-Eso es imposible, yo misma revise el manuscrito de la revista antes de que tú la llevaras a impresión.
-No sabemos qué paso Alice, Glen se encuentra igual que tu sobre esto – ante de todo esto me pongo a analizar la revista en mi mente, las entrevistas estaban colocadas de buena manera, los artículos de belleza juvenil también. Y después de tanto pensar solo una persona llega a mi mente, Julia.
-Karla, creo saber lo que paso, y lamento decir que fue mi culpa – veo como su cara pasa a un color más pálido.
- ¿Cómo que tu culpa, Alice?
-Antes de mandar a publicar las revistas, Julia vino donde mi afirmar según lo que a dicho ella, unos documentos que Luka me pidió firmar – los recuerdos vienen a mí, y en mi mente aparece esa sonrisa maliciosa que me dio antes de retirarse.
-Oh carajo Alice.
Veo que Karla tiene una copia de la revista de Luka, y efectivamente se puede ver el error entre la información, está colocada a mitad de la revista una entrevista a una bailarina del teatro de la cuidad, al cual le estábamos haciendo publicidad. Un error de los más grande, porque de nada tiene que ver el entretenimiento con una empresa de concreto.
Karla levanta su mano, y me saca de mis pensamientos.
- ¿Qué vas a hacer Alice? – veo notable preocupación en su mirada.
-Tengo que hablar con Luka, y decirle sobre lo que Julia hizo – suspiro sonoramente, ante la situación que estoy y tener que enfrentar a Luka no es algo que me agrade mucho.
Y sin decir más, dejos mis cosas en mi cubículo y me encamino a la oficina de Luka. Estoy asustada sobre lo que pueda llegar a pasar ¿Qué tal que no crea que fue un error? ¿Le dará la razón a Julia de que yo lo firme? ¿O me creer sobre de que ella dijo que fue una orden suya? Estoy asustada, como cuando una niña hace una travesura y sabe que su madre la regañara inminentemente.
Al llegar a su puesta mis manos se encuentran sudorosas, y sin esperar más toco con mis nudillos la puerta. Para oír seguido de esto un “pase”
-Buenos días, Luka
-Que bien que viniste por ti misma ahora, ¿Me puedes explicar esto? – me dijo alzando al aire la revista.
-Buenos días, Alice. Yo también me encuentro bien, gracias por preguntar – mi tono de voz sale con leve molestia, y lo estoy en estos meses ya me he vuelto en la nada.
-No estoy para protocolo Alice, en estos momentos estamos perdiendo millones por un error de novata.
- ¿Novata? ¿Es enserio? Te recuerdo que tú me entrenaste.
-Y al parecer algo hice mal, para que cometas estos errores, ¿Cómo es posible que combines dos artículos? – no puedo creer que ni siquiera me ha dejado habla.
-Ok para, déjame hablar primero – esta vez se queda callado como signo para que prosiga – A mí me no me eches la culpa, Julia me llevo el jueves antes de mandar a impresión los manuscritos de la revista una información que firmar, según ella eran de tu parte.
-Eso es una completa mentira- siento como la sangre se me calienta de la furia.
- ¿Qué? ¿Cómo crees que cometería un error de eso en la revista Luka? Pensé que conocías mi trabajo.
-Si conozco tu trabajo, pero yo no le di nada a Julia para que tu firmaras – me encuentro totalmente indignada de esto
-Ella misma fue a mi cubículo para que los firmara Luka, no estoy mintiendo – veo como en su rostro está completamente serio ante mis palabras – ¿Así que no me crees? – dije en un tono de voz casi inaudible.
-No me encuentro seguro de creer algo que yo no mande a hacer Alice.
-Entonces llámala, y que ella misma diga lo que dijo- estoy enojada y muy dolida que además de que sea mi jefe mi novio no me crea.
-No tengo a nadie a quien llamar Alice, confió en Julia.
- ¿Y acaso en mí no? – veo como su rostro serio no cambia en nada ante mis palabras – Así que confías en ella, claro, estoy segura de que desde hace meses que ella es la dueña de tu confianza – siento como mis ojos pican, por las ganas de llorar, pero no le daré el gusto de verme así.
Fijo mi mirada en la alfombra, como si fuera la cosa más interesante de todo el mundo. El no dijo nada, solo callo como una tumba sellada bajo mil metros bajo tierra, el no confiaba en mi cuando la verdad era que yo había sido engañada por la arpía de su secretaria. Y sin darme cuanta un líquido caliente empieza a recorrer mi rostro, a mi mente viene muchas cosas, y una de ellas es que de nuevo me vuelve a dejar en pedazos mi corazón.
Y armándome de valor dije, lo que mi corazón con dolor me hizo razonar.
-Gracias por confiar en ella – su mirada se centró en mí, en mi cara empapada en maquillaje y lágrimas de dolor – Creo que no hay razón para seguir con esta relación, se ha vuelvo un circulo en el cual salir de el no hay oportunidad, y la toxico que se ha vuelto ese camino me deja claro lo que mi mente a estado divagando.
Veo preocupación en su semblante, la cual ya no me interesa, y además de esto como trata de levantarse de su escritorio. Y acercarse a mí, cuando mi respuesta es alejarme de él.
- ¿Y qué es eso en lo que tu mente piensa?