Bella
Una oportunidad imposible de rechazar
17 de diciembre 2023
«Te conocí de casualidad, te vi como si nada, todo comenzó con un “¿te molesta que me siente acá?”, y algo en ese momento me llamaba la atención, pero decidí ignorarlo, pero cuando volví a verte, por alguna razón el destino nos cruzó, fue donde ya no podía seguir ignorándolo, y me enamoré de vos».
Guardé el documento y cerré la computadora, me saqué los lentes y los dejé sobre esta. Sonreí.
Sonreí porque después de tanto tiempo encontré la inspiración para otra historia, y mi inspiración era Pablo. Aunque no sepa el final de esta historia, voy haciéndola conforme va mi día a día. Aunque, con todo lo que pasó, tengo varios capítulos, ya.
Así que empecé, abrí la computadora, puse un documento nuevo y empecé a escribir. Estaba tan inspirada y motivada que esa tarde hice por lo menos, tres capítulos seguidos.
La puerta se abre y entra mi prima, se sienta en su cama y me mira.
—Estuviste toda la tarde encerrada acá, ¿todo bien?—asentí, cerré mi ordenador y lo dejé en los pies de la cama.
—Encontré la inspiración para esta nueva historia.—ella sonríe.
—¿Y? ¿Cómo se llama?
Negué apretando los labios—. No lo sé.
Me mira confundida—. ¿Cómo que no sabés?
—No lo sé, estoy trabajando en ello, no lo puedo saber hasta que termine esta historia.
Ella asiente, pero por su cara intuí que no entendió ni media palabra de lo que le dije.
—Vos necesitás escribir, inspiración, ¿pero sabés qué necesito yo?—pregunta pensativa, la miro. No contesté esperando a que ella lo haga—. Un novio, estoy más sola que perro malo.—sonreí.
—Cuando llegue vas a saber reconocerlo. Uno siempre reconoce al amor cuando lo ve.
—Vos decís eso porque estás hasta las manos, pero yo no. —iba a responder pero mi teléfono indicando que tenía una notificación nos interrumpió.
Agarré el móvil y entré a Wattpad, tenía un mensaje de esa App. Al leer lo que decía, casi caigo desmayada al suelo.
—¿Bella?—pregunta mi prima intentando tener mi atención.
—Fallecí.—no era exageración.
—Bueno, pero intentá no fallecer hasta que me cuentes lo que pasó, porque ahora me quedo con la intriga.
«Hola, ¿cómo estás? Estuve leyendo tu libro y quiero decirte que estoy impresionado, te hablo desde Madrid, España y estoy muy interesado en sacar tu libro en físico y a la venta, todo desde nuestro país, si tú estás de acuerdo lo único que tendrías que hacer es tomar un vuelo, tendrías todo pago, el pasaje, la estadía... Espero tu respuesta pronto!!»
Le tendí el teléfono a mi prima mientras yo intentaba reaccionar.
—¡¿ESPAÑA?!—grita ella pero yo le tapo la boca.
—Callate, boluda.—ella estaba tan eufórica que no sabía cómo hacer para que se callara y que no se enterara todo el país.
—¿Vos estás mal de la cabeza?—dice en un susurro y con dramatismo.
Ella era así: o gritaba, o susurraba, no podía hacer intermedio.
—¿Cómo... Cómo no te vas a emocionar? Boluda, es una oportunidad increíble.
—Me emociona, claro que sí, pero me agarró desprevenida.—todavía no puedo creer lo que decía ese mensaje.
Mi prima agarró el teléfono y empezó a escribir.
—No seas tan boluda, tenés que aceptar, es una oportunidad despampanante.—mueve los brazos de manera exagerada.
—Sí, y lo iba a hacer, pero tengo que meditar esto, tengo que hablar con mis padres. España no queda acá a la vuelta.—le dije como si ella no lo supiera.
Le pedí que por favor respondiera por mí porque estaba muy nerviosa. Pero eso no era todo: también estaba... ¿Y Pablo? ¿Qué va a pasar con él? Yo...
Le saqué el teléfono de la mano antes de que enviara algún mensaje, por unos segundos me arrepentí.
—Bella, ¿vos estás a punto de rechazarlo por Pablo?—apreté el teléfono contra mi pecho. Negué rotundamente, ella se muerde el labio apenada—. Prima, yo no te voy a obligar a nada, pero pensá, esto es una oportunidad increíble para vos y la carrera que elegiste. No tires todos tus sueños por la borda. Vamos, dale.—me alienta.
Me mordí el labio pensando y ella tenía razón. No podía estancarme, no quiero dejar ir mis sueños.
—Entonces... ¿Qué vas a hacer?
Después de lo que pasó con Liam me prometí que primero iba a elegir mis sueños y después lo que venga más adelante, ya sea una relación.
Nunca más me iba a quedar por alguien, porque si de eso dependiera, nunca llegaría a nada.
Sonreí y nos miramos a los ojos. Miré mi teléfono y le di a enviar.
—Voy a seguir mis sueños.
«Siento que no es el momento,
que quizás seas vos
pero no el momento indicado».