Capítulo 28.
Un estruendo me despierta de golpe, una especie de martilleo en la cabeza me está matando. Santos dioses esto es tan doloroso que creo que puedo desmayarme en cualquier momento.
¿Qué paso?
—Raizel, despierta.
Intento abrir los ojos pero realmente me cuesta horrores el hacerlo, siento que mis parpados están pegados y que tengo la garganta seca. Hago mi mayor esfuerzo en volver a abrirlos ya que alguien zarandea mi cuerpo y no una manera suave.
Lo veo de brazos cruzados mirándome con una mueca.
Vuelvo a repetir ¿Qué paso anoche?
Intento hacer memoria de cómo demonios termine en mi cama, maldición, lo último que recuerdo es haber tomado tanto con Ethan y un recuerdo de él yendo con mi prima a bailar. Me siento con dificultad, veo que mi vestido se subió hasta mis muslos y lo bajo acomodándome mejor. Mi prometido tiene el ceño fruncido, está enojado. ¿Por qué está enojado?
— ¿Cómo llegue aquí? —Pregunto, mi voz suena rasposa y en realidad mi garganta me arde.
Él me mira incrédulo.
— ¿No recuerdas nada? —Niego con la cabeza—, ¿En serio, Raizel?
—Lo siento, bebí demasiado... ni siquiera recuerdo cuando llegue aquí, sabes que luego de unas horas recordaré todo ¿Paso algo?
Él ríe, pero su risa no tiene nada de humor.
— ¿Cuándo ibas a decirme que besaste a Cayden? —Abro mis ojos sorprendida—, al parecer tenías que estar borracha para sincerarte.
¿Yo se lo dije?
—Keith yo... Puedo explicarlo.
Intento levantarme pero solo me envuelvo en las sabanas y terminó enredándome aún más , él da unos pasos atrás y me hace una señal con las manos para que me quede donde estoy.
—Detente, estoy furioso contigo ¿Cuándo te falle? No puedo creer que lo besaras.
Trago saliva, me pongo nerviosa y jugueteo con mis dedos. No siento el anillo de compromiso y casi suelto un grito ¿Dónde lo habré puesto?
—Fue cuando Cat... —Mis palabras mueren—, ya sabes... yo estaba mal te llamé y tú no me contestaste, estaba débil y bueno se dio...
— ¿Estas tratando de echarme la culpa por no atender tus llamadas?
— ¡No! Solo que hubiese sido distinto si...
Él niega con la cabeza decepcionado, el pecho me duele al verlo así. Me regaño a mí misma, yo provoque esto, por mi culpa está así.
—Estoy decepcionado, me dijiste que confiaras en ti ¡Me dijiste que solo es tu amigo!
— ¡Y lo es!
— ¡Los amigos no se besan! ¿Son amigos con beneficios o qué?
Niego con la cabeza queriendo llorar, no me gusta esto, no me gusta pelearme con alguien que es tan importante para mí.
—Keith...
— ¿Cuántas veces?
— ¿Qué?
—No te hagas la estúpida ¿Cuántas veces lo besaste?
Mierda.
Bajo la mirada y me quedo callada.
— ¡Increíble! —Sisea furioso—, ¿Te acostaste con él?
— ¡Claro que no!
—Perdón por preguntar —Dice con sarcasmo—, es que no sé hasta qué punto mi novia intimo con su jefe.
Sé que hice mal, pero la última vez que lo besé fue en lo de su madre. No ha pasado nada, la cabeza me da una puntada de repente y la alarma de mi celular comienza a sonar.
—Yo, lo siento.
—No quiero hablar contigo Raizel, quiero mi espacio y espero que lo respetes.
Dicho esto sale de la habitación cerrando de un portazo y apago la alarma, maldición, debo ir a trabajar. ¿Cayden me habrá visto borracha?
No recordar nada me deja un sabor amargo en la boca. Siento que estoy olvidando algo importante, bueno, olvide todo lo de anoche así que creo que es eso. Luego de una ducha con agua completamente helada desayuno con tranquilidad y me sorprendo al no ver a mi hermano. Cuando le pregunto a mi madre me dice que él no se siente bien y que no ira hoy al colegio. Me preocupo por él pero no quiero ir hasta arriba a verlo, no cuando el día de ayer se comportó como un idiota y no ayudó en nada.
Cuando termino de comprar el desayuno de Cayden voy al trabajo, no veo a Ethan en su lugar y me preocupo de que no se haya despertado, él bebió más que yo, así que no quiero ni imaginarme como se encuentra.
Al dejar su desayuno en su escritorio la puerta se abre asustándome, Cayden me ve con una gran sonrisa y hago una mueca al oír que la puerta chirría un poco.
— ¿Resaca? —Pregunta y asiento.
Él camina hacia mí con paso seguro y eso me pone nerviosa.
—La peor de todas, ni recuerdo como termine en mi cama ayer.
Se detiene de golpe justo cuando iba a alcanzarme y ladeo la cabeza confundida pero el confundido parece él.
— ¿No recuerdas lo que paso anoche?
La forma en la que lo pregunta me hace notar de qué paso algo importante pero cada vez que quiero hacer memoria mi cabeza me da una puntada.
— ¿Qué paso exactamente? —Pregunto cautelosa—, Keith vino por la mañana a reclamarme el haberle contado —Me aclaro la garganta—, que te besé... se lo dije en mi estado de ebriedad y me siento tan mal por haberlo lastimado.
—Así que no recuerda —Murmura con aire distraído—, ¿Qué va pasar ahora?
Me siento inquieta, hay algo dentro de mí que me grita que recuerde pero no puedo.
—Mm, creo que debo solucionar las cosas con Keith.
Él niega con la cabeza y pasa por mi lado sin decir nada más. Creo que luce decepcionado ¿Qué hice anoche?
—Puedes ir a trabajar, Raizel.
— ¿Qué paso entre nosotros anoche?
—Nada que valga la pena recordar.
No parece muy sincero pero igualmente asiento con la cabeza. El día pasa de manera lenta, me tome las pastillas para el dolor y eso me hacía tener pequeños flashes de lo que paso lo cual agradecía. Ethan no vino hoy lo que me hace pensar que mi amigo debe estar hecho mierda ¡Já! Eso le pasa por traidor.
La palabra se me hace familiar y ahí recuerdo cuando confundí a Ethan con Keith y le conté lo del beso. Cierro mis ojos con fuerza intentando aferrarme al recuerdo pero me quedo estancada cuando veo a Cayden sin su chaqueta de cuero, eso fue lo último que recuerdo.