Capítulo 14
—Debo aclararte unas cuantas cosas antes de ir a ese club —Asiento con la cabeza—, primeramente, solo te daré la oportunidad con tres citas.
— ¿Qué? ¿Solo tres? —Pregunto incrédula.
—Sí, tienes tres oportunidades para encontrar ¿cómo le llamabas tú? Oh, “media naranja” —Ríe como si no se creyese que llamara a su alma gemela de esa forma—, tienes tres oportunidades para encontrar a mi media naranja. Segundo, estarás presenta en todas las citas.
— ¿Cómo demonios voy a hacer eso?
—Puedes sentarte en una mesa cercana, si la cosa va mal te haré una seña, la cual será está —Dice desordenando su cabello—, si lo hago tendrás que llamarme porque ocurrió una emergencia en la Empresa… aunque creo que sería mejor si fuese algo más personal.
Frunzo los labios.
—Objeción.
—Esto no es una corte Raizel, pero aun así te sedo la palabra.
—Bueno, ¿cómo sé que tú no haces la seña solo para librarte de la cita? —Él enarca una ceja—, lo siento jefe pero por lo menos debes soportar por lo menos una hora.
—No.
— ¡Eso no sería justo! ¿Cómo podrá conocerla entonces?
—Media hora y mira que me estoy arriesgando —Dice refunfuñando—, vaya a saber con quién loca intentaran emparejarme.
—Dios mío, eres tan quejica.
Él se acerca para empujarme levemente y yo sonrío volviendo a empujarlo.
—Y por último, luego de esto no quiero saber más nada sobre este tema —Dice completamente serio de nuevo—, ¿entendido?
—Sí, jefe.
Él suelta un suspiro y mira el local.
—Pues allá vamos.
El club es un lugar que anteriormente no conocía ya que es algo nuevo. Cuenta con un lugar donde es especial para cenas en pareja con un ambiente romántico al decir verdad donde las citas se llevaran a cabo hoy. Eso es apenas al entrar al local, luego en la parte del fondo encuentras unas escaleras que te llevan hacia abajo donde se encuentra la pista de baile que según me dijo Melody es enorme pero yo no lo sé porque aún no he bajado hasta allí, y no olvidemos la barra libre creo que me harán falta unos tragos si está cita no va bien ya que luego solo tendré dos oportunidades de encontrar a su chica ideal.
Nos adentramos al lugar y veo a Melody siendo la anfitriona del lugar al verla le hago un gesto a Cayden para que me espere el cual asiente con la cabeza.
—Hola Melody —Murmuro besando su mejilla—, ¿Todo listo?
—Hola Raizel, todo listo —Dice y me muestra el número de su mesa—, ella todavía no ha llegado por lo que él puede ir sentándose a esperar.
—Gracias por esto, oh, y necesito una mesa a una distancia prudente de ellos ¿Eso será posible?
Ella asiente.
—Tengo algunas mesas libres, el lugar no se está llenando ya que no es un viernes o fin de semana. Y cambiando de tema… uf… pero que sexy jefe tienes allá.
Volteó y lo observo, está muy guapo siendo franca, ese traje le queda como anillo al dedo, él me pilla mirándolo y en respuesta me sonríe y siento una especie de cosquilleo en el estómago.
—Lo sé —Murmuro algo confundida—, ahora ven y recuerda que yo no te conozco.
Ella suprime una risa pero me acompaña.
—Cayden —Él me mira a mí y luego a Mel—, ella es la que se encarga de todo la señorita… ¿Me recuerda su nombre?
Ella me mira confundida pero luego parece entenderlo porque suelta un “Oh” solo le faltaba el guiñarme un ojo y decirme que lo entendía.
—Melody, Señor Harrison venga conmigo le mostrare su mesa y puedo ofrecerle algo de beber mientras espera a su cita.
Este asiente con recelo, me mira y le hago un gesto con las manos para que vaya.
Por suerte está idea de hacer las citas no involucra dinero solo se debe pagar por la cena y mi jefe no tendrá inconveniente en ello. Lo veo sentarse en su mesa y removerse incómodo. Siento que mi pequeño amigo está nervioso.
Melody se acerca para señalarme mi lugar en el cual voy a sentarme y luego de un rato un mesero me sirve vino y yo lo miro con los ojos como platos.
—No, no, no —Digo arrebatándole la botella de la mano—, no tengo dinero.
Tomo mi copa e intento verter el contenido nuevamente en la botella.
—Señorita, mmm… la botella ya está pagada.
En eso me quedo tiesa y levanto la vista hasta mi jefe el cual está soltando unas carcajadas que llaman la atención de cualquiera lo que agradezco así no están mirándome.
—Oh… —Le devuelvo la botella y este me mira arqueando una ceja—, lo siento, puede volver a recargar mi copa.
Y eso hace, la vuelve a recargar y se despide dejando la botella en la mesa.
Mi celular vibra y lo saco viendo que me llego un mensaje de mi Jefe. Levanto la vista nuevamente en Jaden pero este no me mira.
Abro el mensaje.
“¿Sabes que el vino no puedes solo volver a cargarlo en la botella no es así rubia?”
Mis mejillas se encienden.
Sé que no serviría de nada, pero fue en lo primero que pensé.
“Se sorprendería con mi capacidad de convencimiento”
“En realidad no, creo que por culpa de ello estoy aquí.”
No puedo evitar reír lo miro y le saco la lengua, él solo sonríe y cuando parece que se va a levantar para venir junto a mí un cuerpo femenino se sitúa en su frente.
¿Esa es la chica que elegí yo?
No puede ser, ¿Por qué no me avisaron que era una Barbie plástica? Ella se sienta de una manera exagerada y Cayden mantiene su rostro serio lo cual me sorprende.
Me siento incomoda al ver como ella le sonríe, esperen… ¡Oh por dios!
Sin poder evitarlo comienzo a reír, realmente me estoy descojonando de la risa y Cayden me mira y se pasa una mano por el cabello en clara señal de que quiere ser auxiliado.
Mierda, acabo de arruinar la primera cita.
Como solo vi la espalda de la rubia no me fije en su rostro, y joder es una señora con bastante edad pero que se mantiene en muy buena forma aunque el botox en su rostro me asegura que tiene algunas cirugías más para mantenerse así.