Volver a empezar. #2

Capitulo 40.

Capítulo 40.

 

Me sonrojo sin poder evitarlo, terminó de leer la letra y Dylan me mira con una sonrisa. 


—¿Te gustó? 


Me abanico el rostro soltando una risilla nerviosa. 


—Creo que le gustó —Stars suelta una carcajada—. Me siento halagado.  


Necesito ver a Dylan cantando esto, cantandome a mi creo que me desmayaria oh sin duda lo haria. 


—Bueno, iré a ver si el estudio está  listo para practicar —Stars se levanta y sale de la oficina. 


Miro a Dylan el cual tiene una gran sonrisa pegada en el rostro, bajo la mirada. 


—¿Sabes? La letra es pegajosa —Camina en mi dirección con una sonrisa que promete mucho, creo que puedo caer del taburete en cualquier momento. Se posiciona en mi frente separa mis piernas y se coloca en medio de ellas, trago saliva cuando se acerca a mi cuello, su aliento es caliente y sube hasta mi oreja para susurrar—. No importa donde sea, serás mía por todas las letras… —Canturrea.


Parpadeo varias veces,  coloco mis manos en su pecho y levanto la mirada para verlo mejor. Su vista cae en mis labios e inevitablemente los míos hacen lo mismo. 


—Creo que hay algo de tensión aquí —Digo y él sonríe. 


—Tensión sexual —Susurrra una voz a nuestra espalda. Nos separamos y agachó la cabeza avergonzada—. Oh lo siento Esther pero debo llevarme a este chico para practicar. Tenemos una sala de recreación con café libros y demás. 


—Oh… yo quería verlos practicar. 


Él niega con la cabeza. 


—Lo siento pero esto será una sorpresa para todos, pero espero que te conformes con la letra mientras tanto. 


Sale de la oficina y Dylan me echa una mirada. 


—Continuaremos con nuestra charla luego. 


Una débil sonrisa se desliza en mis labios cuando se va, llevo las manos hasta mi pecho y siento lo acelerado que se encuentra. 


—Me vuelves loca, Dylan. 


Al final tuve que ir a la sala recreativa,  no estaba nada mal una asistente llegó trayendome algo para tomar y comer lo cual agradecí y me puse a escuchar música de Stars, busqué unos libros y comencé a leer un rato. Pasaron las horas y yo comenzaba a aburrirme justo en el momento en el que ya decía que iba a morir del aburrimiento la puerta se abre me siento mejor en el sofá y los veo entrar a ambos. 


Por alguna razón se los ve más unidos, vienen riendo y eso me saca una sonrisa. Dylan necesita está clase de amigos. 


—Cielo, Stars nos invitó a cenar. 


Los miro con curiosidad, asiento y camino junto a ellos. 


—¿Cómo les fue? —Tengo demasiada curiosidad en saber que tal le fue a Dyaln. 


—¡Genial! Nuestras voces nacieron para estar unidas —Bromea Stars y yo suelto una carcajada—. La verdad me sorprendí de lo rápido que logramos entendernos, mi padre dice que mañana podemos empezar a grabar. Con suerte tendremos todo listo en unas semanas. 


—Te volverás loca al escuchar el tema. 


No podía negar eso, si con sólo una pequeña parte que Dylan me había susurrando ya estaba como loca no me quería imaginar al escucharla. 


—Iremos a un local donde siempre suelo pasar desapercibido, es un poco molesto cuando los paparazzis no te dejan ni comer en paz. 


Ambos asentimos,  terminamos yendo a un local de comida japonesa. Stars es muy divertido pero podía ver que algo estaba molestandole, cada segundo miraba su celular esperando algo. 


—¿Esperas el llamado de una chica? —Pregunto Dylan arqueando una ceja. 


—Sí —Me sorprendió que fuera sincero—. Pero dudo mucho que lo haga. 


—¿Por qué no lo haces tu? —Pregunté. 


—Porque no creo que me atienda. 


—Entonces ve a su casa —Dijo Dylan sin mirarlo, estaba intentando utilizar correctamente los palillos y me causaba gracia cuando no podía hacerlo.  


—Lo haría si supiera donde vive…. Mejor cambiemos de tema ¿Tienes muchas fans? 


Él lo miró,  soltó los palillos resignado y asintió hacia Stars. 


—Sí, son malditamente geniales. 


—Las mías igual. 


—Es increíble como me he ganado el cariño de tanta gente ¡Casi llego a los 100k de seguidores! 


Sonreí.  


—Cuando yo llegué al un millón fue increíble, y créeme Dylan tu irás por ello también.  


No pude comer mucho, llevaba ya un tiempo sin un cigarrillo y la cabeza comenzaba a palpitarme.  


—Voy al tocador. 


Me levanté agarrando mi bolso de mano y fui hacia el baño, no podía fumar allí así que agradecí cuando vi una puerta trasera camine hasta ella y Sali afuera. Encendí mi cigarrilo y pude fumar en paz unos minutos, escuche el sonido de la puerta y volteé asustada. 


—Ya decía yo que no ibas al baño. 


Mire a Dylan haciendo una mueca, él se acercó y yo baje la mirada, últimamente lo hacia mucho. 


—Cielo… no quiero que continúes con esa adicción, tu no fumabas, lamentó tanto el que lo hayas hecho por mi culpa. 


Levante la mirada y comencé a negar con la cabeza. 


—No, no es tu culpa… sólo no se que me pasa. Lo necesito.


—Déjalo,  deja de fumar cariño no quiero que nada malo te pase. 


Por alguna razón tenía ganas de llorar. Él se acercó me arrebató el cigarrillo y lo tiro lejos, puso sus manos a ambos lados de mi rostro obligándome a mirarlo. 


—Necesito que hagas esto por mi, necesito que dejes esa mierda atrás y vuelvas a empezar de nuevo conmigo. 


Contuve el aliento. 


—Dylan yo lo siento… 


No pude aguantar y termine llorando, Dylan pareció entenderlo mal porque se alejo de mi resignado negué con la cabeza y agarre sus manos de vuelta.  




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