Estamos camino a una de las librerías del centro de la ciudad, el cielo esta nublado con índices de lluvia, igual que mi mente. Desde que llegué a esta editorial y me encontré con un Luka adulto, mis pensamientos y emociones han cambiado mucho a través de los días.
Me encanta su seriedad, esa forma de ver la vida siempre me gusto de él, muchos dirán que ser frio no te ayuda en nada, pero eso me mostro lo buena persona que era y también que sus sentimiento y palabras son puros sin egoísmo o ironía. En los momentos que estuvimos junto siempre recuerdo de sus pequeñas palabras me hacían feliz, por más pequeñas que fueran, me llenaban suficiente el corazón como para llegar al límite de ser destrozada.
-Alice – oigo una voz que a la lejanía me llama – Alice
- ¿Si?
- ¿Qué te pasa?, hace un momento sentí que te hundías en tu mente o será que estabas pensando en mí, si es así te perdono el despiste- lo veo parar en seco en media acera.
- ¿Qué?, No, no pienso en ti – siento que toda la sangre sube a mis mejillas
-Tus lindas mejillas dicen los contrario- lo veo darme la espalda y sigue con su camino.
-Idiota- murmuró por lo más bajo, y veo con en un movimiento se voltea dejando su hermosa sonrisa y su cabello en un pequeño vaivén por el viento.
-Yo también te quiero
Después de terminar nuestra pequeña discusión, y seguir con nuestro camino nos adentramos a un centro comercial y veo a Luka adentrarse a una enorme tienda. Veo como se acerca a Luka, al parecer es el supervisor del lugar.
-Alice – veo como Luka se acerca a mí- Ven a ayudarme con unos apuntes
-Claro
Y así nos pasamos la tarde en librería en librería, hasta que algo que yo, ni Luka, podíamos evitar. La lluvia.
Estábamos a las afuera de una de las tiendas, llevo mi chaqueta arriba de mi cabeza para tratar de apaciguar la caída de la lluvia y Luka trata de hacer los mismo con la suya, salimos corriendo de cuadra en cuadra hasta que hallamos un pequeño lugar en el cual esperar a que la lluvia escampe un poco.
-No pensé que el día de hoy fuera a llover de esta manera tan torrencial- veo a un Luka ligeramente mojado, puedo ver como unas gotas recorren su cuello para perderse a dentro de su camisa- Al parecer te gusta lo que ves.
- ¿Qué? No, deja de ser tan engreído – su blanca piel contrasta sus labios carnosos y rojos hacen ver una pequeña sonrisa
-Solo admite que te gusto preciosa.
-Eso jamás
-Bueno, si tú misma no lo quieres admitir, hare que tu cuerpo lo admita.
En un corto movimiento, Luka coloca sus manos a cada costado de mi cintura y hace que mi espalda choque con la pared de concreto. Siento mi respiración acelerada ante su tacto y el frio que me invadía tiempo antes se esfuma trayendo consigo un tremendo calor a mi cuerpo, su cabeza se hunde en mi cuello mientras siento unos húmedos besos sobre esta, lo siento subir a mi oído, sus carias en mi espalda y como mi mente se nubla igual que el cielo que esta sobre nosotros.
-Te amo Alice, y siempre lo hare.
Al sentir sus caricias y sus palabras, mi mente quita cualquier barrera que halla entre mi corazón y mi mente
-También te amo, siempre lo he hecho – siento deslizar por mis mejillas un líquido caliente, no entiendo porque estoy llorando, tal vez por el hecho de sin querer, volví a admitir sin pensar, que todavía lo amo.
Luka se separa un poco de mi para mirarnos, veo como se asoma una tierna sonrisa. Sus manos se adentrar en mi cabellera atrayéndome a sus labios y mi cuerpo responde a tal atracción, haciendo que nuestros labios se atraigan a un profundo y cálido besos.
El beso es tierno y cálido, Luka muevo sus labios suavemente sobre los míos haciendo leve presión sobre mis labios.
-No has cambiado nada cariño.
- ¿Por qué lo dices? - veo señalar su lengua.
-Te dije en un pasado, que cuando te besara abrieras tu boca.