Volver a empezar. #2

Capítulo 1.

Capítulo 1.

 

Miro a la chica con incredulidad.

¡Oh vamos!

El sonido del teclado es bueno como para poder representarla, es bonita y tiene ese toque aniñado que sería buen material. Qué lástima que no esté tocando un piano de verdad si no una aplicación en su Tablet.

Le hago una seña con la mano para que se detenga.

—Yani... —No sé como decirle que esto es una estupidez sin herirla. 

— ¿Qué tal lo hice? —Pregunta entusiasmada.

Suelto un largo suspiro.

Pensé que ser representante iba ser algo sencillo pero no lo es. Me equivoque, encontrar a alguien con un talento verdadero es mucho más difícil de lo que pensé y esto me está hartando.

—Eso no es un piano real.

—Lo sé, pero soy buena en esto y sería algo novedoso.

— ¿Sabes tocar un "verdadero" piano? —Enfatizo esa palabra.

Niega con la cabeza.

Cuando salí de la oficina de mi hermano enserio pensé que iba a encontrar a alguien buena, pero no, ella no es lo que esperaba. Así como no fue lo que esperaba la supuesta banda de chicos que vi ayer.

—Lo siento, pero no veo potencial en esto —Digo haciendo un ademan de manos—, si pudieses tocar un piano real tal vez podamos volver a hablar.

Ella está algo decepcionada ¿Pero qué esperaba?

Eso es solo una aplicación que estoy segura que hay muchos niños lo dominan. Me voy con las manos vacías y eso me frustra demasiado, pensaba que iba a encontrar algo interesante pero no.

Cuando ya estoy afuera busco mi auto para ir a la academia donde me trabajo y enseño a mis pequeñas a bailar. Entro y no tardo nada en conducir en dirección hacia allí. Pongo algo de música ya que la amo, me gusta mucho y también el baile por lo que la música es elemental en mi vida.

Al llegar estaciono y me bajo para abrir la puerta trasera de mi auto y encontrar mi bolso donde tengo mi ropa, busco mis bailarinas y salgo disparada rumbo a la Academia. Tarde demasiado con Yaninna y al final fue otra pérdida de tiempo. Saludo a Lourdes la recepcionista y voy corriendo rumbo al vestuario voy hasta mi casillero y comienzo a desvestirme para colocarme mi ropa. Luego de estar lista me coloco las bailarinas y alzo mi cabello en un moño desarreglado guardo toda mi ropa en mi bolso para ponerlo en mi casillero y voy junto a mis niñas.

Apenas abro la puerta las veo y sonrío cuando todos me ven porque comienzan a chillar.

— ¡Profe Esther! ¡Profe Esther! —Gritan a coro.

— ¿Cómo están mis princesas? —Todas ríen contentas y yo me siento con energía para comenzar una nueva clase.

Cuando bailo con mis alumnas me dejo llevar, no solo les enseño a bailar. Les enseño el arte de bailar.

 

(***)

 

Aprieto el botón del ascensor para ir arriba a la oficina de mi hermano. Mañana tengo que pagar la matrícula de la Universidad y necesito la firma de Cayden para eso ya que él será el quien se encargue de pagar mi carrera.

Estoy muy agradecida con él, mis padres pagaron mis estudios la primera vez que fui a la Universidad hasta que finalice mi carrera y estoy muy agradecida ya que ellos me hicieron la mujer que soy hoy en día. Mi hermano es quien me dijo que podrá pagar mis gastos, no quiero aprovecharme de él por tener dinero ni nada pero entre las  clases de ballet para las niñas, la Universidad y seguir buscando a alguien que representar no tengo tiempo para un trabajo fijo.

Tal vez podría encontrar trabajo pero nada me garantizaba que iba a poder pagarme una carrera Universitaria. Estoy ahorrando para mudarme a un departamento ya que sigo viviendo con mis padres.

Finalmente el ascensor se abre y veo a Raizel la novia de mi hermano mirarme con sorpresa pero rápidamente se levanta.

—Cuñada —Digo como saludo abrazándola—, vengo a ver a mi hermano.

Se la ve algo nerviosa pero le sonrío.

Esta algo pálida, de seguro mi hermano la está explotando con trabajo, iba a bromear sobre ello pero ella se adelanta en hablar.

—Tu hermano está en una reunión con una socia, no creo que quieras molestar a mi osito.

Suelto una carcajada al oír como llama a mi hermano, nunca pensé volver a ver a mi hermano con alguien más y eso me hace feliz. Achino mis ojos.

—Yo soy más importante —Digo riendo aún y camino en dirección hacia la puerta pero Raizel se pone en mi camino.

—Él fue muy claro de que la reunión era importante.

—Oh... —Finjo pensarlo pero realmente no creo que sea nada importante. Según Cayden puedo entrar cuando quiero—, pues lo mío también lo es.

La esquivo y camino lo que me falta para abrir la puerta pero grito al ver a mi hermano entre las piernas de una chica. Oh no...

Volteo a ver a Raizel y a ella se le cristalizan los ojos... la pobre pensando que mi hermano estaba en una reunión y él muy estúpido estaba a punto de tener sexo con esa zorra.

— ¡Eres un idiota infiel! —Grito. Soy demasiado dulce pero cuando me sacan de mis casillas puedo ser el mismísimo diablo según mis padres—. ¿Cómo puedes tirarte a está zorra en tu puta oficina? ¡Raizel está al lado!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.