Volver a empezar. #2

Epílogo.

Epílogo.  
 


—Se ve tan hermosa —Digo al ver el hermoso vestido blanco que lleva puesto, Raizel eligió con sabiduría su vestido de novia. 

—Lo sé, soy un hombre afortunado.  

Cayden miró a su ahora esposa bailar junto a su padre mientras él bailaba conmigo. Después de seis meses en Los Ángeles la verdad había extrañado a mi familia. 

—Estoy tan orgullosa de ti —Digo y él frunce el ceño—, yo sé que no llegue a conocer a Geraldine cómo tú o Dani lo hicieron pero creo que ella estaría muy feliz de saber que encontraste a una mujer como Raizel. 

Sus ojos se cristalizan, yo sé que ella siempre será alguien importante en su vida, que siempre tendrá una parte de ella consigo pero por un lado sé que logro guardarla en un lugar muy importante de su corazón. Ahora Raizel logró sanarlo y eso es algo que siempre voy a agradecerle. 

—Gracias, creo que esperaba estas palabras de parte de Danielle... 

—Créeme, las tiene. 

Sonrió, él ve que Raizel le hace una seña. 

—Con permiso pero mi dulce osita me llama. 

Suelto una estruendosa carcajada, se va y lo veo ir junto a ella, la agarra de la cintura por atrás y descansa su cabeza en la curvatura de su cuello. 

Camino hacia el área de bebidas donde encuentro a Isaac y a Ethan. 

—Dijiste que Stars vendría —Es lo primero que sale de su boca y yo arqueo una ceja al igual que su novio. Sus mejillas se ponen rosas—. Lo siento, soy un fan que esperaba ver a su ídolo. 

Ethan niega con la cabeza divertido mientras sorbe con su pajilla una bebida que me esta entrando ganas de beber.  

—Él... tiene problemas personales. 

—Oh. 

—Ya les dije que pueden ir a nuestro departamento cuando quieran. 

—No es tan sencillo conseguir dos boletos de avión, cariño —Dice Ethan. 

Yo me cruzo de brazos. 

—Yo les ayudaría a pagarlos, saben que me va bien con mi nuevo trabajo. 

Luego de que Dylan y Stars sacaran ese tema explotó con fuerza, con tanta que decidieron hacer un video musical. Los dos iban a tener una bailarina para el vídeo y a Dylan se le ocurrió que yo podía serlo, dude mucho, era una gran idea pero tenia miedo, luego de aquel accidente con mi pierna habían veces donde me dolía por las noches pero nunca dije nada. 

Al final termine aceptando, y puedo decir que bailarle a Dylan de manera provocadora se volvió algo muy nuestro después de ese día. Para mi suerte una academia muy importante en Los Ángeles me pidió unirse a sus bailarinas, ellas se presentan en shows de estilo clásico y moderno por lo que estaba súper emocionada. Por cada show nos pagan una muy buena cantidad de dinero. Sigo siendo representante de Dylan, hasta el momento eso no he tenido problemas y espero que continúe así. 

—Lo pensaremos —Dijeron al mismo tiempo para luego reír. 

—Tu novio y su álbum se lucieron. 

Asentí de acuerdo. 

—Dylan es el mejor.  

—Me alegra que pienses eso, cielo. 

Volteé de inmediato al escucharlo, iba demasiado guapo. Aquel traje negro era ajustado en las medidas justas su corbata roja combinaba a la perfección con todo. Las damas de honor a pedido de Raizel llevamos puesto un sencillo y delicado vestido rojo que combinaba con su ramo de rosas rojas.  

Camine hasta él, su cabello estaba más largo su estilista Dhara lo arreglo dándole rizos alborotados que le daban un aire mas sexy y juvenil. 

—¿Cómo se sintió cantar en la boda de tu hermana? 

—Genial. Todavía es raro saber que está casada pero me alegra que sea con Cayden y no Mason. 

—¿Quién es Mason?  

—Su ex. 

Fruncí el ceño. 

—¿Iban a casarse? 

Él acomodo su corbata. Lleve mis manos hasta el primer botón de su camisa y lo desabroche, él soltó un suspiro de alivio. 

—Gracias, Raizel me prohibió desabrocharlo sí le digo que fuiste tu no creo que diga nada. 

—Negaré haberlo hecho,  no respondiste mi pregunta.  

Se encoge de hombros. 

—Es una rata, no vale la pena hablar de él. Le puso los cuernos y a mi me amenazo para no decir nada. Gracias a Dios ella se dio cuenta a tiempo. 

Algo no iba bien, parecía que los recién casados ocultaban algo.  

—¿Cuando lo descubrió? 

—¿Por qué tanta curiosidad? Fue el día que nos conocimos. 

Y ahí fue donde me di cuenta de que nos mintieron. Cayden trajo mucho antes a Raizel a casa diciendo que era su novia... entonces algo muy raro pasaba aquí ¿Cayden la contrató para fingir ser su novia? ¿En verdad estaban enamorados? 

Dylan levantó mi mentón para que lo mirará entonces le conté lo que sabía, él se mostró sorprendido así que fue un alivio saber que él no me había ocultado eso. 

—Ven, ellos deben darnos una explicación.  

