—No me hagas parecer la mala de la novela —Ruedo los ojos.

—Esto no es una novela, Raizel —Suelta un resoplido—, es mi vida y te cuento que estoy muy a gusto con ella.

—Pues si fuera una novela sería la mala, sé que te gusta tu vida y que te sientes a gusto con ella —Relamo mis labios—, pero sé que también te falta algo de amor en tu vida.

—Tengo el amor de mi familia —Dice justificándose.

—Y lo sé, pero no me refiero a esa clase de amor, Cayden.

Lo veo cerrar los ojos unos segundos, cuando los abre nuevamente se acerca hasta colocar sus codos en la mesa y mirarme.

—No puedo, no me siento capaz de superarla.

Hago lo mismo que él y me acerco hasta colocar mis codos sobre la mesa.

—No te hablo de superar si no que no tienes el porque de aferrarte a ella. Geraldine es tu pasado y es un pasado el cual estoy segura que valió la pena pero ahora debes seguir adelante ¿entiendes? Ella de seguro hubiese preferido eso.

No me percato de la cercanía entre nosotros hasta ahora, suelta un pequeño suspiro mentolado que va a mi rostro. Mi vista cae en sus labios y luego me fijo que él hace lo mismo.

—Como decía —Me alejo sentándome recta y él parpadea para luego volver a mirarme—, esto de las citas me parece algo ideal —Lo veo rodar los ojos—. Tú describirás a la chica de tus sueños y ellos van a buscar a alguien que encaje perfectamente con tu pedido.

—No estoy pidiendo una pizza, Rose —Pasa una de sus manos por su barbilla de manera pensativa—. No creo encontrar a alguien en esta clase de citas.

—Solo arriésgate —Pido en una súplica—, tal vez después de todo valga la pena y encuentres a alguien especial. Vamos, dame una oportunidad para demostrarte que esto es una buena idea.

—De acuerdo —Lanzo un grito que lo hace sonreír—, lo hago por ti que conste que no estoy de acuerdo con esto.

—Me halagas jefe, solo te pido que te comportes.

— ¿De qué hablas? —Pregunta confundido.

—De ese carácter que me hizo odiarte el primer día —Él suelta una carcajada—. Claro ríete.

—Lo siento, es que en serio recuerdo como te ponías roja de la furia.

Achico mis ojos.

—Pues espero que tu futura chica no aprecie ese lado tuyo.

—Tendría que soportarme tal y como soy.

Asiento, tomo la hoja que deje en el escritorio y se la muestro.

—Aquí está el formulario, ahora descríbeme a tu chica ideal.

—No sé qué decirte, no quiero describir a Geral.

—Pues entonces descríbeme lo que te gusta en una chica intentando no describirla, sé que será difícil pero valdrá la pena.

Me mira, pero realmente me mira, sonríe de costado y vuelve a recostarse en su asiento con sus manos jugueteando en su regazo.

—Anota —No entiendo que le parece divertido en esto pero asiento—. Me gustaría preferiblemente que sea rubia —Arqueo una ceja—. ¿Qué? Me dijiste que describiera a mi chica ideal ¿no? —Asiento—, mm, también que sea inteligente, alta, si tiene ojos azules me iría bien.

— ¿Por qué se me hace que estás describiendo a alguien en específico?

—Tú anota, que sea amable y sencilla, si es algo torpe a veces también — ¿Qué clase de descripción es esta?—, eso la haría ver tierna.

Luego de decirme más cosas que me parecen familiares me dice que eso es todo.

—Estas describiéndome a una chica que dudo mucho que exista.

Él vuelve a sonreír.

—A veces eres algo tonta, Rose  —Abro mi boca ofendida—, ya cumplí con mi parte ahora ve a trabajar, señorita.

Hago un puchero pero asiento me dirijo hasta la salida pero antes de salir él habla.

—Agrégale que sea tierna.

Confundida asiento y salgo de su despacho para ir a mi escritorio y agregar lo último que me dijo. Sin duda alguna dudo que encuentre una chica así, pero no voy a rendirme. Cayden lo hace apropósito el buscar a alguien que no puedan emparejarlo con él pero lo que él no sabe es que yo seré quien busque a esa chica.

 

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—Hola Melody —Digo saludando a la chica de ayer, la cual me informó acerca de esto de las citas—, traje el formulario.

—Hola Raizel, déjame ver las exigencias de tu jefe.

Ayer le conté que esto lo haría para ayudar a mi jefe él cual es algo exigente, ella me dijo que yo podría ver la ficha de las demás para buscar a alguien acorde con lo que Cayden busca.

Ella me mira arqueando una ceja.

—Esto será un reto querida —Dice y yo asiento—, aquí tienes las fichas mira entre ellas a ver cuál te parece mejor.

Agarro las hojas de manera rápida estoy demasiado emocionada por lo que unas hojas caen al suelo y me agacho rápidamente para agarrarlos.

—Lo siento, soy algo torpe.

Ella suelta una carcajada.

— ¿Sabes? Creo que ya se a quien describió tu jefe.

La miro interrogante pero en eso mi celular comienza a sonar y atiendo sin ver de quien se trata.

—Diga.

Coloco las hojas en la mesa de manera más ordenada.

—Raizel ¿Dónde estás?

—Estoy… estoy arreglando unas cosas con una amiga.




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