Volver a creer. #1

Capítulo 20

Incomodidad a la hora de trabajar no es nada bueno.

No me siento como una profesional y menos cuando estoy intentando evitar a Cayden como si fuera una niña pequeña que piensa que evitando el problema el asunto estará solucionado.

Evitarlo es de lo más complicado puesto que soy su asistente personal y debo estar pegada a él pero por ahora me estoy salvando debido al trabajo que tengo y no es necesario ir hasta su oficina porque realmente me siento incomoda. Es raro sentirme nerviosa al verlo o que mi corazón quiera pegar un brinco solo con estar cerca suyo e internamente me regaño por eso.

Estas reacciones no pueden significar nada bueno.

¿Cómo me debo sentir al respecto? Me gusta mi jefe y tengo novio.

Un novio que quiero mucho y con el cual he tenido muchos años de felicidad, no puedo simplemente tirar todos esos años por la borda por estar confundida. Creo que estoy malinterpretando las cosas y eso no está bien.

Hoy es jueves lo que significa que su cita será mañana, está vez hable con Melody pidiéndole que ella eligiera alguien completamente distinto a lo que buscaba y ella no tuvo ningún problema con ello.

—Raizel te necesito en mi oficina.

Me sorprende que él salga para llamarme siendo que por el teléfono lo podía hacer tranquilamente.

—De acuerdo, voy allí en unos minutos.

—No. Te necesito ahora.

Ladeo la cabeza hacia un costado pero me levanto y él espera paciente hasta que paso por su lado adentrándome a su oficina.

Camino hasta sentarme frente su escritorio y él se recuesta en este haciendo que levante la cabeza para mirarlo.

— ¿A caso hay un problema? —Pregunto curiosa.

—No, te llame por otra cuestión.

—Ahora estoy más curiosa.

Él niega con su cabeza tratando de ocultar una sonrisa la cual apenas se ve pero yo la noto.

—Necesito que me acompañes a un lugar importante ahora.

Miro mi reloj de muñeca dándome cuenta de que falta solo diez minutos para que me vaya a casa.

— ¿Ahora?

—Sí, es algo importante y necesito tu ayuda para salir de un aprieto en el que Cameron me metió.

Arrugo el ceño, no sé muy bien de que está hablando pero asiento.

—Claro Superman —Me siento menos incomoda en estos momentos lo cual agradezco. Parece que superamos ese tonto beso—, solo debo avisar en mi casa y listo.

Rueda los ojos pero por alguna razón lo noto nervioso ¿En qué lio lo habrá metido el tal Cameron?

—Puedes guardar tus cosas mientras más rápido terminemos con esto mejor.

—Me estas asustando —Digo en forma de broma.

—Pues deberías estarlo.

Volteo para mirarlo interrogante pero él evade mi mirada, me encojo de hombros, busco mi abrigo y mi bolso.

Salimos rumbo hacia el ascensor y el presiona los botones mientras yo recuesto mi espalda contra la pared hay un silencio que no es incómodo lo cual se agradece, él me mira de reojo y yo solo sonrío eso parece calmarlo más. Le envió un mensaje a mi madre y guardo mi celular en mi bolso.

Al salir del ascensor veo a Ethan trabajando lo cual es raro ya que siempre que lo veo está sin hacer nada. Levanta la vista y al vernos sonríe, el muy idiota realmente lo hace. Él comienza a imaginar mil cosas en esa cabeza sucia suya, lo conozco demasiado bien.

Me despido con la mano al pasar mientras Cayden se encuentra enviando un mensaje de texto por el celular. Ethan junta sus manos fingiendo que estas se dan un beso y yo ruedo los ojos.

Cayden es todo un caballero al abrirme la puerta del auto, sube y nos lleva a quien sabe dónde.

— ¿Es muy grave el problema? —Me atrevo a preguntar.

Se aclara la garganta.

—Depende de cómo lo veas.

Bueno, eso no respondió mi pregunta.

Maneja mucho tiempo, siendo sincera unas horas y cuando pregunto dónde demonios vamos no me responde.

— ¿Ya vamos a llegar? —Pregunto por novena vez.

—Sí, en realidad ya llegamos.

Él estaciona frente a una gran casa me sorprendo y él sale del auto gesto que imito. Veo más autos estacionados y realmente estoy preguntándome en que lío me estoy metiendo.

— ¿Dónde estamos?

—En mi casa.

¿Su casa?

Pero él vive en su departamento.

Antes de preguntar otra cosa él se acerca hasta la puerta y toca el timbre.

—Pero tú vives en tu departamento…

La puerta se abre y una señora muy hermosa con unos ojos azules familiares sale y nos mira con incredulidad.

—La casa de mi infancia —Dice antes de ser asfixiado por una abrazo de la que puedo apostar que es su madre.

—Mi bebé si vino —Dice ella y sin soltarlo me mira—, ¡No lo puedo creer! ¡Cameron no mentía!

Suelta a Cayden y me abraza de la misma y dolorosa manera que hizo con él.

Estoy muy confundida pero la abrazo.

—Soy la Señora Harrison —Dice alejándose y dejando su mano en mi hombro dándome un apretón amistoso—, pero puedes decirme Cam, soy la madre de tu novio.

Muy bien, ahora sí que estoy confundida.

Ya conocí a la madre de mi novio y es una abogada para nada alegre como ella. Entonces ¿Porque dice que es la madre de mi novio?

Ella da un paso atrás.

— ¿La madre de quién?

Ella se ríe.

—De Cayden cariño.

El nombrado se acerca y pasa una mano por mi cintura causándome un escalofrió que me hace suspirar. Cam me mira con unos brillos en sus ojos y estoy entendiendo que está pasando aquí.

—Si claro, la madre de mi osito.

Miro a Cayden el cual me mira arqueando una ceja y yo estoy aguantándome las ganas de mandarlo a la mierda.

—Que lindos —Dice ésta—, ¿Es tan listos para la fiesta de cumpleaños?

Quiero saber quién es la persona que cumpleaños hoy pero eso sería demasiado sospechoso.

—Por supuesto —Dice él.

— ¡Mamá! ¡Katherine arruino el pastel!

Ella rueda los ojos al oír el grito.

—Puede que ella ya sea toda una madre pero no puede controlarse al ver un pastel de chocolate —Dice sonriente—. Los espero adentro chicos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.