Al entrar al departamento, muchos recuerdos llegan a mí. El amor no entendido fue algo que golpeo mucho a mi persona, a él también, y solo piensa en retomar una relación que sucedió hace muchos años, pero no puedo y la verdad no sé si podre. Siento que he llegado al mismo abismo del que tanto me costó salir.
Durante el fin de semana Luka me ha llamado a mi celular y en constantes veces toco mi puerta, pero no soy capaz de abrir y de igual manera no tenia en consideración hacerlo. Él se empeña en aferrase a sentimientos que no quiero volver a experimentar. Esa necesidad que tenía de su amor, no quiero volver a sentir que sin él ya no puedo vivir.
Después de aquel día con lo que me confeso Luka, trato de evitarlo lo más posible. Trato de mantener una lejanía suficiente como para no estar juntos en el mismo ambiente a pesar que trabajamos en el mismo piso, y saben que, es mi queridísimo jefe el que ese momento se me está acercando.
-Alice, necesito que me acompañes a una junta- lo veo de pie a su escritorio mirando unas hojas, su cabello despeinado y su traje negro lo hace ver elegante y sexy.
- ¿Y porque tengo que ir yo? No puede asistir Glen.
-Glen está trabajando en una entrevista con Karla, además te lo estoy ordenando a ti.
-Está bien, en unos momentos arreglo los papeles, te espero en la sala de juntas- veo como se ha cerca hacia mí.
-No te lo dije, perdón. La junta es en un hotel esta noche, tienes que ir elegante, serás como mi asistente, así que te espero presentable a las 7 – no me puede estar pasando esto, no a mí.
- ¿Y si decido negarme? ¿Qué pasara?
-Si decides eso, ¿Qué pasara?, ah sí, no te ayudare a ordenar las columnas para la próxima edición precisa- lo miro sonreír con suficiencia cerca de mí. Sabe cómo atacar mis puntos débiles.
- Esta bien, iré contigo pasa por mí a la hora acordada.
Me levanto de mi asiento para ir a mi hogar y estar lista para la dichosa noche con mi odioso jefe.
Al llegar a casa me dirijo a mi armario, trato de buscar algo elegante y sutil. Al estar buscando entre los vestidos encuentro uno muy sencillo. Después de encontrar el conjunto para esta noche me dirijo a la ducha para calmar un momento mis sentimientos.
“No sé lo que quiere llegar a provocar de nuevo Luka en mí, pero la verdad no quiero volver a estar enamorada, la necesidad de su existencia es algo que quiero olvidar, no quiero volver a ser la niña débil de su amor”.
Cuando salgo del trance de mi meditación, decido salir de la ducha y arreglarme. Me coloco el conjunto y trato de maquillarme. Me coloco un poco de bases, seguido de mascara para pestañas y después un labial color rosa suave para que no se vea exagerado y decido arreglar mi cabello en una coleta alta.
-Creo que me veo lo suficientemente elegante y profesional.
-Yo creo que te ves hermosa.
Esa voz
- ¡¿Qué haces en mi habitación?! – veo a un Luka con un traje negro, distinto al del trabajo. Por alguna extraña razón nuestros atuendos combinan.
-La próxima vez, ponle seguro a tu puerta Alice- lo veo a cercarse a mí con un ramo de flore muy hermosas – Como he dicho hace un momento, estas hermosa, toma – me entrega el ramo de flores – Las vi de camino y no pude evitar comprarlas.
-Gracias, pero no tenías que hacerlo – coloco las flores en un jarrón que está cerca de mí – Ya podemos irnos a la junta.
-A eso he venido Alice, vamos que se hace tarde.
Bajamos de mi piso y llagamos a la calle, una suave prisa llega al lugar dando a entender que el invierno está a punto de llegar y con ello la nieve.