Volver a empezar. #2

Capítulo 5.

Capítulo 5.

 

Madre mía.

Sabía que debía poner todas mis fichas en él, fue como comprar una rifa entre millones pero aun así sacar el premio gordo. El vídeo que había subido anoche a internet ya tenía más de mil visualizaciones que iban subiendo por minuto, con los comentarios de chicas queriendo saber más sobre Dylan, o pidiendo que suba otro cover me hacían sonreír sin cansancio.

Luego de grabar me puse a ver la edición del video, obviamente no toque nada referente a su voz, ya que es única y sabía que todos la amarían. Luego de subirla compartí el link a todos mis grandes contactos, también en mis redes sociales.

Y bueno, la respuesta fue positiva ya que cada minutos me llegan notificaciones en la bandeja lo cual me hace feliz. Dylan no sabe todavía de esto y espero informárselo cuando salga del colegio ya que tenemos una reunión en mi casa nuevamente. Mientras tanto me encuentro en la Academia bailando con mis alumnas y alumno. Les mostré el video y las niñitas se rieron al verlo sin camisa pero luego comenzaron a bailar.

Yo siendo sincera había visto el video un centenar de veces sin cansancio alguno, había partes en donde no miraba a la cámara, miraba detrás de ella. A mí, y me hacía recordar lo caluroso que se puso el asunto entre nosotros.

Dylan es muy apuesto y a mi pesar sexy, por eso pensé en el para el trabajo, pero no pensé que su lado malo y sexy muy sexy “no me cansaré de recalcarlo" terminaría gustándome más de la cuenta. Porque él es un niño, y una vez en mi casa me quede pensando en las cosas que podíamos hacer… y nada de esas cosas eran buenas.

Por dios, tengo veintiséis y estoy babeando “literalmente” por un niño de diecisiete.

Todo bien Esther, todo bien.

— ¿Cómo se llamaba el cantante profe? —Me pregunta mi alumna.

—Se llama Dylan Collins, pueden decirle a todo el mundo acerca de él.

—Y de lo lindo que es —Dijo una sonrojada.

Asentí de acuerdo.

— ¡Nos vemos mañana mis amores!

Por mostrar el vídeo la hora se me había pasado por lo que sin cambiarme las mallas, el bodi y mis bailarinas salí buscando mi auto, ajuste mejor la pollera y subí a mi auto. Estaba muy emocionada, comenzaba a pensar en lo bueno que sería seguir con esto, subiendo covers y luego probar en alguna disquera.

Una vez que llegué a mi casa, estacione el auto y baje para adentrarme a casa, mi mamá no se encontraba, tampoco mi padre por eso había decidido hacer la reunión aquí. Subí a mi habitación pero apenas al llegar a la segunda planta el sonido del timbre me detuvo.

Soltando un suspiro baje las escaleras y abrí sin siquiera mirar de quien se trataba, creo tener una idea de quien se trata.

—Hola Dylan —Digo al ver al muchacho de ojos verdes.

Él me mira de pies a cabeza detalladamente, sus ojos me escanean lo cual me pone algo nerviosa.

—Hola cielo —Ahora es mi turno de arquear la ceja—. ¿Me dejarás pasar?

Hago un gesto con la mano para que entre y él lo hace. Me molesta que sea tan alto y grande para su edad, mientras que yo soy todo lo contrario siendo mayor.

—Tengo excelentes noticias.

— ¿Te hartaste de este juego?

Ruedo los ojos.

— ¡Tu video es un éxito!

Él voltea a mirarme curioso.

— ¿De qué hablas?

Me acerco hasta él y tomo su mano para que me siga hasta la sala donde se encuentra mi laptop. Nos sentamos en el mismo sofá  enciendo mi laptop con nervios, entro a Youtube y busco el video. Al ver que ya está por alcanzar las dos mil visitas suelto un grito de alegría.

— ¿Lo ves? —Digo eufórica.

—Sí que lo veo, debe haber un error.

—No hay ningún error, y mira los comentarios.

“Que hermosa voz”

“¡Es buenísimo!”

“Debo escuchar más sobre él ¿Cómo está en twitter?”

“Enamorada. ENAMORADA”

“Sin duda alguna soy una Dylan Girl”

—Ya hasta tienes un fandom —Bromeo con él, pero Dylan se encuentra demasiado ocupado leyendo los comentarios.

Luego me pasa la laptop para sacar de su bolsillo un paquete de cigarrillos y un encendedor.

— ¿Qué haces? ¡No puedes fumar aquí!

Él levanta la vista hacía mí y parece dudar que hacer.

—Yo… fumo cuando me encuentro nervioso.

Levanto las cejas sorprendida.

—Por esta vez… te dejaré hacerlo.

El olor se quedaría adentro pero por lo menos con algún desodorante de ambiente podría solucionar aquel problema, solo que el simple olor me molestaba.

Encendió el cigarrillo y el humo ya comenzaba a molestarme pero me mantuve callada.

—Necesitamos crearte cuentas, en Facebook, Instagram, Twitter para que puedas tener más contacto con tus seguidoras.

—No quiero cuentas.

—Pues deberás tenerlas, y ser cariñoso con ellas —Advierto, no hay nada mejor que ser fan de alguien que aprecie a sus fans.




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