Capítulo 21.
—Mamá puedo explicarlo.
Paso una de mis manos por encima de mis labios los cuales me siguen hormigueando.
—Eso espero —Se cruza de brazos y comienza a zapatear con un pie.
—Nos estábamos besando…
—¡Para su próximo video! —Digo cortandolo, le lanzó una mala mirada a Dylan.
—¿Qué?
—Él me dijo que tenía vergüenza de besar a alguien en sus vídeos —Digo rápidamente—, y pues le enseñe como debía hacerlo —Niego con la cabeza—. ¿Puedes creer que tiene vergüenza?
Mi madre achica los ojos en mi dirección.
—Dylan muchacho ¿Dónde has estado? Tenías muy preocupado a todos? Y mira nada más la pinta que traes —Me lanza una mala mirada—. Me sorprendes Esther, tu hablándole de su trabajo cuando está así.
Abro la boca para decir algo pero vuelvo a cerrarla.
—Me asaltaron, me golpearon y dejaron inconsciente —Dice y mi madre se aproxima en su dirección para revisarlo—. Llevaron mi celular no podía llamar a nadie por lo que tuve que venir caminando y…
—¿Raizel sabe que estas aquí?
—Vienen en camino con Cayden —Respondo—, no deben tardar.
—Jovencito debías ir al hospital…
—No se preocupe señora Harrison, Esther se encargó de mis heridas.
Mi mamá me mira de manera recelosa pero asiente. Se queda unos minutos más diciendo que luego debemos dejar una denuncia nosotros sólo sentimos pero sabemos que eso no pasará. Se retira porque debe ir a ver un pedido que le encargaron y al fin puedo respirar tranquila.
—Así que voy a besarte en mi próximo video ¿eh? —Pregunta con ese tonito coqueto —, ¿Quieres marcar territorio? Te advierto que mis fans son muy celosas.
Ruedo los ojos y en ese momento la puerta principal se abre y vemos entrar a Cayden y Raizel, está al ver a su hermano suelta un grito y corre en su dirección para abrazarlo.
—¡Dylan! —Se aleja y toma su rostro entre sus manos y lo inspecciona con detenimiento—. Collins estas en grandes problemas.
El nombrado hace una mueca.
—Puedo explicarlo…
—¡Me prometiste dejarlo! Y ni siquiera se te ocurra mentirme ¿Quién más te dejaría en este estado?
—Raizel calmate —Digo al ver que está furiosa.
—¿Que me calme? ¿Hablas en serio Esther?
Cayden se acerca y coloca una mano en su hombro.
—Porque mejor no dejamos que Dylan cuente lo que paso —Asiento la cabeza de acuerdo con mi hermano.
—Oh claro que lo hará —Dice entre dientes—. Pero lo hará en nuestro departamento.
Frunzo el ceño.
—Pero…
—Esther es mejor que no te metas en algo tan personal sobre Dylan y Raizel. Debes respetar eso.
Quería protestar ¡No era justo! Yo sabía mucho más que Raizel, Dylan se sentiría demasiado presionado por su hermana va necesitar mi apoyo. Lo miro uno segundos y veo pánico en sus ojos al ver a su hermana.
Él no puede contarle algunas cosas y creo que necesita mi apoyo.
—Raizel, quiero ayudar —La nombrada me mira frunciendo el ceño—. Yo también creo que Dylan debe dejar de meterse en esa mierda.
—¡Lo intente! —Explota Dylan y se aleja de su hermana, me mira de manera recriminatoria —, te lo dije Esther, intente dejarlo y mira como termine.
Raizel lleva sus manos hasta su boca y luego comienza a llorar. Dylan rueda los ojos y se acerca para abrazarla.
—Lo siento Raizel, pero no es tan sencillo.
—Yo sólo quiero que seas un adolescente normal y que no tengas que estar en peligro.
—Debe haber otra solución —Dice Cayden—, tengo un amigo en la jefatura, puedo decir que son policías correctos. Tal vez puedan ayudar.
—Meter a la policía sólo va a empeorar las cosas.
Me siento en el sofá completamente frustrada. Dylan me mira y me regala una leve sonrisa que hace que yo lo imite.
—Creo que Cayden tiene razón —Comenta Raizel limpiando sus lágrimas, camina hasta él y lo abraza por la cintura luego gira su cabeza en mi dirección —. Es riesgoso pero no podemos solucionarlo sólo nosotros.
—Hablare con el mañana —Besa la cabeza de Raizel—. Ahora creo que debemos ir a casa y buscar una escusa para tus padres Dylan.
Él asiente.
Cayden y Raizel son los primeros en salir. Dylan se aproxima en mi dirección y sin más deja un beso casto en mis labios.
—No te preocupes, solucionaremos esto —Sonríe y su huequito en la mejilla aparece—, nos vemos cielo.
Llevo mi mano hasta mis labios. Ese niño va a acabar conmigo de todas las maneras posibles.
Al día siguiente tuve que ir a la Universidad me encontré con Isaac, pase las clases con él y luego me invitó a almorzar pero lo rechace estaba demasiado ocupada ese día. Las clases con mis niñas fueron buenas, ellas se estaban luciendo cada día más, ni que decir mi pequeño bailarín.