Dylan agarro mi mano y nos guió hasta la mesa de los recién casados ellos estaban tonteando con un pedazo de tarta como dos enamorados así que estaba muy confundida.  

—Cayden, Raizel ¿Podemos hablar? 

Ellos se miraron antes de asentir en nuestra dirección. Caminamos fuera del salón de eventos. 

—¿Porqué tanto misterio? —Preguntó Raizel. 

—¿Quién es Mason?  

Esa pregunta toma por sorpresa a Raizel. 

—¿No era tu novio hermana? 

—Y si lo era... ¿Porqué Cayden te presentó como su novia en mi casa? ¿A caso es real este matrimonio? 

—¡Esther! —Exclama Cayden enojado. 

—Déjala —Dice Raizel soltando un suspiro pesado—. Debíamos suponer que algún día alguien se enteraría de que mentíamos. 

Cayden asiente y se cruza de brazos en mi dirección. 

—Lleve a Raizel como mi novia porque Cameron había tratado de hacer una broma... mamá se lo creyó y no quería decepcionarla. 

—Pero antes de eso ya habían pasado cosas entre nosotros pero yo fui algo lenta en enterarme de mis sentimientos. 

Mi hermano sonríe y la atrae hacia su cuerpo. 

—Lo siento si mentimos pero era por mamá y papá,  Esther. 

—Pudieron decirme —Llevo una mano hasta mi frente—. Lo siento por exagerar las cosas solo que fue una sorpresa. 

—Raizel, prométeme que no habrán secretos entre nosotros. Tu me pediste lo mismo y hasta ahora lo estoy cumpliendo. 

Ella se retorció los dedos y la miramos con curiosidad. 

—Bueno, ya que estamos con las sorpresas y secretos... estoy embarazada. 

Sí, ella logró sorprenderme aún más,  Cayden tenía los ojos muy abiertos luego una sonrisa se deslizó en sus labios seguido de una carcajada. Levantó a Raizel y Dylan tomo mi mano para dar unos pasos atrás y mirar a nuestros hermanos, sentí ganas de llorar en ese momento,  volvería a ser tía y eso me ponía muy feliz.  

Sentí un apretón en mi mano y levanté la vista para ver como Dylan sonreía. 

—¡Felicidades! —Chillo emocionada—. No se te nota nada. 

Ella sonríe dulcemente.  

—Solo tengo cuatro semanas. 

—Cuatro semanas de vómitos ¿Cómo no me di cuenta antes? —Preguntó Cayden confundido pero el brillo en sus ojos nunca se fue—. Pensé que era el estrés de la boda. 

—Iba a decírtelo hoy pero bueno —Nos echan una mirada a Dylan y a mi—. No pensé que nuestros hermanos se enteraran de nuestro pequeño secretito, osito

Él le da un dulce beso en los labios. 

—No importa como lo has dicho... mierda eso no quita lo feliz que estoy de saber que seremos tres... 

—Cuatro con Canela

Canela es la perra que Cayden le compró a Raizel, ella tiene problemas eligiendo nombres así que pobre criatura. 

—Felicidades a ambos —Dice Dylan—. Voy a ser tío muy joven —Bromea y Raizel sonríe.  

—Ya deja de ser un pesado.  

—A su orden, ahora voy a ir a besquearme con mi novia en la fuente —Yo me sonrojo pero él me jala en dirección a la fuente. 

—¡No debías decir eso! 

—¿Es mentira acaso? Nada de mentiras cielo, recuérdalo. 

Una vez frente a la fuente nos detenemos. Quedamos frente a frente y él delinea mis labios con su pulgar. 

—Eres tan jodidamente hermosa. Tengo suerte de tenerte. 

—Ambos tenemos suerte cariño. 

Él me abraza y yo escondo mi rostro en su pecho,  nos movemos lentamente como si estuviéramos bailando una melodia dulce y lenta. 

—¿Te imaginas nuestra boda de está manera? 

Mi corazón se acelera con solo pensarlo. 

—Lo hago, lo he hecho muchas veces la verdad. 

Levanto mi cabeza para verlo a los ojos, él me sonríe. 

—Te prometo una gran boda, amor. 

Su rostro baja hasta quedar a mi altura, nuestras narices se rozan. Lo siento tan cerca pero se siente como si no fuera suficiente, cómo si necesitáramos más de ambos. 

—Dentro de unos cuantos años por favor.  

—Cuando quieras, cielo. 

Termina con la horrible tortura y une nuestros labios suavemente, tomándose su tiempo en demostrarme cuanto me ama con un solo beso.  

Tal vez dimos muchas vueltas para llegar a estar juntos de está manera, amándonos pero cada vuelta valió la pena ahora tenemos toda una vida por delante juntos. 

Nos arriesgamos, aún sabiendo que podríamos ser juzgados pero como Dylan escribió en una de sus canciones que me dedicó... 

"Ellos no saben lo enamorado que estoy de ti. 
Pueden juzgarme pero no me importa, 
Para el amor no hay edad, no la hay 
Y cariño tu y yo somos la prueba 
De que para el amor no hay edad, oh, no la hay" 


Y la verdad era juzgada, cotilleos de aquí para allá pero como dice mi novio, no importa porque nosotros sabemos el amor que nos tenemos y eso si es lo único que importa. 




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