Volver A Enamorarte

Y tal vez… ¿Algo de calor? 4

Sin más, nos vamos de la casa en la penumbra de noche, por alguna razón mi cerebro poco a poco va reconociendo el camino, las viejas casa, los árboles y las calles todos concuerdan al mismo lugar. Luka lleva su mano entrelazada con la mía, haciendo que camine a su mismo paso acelerado por las oscuras calles, que a lo que me dice mi mente. Es la ruta de mi vieja segundaria…

Al frete de mi esta un gran portón de hierro el cual esta evidentemente cerrado.

-Alice ven – lo veo caminar por un lugar que las cercas son más bajas – yo te ayudo a cruza, ven aquí.

- ¿Qué? ¿Tú estás loco? Como quieres que entremos a la segundaria, y más si está cerrada.

-Cariño confía en mí, ven y pasa las cercas – estoy dudosa en saber qué hacer, pero supongo que tengo que confiar.

Al llegar donde esta Luka, este se arrodilla muy cerca de las cercas y me impulsa para así poder llegar y pasar. Al estar del otro lado veo a Luka impulsarte y pasar las cercas con mucha facilidad.

- ¿Cómo hiciste eso?

-No es la primera vez 

Y sin decir una palabra más. Luka toma mi mano para adentrarnos a las partes traseras de la segundaria. Hasta llegar a una parte de una pequeña puerta.

- ¿Cómo se supone que entremos? – dirijo mi mirada a la mano de Luka la cual, tiene un pequeño llavero con algunas llaves.

-Con esto – se dirige a la puerta y esta abre con mucha facilidad.

- ¿Por qué tienes copias de llaves de la segundaria? – entremos por la puerta la cual de a la cocina de la cafetería

-Cuando te fuiste, pasaba mucho tiempo en la biblioteca hasta casi de noche, entonces el conserje me dio una copia de las llaves que necesitara.

Después de esta pequeña charla, Luka dirige su camino a el lugar donde comenzó todo… la querida y amada biblioteca. Al entrar veo todo en su lugar, está un poco empolvada y el olor a libro viejo sigue igual. Cuando entramos al parecer Luka se perdió en la penumbra de la biblioteca, la única claridad del lugar es dada por las ventanas. Y sin previo aviso mis pies se dirigen a el estante de la zona “A2”.

Al llegar al lugar, todos los libros estaban en su lugar. Y veo en el mismo estante el mismo libro de hace 10 años, aquel que comenzó es tormentoso camino. Te igual manera que en un pasado, trato de sacar el libro de el estante, pero no lo consigo y una sensación de “deja vu” vuelve a mí. Siento una leve respiración a mis espaldas y un lago brazo tomar el libro que quería.

-Todo sigue como antes ¿no crees?

- ¿A que los libros siguen en su lugar? – de su rostro sale una traviesa sonrisa, que lo hace ver sexy.

-No, tú sigues siendo una enana.

-Oye, no soy una enana – siento como mis mejillas se pone rojas, que gracias de la oscuridad no se nota.

-Claro que lo eres, sigues siendo una enana, pero ahora una “enana sexy”.

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Gracias por sus "Me gusta" chic@s 

 



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En el texto hay: amor com

Editado: 11.07.2018

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